Después de la tensión de la semana pasada, hoy se volvieron a reunir el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, con su par porteña, Soledad Acuña. Aún sin una respuesta por el nuevo protocolo, Trotta propuso un trabajo articulado con la Ciudad de Buenos Aires para llevar conectividad y acompañar a los 6.500 chicos que perdieron vínculo con la escuela.
El ministro nacional propuso que a cada alumno se le entregue un dispositivo una –netbook o tablet– y se le brinde conectividad gratuita. Además, convocó a desplegar “un abordaje socioeducativo” junto con representantes del Ministerio de Desarrollo Social y la UBA “para fortalecer la presencia de la escuela en los hogares sin poner en riesgo de contagio a las infancias”.
La reunión, que se prolongó durante una hora y media en el Palacio Sarmiento, buscó bajar el tono a la confrontación educativa entre el gobierno nacional y la administración porteña.
“Nuestro país necesita del diálogo responsable, escuchar la mirada del otro, de respeto también de los caminos acordados. Por eso, presentamos esta propuesta de colaboración estrecha con la Ciudad. Seguiremos dialogando en la construcción del regreso a las aulas en la Ciudad, como lo estamos haciendo en todo el país en el marco del Consejo Federal de Educación, para estar listos cuando la situación epidemiológica lo permita”, señaló Trotta.
Fuentes de la cartera porteña afirman que ya entregaron 13 mil computadoras desde que se cerraron las escuelas y que saben que el vínculo “no se resuelve solo con dispositivos”. Las problemáticas que observan en esos hogares son más complejas: chicos a cargo de abuelos, falta de acompañamiento de los padres e incluso situaciones de violencia. “Solo un 31% explicó que el alejamiento fue por falta de dispositivos o herramientas de trabajo”, ampliaron.
Tras el primer revés, Acuña reiteró el pedido de reabrir las escuelas como espacios digitales y presentó el viernes pasado una ampliación del protocolo que había sido rechazado. La funcionaria porteña sumó información al protocolo inicial, pero la propuesta central no cambia: la intención era abrir progresivamente 634 escuelas para que funcionaran como espacio para que los chicos vulnerables pudieran ir a conectarse allí.
En el encuentro de hoy, la funcionaria porteña le pidió a Trotta que evalúe las posibilidades de próximas aperturas “en base a evidencias, con datos concretos sobre la evolución de la pandemia y la recomendación de los especialistas”.
Los ministros acordaron inaugurar una reunión semanal que incluirá también a Salud. La semana que viene se juntarán por primera vez con Ginés Gonzáles García y Fernán Quirós. Allí se evaluarán los distintos indicadores epidemiológicos de la Ciudad para determinar si se avanza o no en una apertura paulatina de las escuelas. De igual manera, hoy la postura de Nación es no habilitar instancias presenciales de educación en la Ciudad porque consideran que es muy alta la circulación del virus.
La propuesta de la cartera nacional para garantizar la continuidad pedagógica y la contención psicosocial de los estudiantes se organiza en tres ejes, según las fuentes oficiales: 1) el restablecimiento del vínculo con la escuela y sus docentes a través de vías remotas empleando los recursos de conectividad para reducir la movilización; 2) el fortalecimiento del acceso y uso de recursos educativos en diversos soportes: cuadernillos, libros, producción televisiva y radial; 3) la generación de una red de sostenimiento del nexo junto con las organizaciones sociales de las comunidades que faciliten el intercambio para la realización de actividades educativas.
Para que ello sea posible, la primera medida que propone Trotta es que en no más de dos semanas tengan a los chicos que perdieron vínculo con la escuela nominalizados y localizados. Aunque desde la Ciudad dicen que es un trabajo que ya desarrollaron. Una vez concluida esa etapa, desde el Palacio Sarmiento se comprometen a dar 6.500 netbooks con contenido precargado, a asegurar la conectividad con chips en los dispositivos y a seguir ofreciendo los cuadernillos.
Como contraparte, piden que el gobierno porteño facilite el resto del equipamiento necesario, que aporte equipos interdisciplinarios que se acerquen a las casas de los chicos y que articulen con las familias para que el alumno no termine abandonando el sistema educativo.