A partir del aislamiento social, preventivo y obligatorio y en nuestro caso, coincidiendo con el inicio de las cursadas regulares de las carreras de la UNLZ, que se convirtieron en virtuales, fuimos testigos y protagonistas del impresionante crecimiento de la demanda de materiales digitales, acompañado de consultas de todo tipo para asumir la nueva modalidad de cursada y el acceso remoto a los servicios que siguieron funcionando en nuestra Biblioteca.
Se multiplicaron rápidamente todas las interacciones virtuales con los usuarios a través de los distintos canales de comunicación y la demanda de bibliografía se fue atendiendo con los servicios contratados y con el enorme espectro de información de bases de datos, repositorios y algunos otros recursos disponibles que se incorporaron en el transcurso del aislamiento.
En la UNLZ, contamos con el servicio BIDI desde 2014. Esa fue nuestra primera experiencia organizada con Bibliotecas Digitales y por diversas ventajas la continuamos hasta la actualidad. Inicialmente nos vinculamos con unos pocos títulos y con el correr de los años fuimos incorporando más títulos por iniciativa de las autoridades de la Universidad que vieron en esta Plataforma una extraordinaria opción para contar con material actualizado y de uso sumamente amigable para todo tipo de requerimiento académico.
En 2018, el Secretario Académico gestionó la adquisición más importante y repetimos en 2019, por lo que en la actualidad contamos con unas 6 mil licencias que nos permiten asistir la demanda creciente de contenidos digitales.
A lo que aporta BIDI, hay que sumarle distintas bibliotecas digitales que estuvieron y están abriendo el acceso a sus contenidos para consultas, para lo cual desde la Biblioteca Central orientamos e informamos a los usuarios para que busquen en diversas bases, de acuerdo a sus necesidades. El Ministerio de Ciencia y Tecnología abrió el acceso a su biblioteca electrónica que hasta antes de la cuarentena, se accedía únicamente por IP validada.
La Biblioteca Central continúa atendiendo las necesidades de los usuarios y usuarias de las distintas facultades, respondiendo consultas y gestionando el alta de nuevos socios, atendiendo una demanda que en algunos ítems se ha quintuplicado como es el caso de las acreditaciones y altas de nuevos socios y en otros se ha duplicado, tal el caso de las consultas de referencia.
Todas estas herramientas, con las que hoy nos vinculamos con nuestros usuarios, se sabe que existían desde tiempo atrás, pero claramente el aislamiento y las cursadas virtuales potenciaron su uso y ordenaron desde la demanda una nueva relación con la Biblioteca.
Por Horacio Incaurgarat - Director General de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora