Tras el rechazo del Gobierno a la iniciativa de la Ciudad de Buenos Aires, hoy por la tarde se reunieron el ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, con su par porteña, Soledad Acuña. La funcionaria insistió con la necesidad de reabrir las escuelas como espacios digitales y presentó una ampliación del protocolo que había sido rechazado.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en el Palacio Sarmiento, Acuña añadió más información al protocolo que ya había enviado la semana pasada, pero la propuesta central no cambia: la idea del gobierno porteño se abrir progresivamente 634 escuelas para que funcionen como espacio para que los chicos vulnerables puedan ir a conectarse allí.
El ministro Trotta se comprometió a evaluar el nuevo escrito de la Ciudad, pero es poco probable que modifique su decisión. Según el funcionario nacional, el protocolo incumplía 15 de los 25 lineamientos, tanto en lo estrictamente epidemiológico como en lo pedagógico. El reglamento macro plantea que solo podrán abrir las jurisdicciones con nula o escasa circulación del virus.
“La solución no es readecuar e insistir en una propuesta que no resuelve las cuestiones pedagógicas y sociales que debemos atender. Ofrecimos desplegar el programa nacional Acompañar, acordado en el marco del Consejo Federal de Educación, que la Ciudad ha votado favorablemente, para desarrollar políticas socio educativas concretas en los hogares de barrios populares y villas”, señaló Trotta, dando claros indicios de que el nuevo protocolo tampoco será aprobado.
El nuevo texto agrega información de contexto respecto a cómo funcionará el pedido de los turnos para asistir a los establecimientos, cómo disminuirán los riesgos del transporte escolar y cómo se dará el vínculo entre los alumnos. Acuña indicó que la asistencia sería a escuelas de proximidad, ubicadas principalmente en las zonas más vulnerables de la Ciudad.
Más allá de esos puntos, la iniciativa es la misma. Rodríguez Larreta pretende una apertura progresiva de los espacios digitales con un máximo de 15 chicos a la vez usando las computadoras. Contempla el uso de tapaboca en todo momento. Antes de ingresar, control de temperatura tanto a chicos como a personal y tan solo se promueve el ingreso de estudiantes con turno previamente asignado. Según los cálculos oficiales, por turno el tope es de 9.450 alumnos sumando todas las escuelas.
En la reunión también estuvo Agustina Vila, directora general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. La intención de Trotta es delinear una estrategia común para todo el AMBA ya que lo considera un mismo conglomerado urbano. Para el ministro, todavía el status sanitario no permite la vuelta a clases y busca articular con las dos jurisdicciones la puesta en marcha del programa Acompañar, destinado a evitar el desgranamiento de la matrícula que se estima será alto tras la pandemia.
El ministerio de Educación porteño plantea que es un trabajo que se viene haciendo en la Ciudad desde hace tres meses. Según datos oficiales, durante ese período pudieron contactarse con 25.988 familias. “Gracias a este trabajo logramos que muchos alumnos que habían perdido contacto o tenían contacto muy discontinuo no abandonaran la escuela. Venimos acompañando a más de 2.500 chicos desde entonces”, aseguran desde la cartera.
Sin embargo, también identificar a otros 6.500 alumnos que no tuvieron ningún contacto con la escuela desde marzo, cuando se suspendieron las clases presenciales. La intención es ir a buscar casa por casa a cada uno de ellos para que no abandone el sistema educativo y que sean los primeros en regresar a las aulas.