Los jardines maternales realizaron hoy al mediodía la primera caravana federal en 19 provincias del país. En la ciudad de Buenos Aires, las maestras y directores se movilizaron en sus autos desde Palermo hasta el Obelisco para pedir por una ayuda económica extraordinaria del Estado que evite cierres masivos de los establecimientos.
Tras más de cuatro meses de la suspensión de las clases presenciales, la educación privada en general atraviesa una situación crítica. La morosidad en las cuotas ya supera el 70% en las primarias y secundarias. No obstante, la crisis más aguda es la que afrontan los jardines maternales, cuya recaudación cayó en más del 90% y no reciben subsidio estatal para el pago de sueldos.
María Teresa Rosendo, presidenta de la Asociación Coherencia, que nuclea 250 jardines porteños, señaló a Infobae: “El pedido puntual es que nos tengan en cuenta, que nos mire el gobierno de la Ciudad. Nunca le hemos pedido una entrevista al señor Larreta. En este momento, para que cese la posibilidad de extinción de nuestras instituciones, necesitamos una ayuda económica. Si salimos hoy a la calle, no es por falta de respeto. Es para que alguien nos vicibilice”.
Según el último relevamiento de la Junta Nacional de Educación Privado (JUNEP), 146 jardines maternales no volverán a la actividad una vez que se reanude el ciclo lectivo presencial. Con chicos desde 45 días hasta 5 años, es el nivel más comprometido. Los padres que pueden pagar las cuotas, en su mayoría, no ven sentido a las clases a distancia con niños tan pequeños pese al esfuerzo de las maestras.
Según el informe, Salta es la provincia donde más cierres se registraron con 45. Le siguen Córdoba (32), Santa Fe (16), provincia de Buenos Aires (12), Entre Ríos (8), Mendoza (7), Río Negro (5), Chaco (5), San Luis (5), ciudad de Buenos Aires (4), La Pampa (4) y Misiones (3). Es posible que las instituciones cerradas incluso sean más ya que, pese a tratarse de la asociación más grande, hay nueve provincias que no forman parte y el reporte data de principios de julio.
Desde hace algunos meses, los jardines maternales integran el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). Ante el reclamo del sistema, el Gobierno los sumó a la ayuda estatal. Sin embargo, muchas instituciones reportaron problemas para acceder al subsidio, demasiadas trabas burocráticas y retrasos.
“El 54% de los ATP de la Ciudad de Buenos Aires no se han abonado. Eso no es poco porque hay suba de alquileres, hay impuestos que pagar y sobre todo hay sueldos. El ATP no alcanza para pagar a nuestros docentes”, afirmó Rosendo.
Los jardines maternales representan el nivel que más gastos afronta. Sumado a que no reciben subsidio estatal, tiene la proporción más alta de docentes por alumno, debido a que el trato es prácticamente personalizado. Del mismo modo, la mayoría alquila su espacio, que se complementa con otros gastos como servicios y seguros.
Para cuando se retome la actividad laboral con normalidad, será esencial que estén disponibles los jardines. El Estado tiene muy baja presencia en el nivel. “El gobierno no va a poder reemplazarnos en lo público en la atención de la primera infancia. Los padres necesitan de este sector de cuidado y protección para poder ir a trabajar”, advirtió.
Fotos: Maximiliano Luna
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