El próximo 2 de septiembre se conectarán al mismo tiempo casi ocho mil profesionales recién recibidos, en su gran mayoría médicos pero también enfermeros, psicólogos y bioquímicos, para rendir su examen de residencia por primera vez online. Un examen nacional que, coinciden, es crucial en sus carreras.
“Los médicos cuando nos recibimos, si queremos acceder a una residencia -mal paga y precarizada, no está de más decirlo- rendimos un examen de residencia. Básicamente ese examen determina nuestra vida porque es donde vamos a ejercer los próximos cuatro años. No es lo mismo formarte en el Hospital Fernández o en el Italiano que en un hospital de menor nivel. Para nosotros, en este examen se define nuestro futuro. Es el momento más determinante de nuestras carreras”, explicó a Infobae un médico porteño que pidió preservar su identidad.
En primera instancia, el examen debía rendirse el 19 de abril. La pandemia obligó a mover la fecha, lo cual generó un estancamiento en los actuales residentes, que tendrían que haber pasado al siguiente año desde hace cuatro meses. De cumplirse con el cronograma propuesto, el primero de octubre se renovarán las residencias.
Hace ya un mes el Ministerio de Salud de la Nación informó que, debido al coronavirus, el examen será online, con un sistema oficial que valide la identidad de cada respondiente. Primero la fecha fijada fue el 19 de agosto y después se pasó al 2 de septiembre por demoras en la puesta a punto de la plataforma. Pronto la discusión se instaló en grupos de Facebook y WhatsApp: ¿Es un sistema seguro, que garantiza transparencia? ¿No es demasiado invasivo? ¿Qué pasa con los que no tienen internet o cámara web?
“Hace un año que me vengo preparando para el examen. Lo rinden casi 8 mil personas, todas al mismo tiempo. ¿Y si se cae cuando estoy rindiendo? Se cayó el sistema para tramitar los permisos de circulación, ¿por qué no se caería este? En la última lista de habilitados para rendir a la mayoría nos cargaron con errores en los DNI. Están jugando con nuestro futuro”, se quejó el médico recibido el año pasado.
El examen es un típico multiple-choice. En medicina, son las mismas preguntas para todos los aspirantes. A partir de los resultados se conforma un ranking que combina esa calificación con el promedio obtenido durante la carrera, aunque esto último tiene menos peso. Una vez establecido, el ranking se divide en cada una de las especialidades. Los hospitales más renombrados reclutan residentes por sus puntajes hasta completar las vacantes en cada una de sus ramas.
En los últimos días, circuló extraoficialmente en la comunidad médica un documento de Salud que explica que el “examen único digital y ubicuo” surge como necesidad de “continuar con las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio en el contexto de la pandemia por SARS-Cov2” y así “disminuir la propagación del virus”.
El razonamiento no les cierra a los postulantes. Cuestionan que, una vez que les toque asumir la residencia se expondrán a riesgos mayores que lo que implica rendir un examen presencial. “Es ridículo porque vamos a ir a trabajar todos los días a un hospital, el lugar más peligroso para contraer coronavirus, no vamos a Disney. ‘Ponerme en riesgo’ por un día para rendir un examen que define mi vida o no ponerla en riesgo haciéndolo online es lo mismo porque igual voy a ir a trabajar en un lugar de riesgo”.
A partir de la pandemia, la Universidad de Buenos Aires, que toma su propia prueba, decidió unirse al examen del ministerio. Por eso, ahora el “único, digital y ubicuo” acapara casi la totalidad del sistema de salud del país, a excepción de un puñado de clínicas privadas que mantienen sus propios mecanismos de selección al margen del oficial. El examen del 2 de septiembre, entonces, definirá al menos en parte el porvenir de miles de médicos.
El sistema anti-fraude
Ante la contingencia, el Ministerio de Salud prepara una plataforma con distintas técnicas que pretenden limitar la posibilidad del fraude. Por un lado, habrá una validación de la identidad a través de la foto del DNI. Por otro, también la prueba mostrará las preguntas en forma aleatoria. Es decir, cada médico recibirá un orden distinto tanto de preguntas como de respuestas en el multiple-choice. Con el mismo objetivo, cada pregunta tendrá un límite de tiempo.
El documento asegura que el sistema es resistente a períodos de desconexión, que resguardará las respuestas del usuario más allá de la pérdida momentánea de Internet. También advierte que recibirán una notificación cada vez que los médicos pasen a segundo plano la aplicación, lo cual podría implicar que estuvieran buscando la respuesta en la web. Más aún, las capturas de pantalla tampoco estarán permitidas.
Hasta ahí, no hay mayores problemas. La controversia surge en el último apartado, relativo a la recopilación de información y el análisis anti-fraude. La plataforma tendrá acceso a la cámara de los postulantes, al micrófono y a la ubicación GPS. De todos esos datos se desprenderán alertas de posibles trampas.
Sobre este punto también hay una discusión entre los futuros residentes. Una médica bonaerense, cuya identidad también se preserva, señaló a Infobae: “Tengo dudas sobre cómo nos garantizarán la transparencia del examen, pero en cuanto a la modalidad entiendo que genera controversia que puedan acceder a nuestras cámaras y micrófonos, pero no se me ocurre otra forma para poder controlar que no ocurra ninguna irregularidad. Personalmente, no tengo nada que ocultar así que prefiero que nos puedan controlar a todos y que nadie pueda en el medio del examen recurrir a un libro o consultar con un experto”.
Del otro lado, objetan: “Van a tener acceso irrestricto a nuestras computadoras. No quiero ser conspiranoico, pero no tengo garantía de que mi información sea protegida, ni siquiera pueden asegurarme que cuando termine el examen dejen de tener control de mi computadora. Estamos completamente indefensos ante cualquier ataque virtual a nuestra computadora si lo hacen así”.
Una semana antes, entre el 21 y el 28 de agosto, se desarrollará el simulacro del examen. Aquellos postulantes que lo deseen podrán presentarse para familiarizarse con la plataforma. Del mismo modo, le servirá al ministerio para detectar y solucionar problemas técnicos, además de afinar el procesamiento de la información recolectada de las cámaras y micrófonos de los médicos.
Seguí leyendo: