El avance de la pandemia llevó a cerrar las escuelas de casi todo el mundo. Más del 90% de los alumnos siguieron aprendiendo, con mayor o menor profundidad, a distancia. Ya desde junio Uruguay recuperó por completo las clases presenciales. Se convirtió en el primer país de la región en reabrir los establecimientos y, posiblemente, en términos educativos también haya sido la nación que mejor surfeó la ola durante la cuarentena.
Su experiencia está destacada en un informe internacional publicado en los últimos días, que analiza su continuidad pedagógica durante la pandemia. El documento cuenta con el sello de la OCDE, de Harvard -a través de la Global Education Innovation Initiative-, del Banco Mundial y de la ONG finlandesa HundrED.
La razón del éxito es el Plan Ceibal, que Uruguay convirtió en una política de Estado que trasciende los gobiernos de turno. El programa entregó y sigue entregando notebooks y tablets a todos los estudiantes de entre 4 y 15 años. Desde sus inicios en 2007, tuvo como objetivo democratizar el acceso y disminuir la brecha socioeducativa. En el quintil más pobre de la población, esa notebook es el único dispostivo de casi la mitad de los hogares. También desde 2013 disponen de una plataforma nacional, CREA, un sistema de gestión de aprendizajes que estaba muy “subutilizado”.
Esos dos antecedentes le dieron una ventaja significativa. Sin saberlo se prepararon para la contingencia. El informe realizado por la Fundación Ceibal analiza el plan de continuidad pedagógica “Ceibal en casa”, que se implementó de forma inmediata tras el anuncio del cierre de las escuelas en marzo, gracias a que ya contaban con un ecosistema de más de 173.000 recursos educativos.
Todos esos recursos se encuentran dentro de CREA, que a la vez sumó un software de videoconferencias, con los alumnos de cada aula ya precargados para que tengan clases sincrónicas con sus docentes. En el desglose, está disponible una plataforma de aprendizaje de matemática que enseña a través del juego, 7 mil libros y una colección de 1.500 secuencias didácticas y textos escolares.
“Las nuevas características introducidas por ‘Ceibal en casa’ se centraron en mejorar la interacción digital entre estudiantes y docentes, y en la participación de las familias como facilitadoras claves en el proceso de enseñanza y aprendizaje”, señala María Florencia Ripani, directora de Fundación Ceibal, en la publicación.
“Ceibal en casa” se sirvió de métricas y encuestas telefónicas para comprender el uso que la comunidad educativa le daba a la plataforma, con la idea de hacer los ajustes pertinentes en base a las demandas. También amplió la formación docente para guiar a los maestros durante la emergencia y sirvió como difusora de información clave para el cuidado contra el Covid-19.
Casi todo el sistema adentro de la plataforma
Uruguay tiene una ventaja: su sistema educativo es uno de los más pequeños. Tiene 817 mil alumnos. (Por caso, solo la provincia de Buenos Aires sextuplica esa matrícula). De ellos, el 85% concurre a escuelas públicas. Esa ventaja la exprimieron al máximo durante la pandemia.
La gran mayoría del sistema, docentes y alumnos, siguió en contacto a través de la plataforma. Según los datos oficiales, el 85% de los alumnos en primaria y el 90% en secundaria se conectó a CREA. En tanto, alcanzó al 95% de los docentes. El aumento del acceso fue exponencial: registró una suba del 2452% en marzo de 2020 en comparación con el mismo período en 2019.
“La alta penetración de la plataforma tuvo que ver con múltiples factores”, explicó a Infobae Leandro Folgar, presidente del Plan Ceibal. “En primer lugar, fue clave la estrategia que se impulsó de establecer un canal único ni bien se decretó el cierre de las escuelas. El mensaje que se bajó fue claro respecto a que era el mecanismo ideal para sostener el vínculo alumno-docente. Además, un porcentaje de los docentes ya conocía la plataforma y venía trabajando desde antes del cierre”, enumeró.
Folgar agregó que la reacción fue rápida. Lograron entregar 100 mil dispositivos, entre computadoras y tablets que correspondían a este año pese a la pandemia. “Si bien el uso de WhatsApp existió, quedaba claro que el uso sugerido era el de CREA y para los docentes resultó muy cómodo ya tener a sus estudiantes distribuidos en las aulas virtuales. Y no se puede dejar afuera a las familias que ya confiaban en Ceibal y alentaron el uso de los recursos oficiales”, planteó.
Ante el incremento abrupto de la actividad, las autoridades educativas debieron cuadruplicar la capacidad de los servidores para no saturar concurrencia. Del mismo modo, firmaron acuerdos con empresas públicas y privadas -ANTEL y Claro- para que el acceso a los recursos pedagógicos no gaste uso de datos del celular. “Estas y otras acciones que se describen en el documento se llevaron a cabo con el 95 % del personal trabajando remotamente”, destaca el informe.
Otros países de la región, tal es el caso de Argentina, tuvieron dificultades para llevar a la comunidad educativa hacia las iniciativas oficiales. Una investigación de la Universidad Torcuato Di Tella muestra que en escuelas de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires la incidencia es muy baja. Menos de un tercio de las escuelas vulnerables usa los cuadernillos y tan sólo el 2% se conecta a través de plataformas educativas nacionales o provinciales. En las escuelas favorables, es todavía menor. Más aún, ninguno de los 150 establecimientos analizados mencionó que sus alumnos aprendieran a través de la televisión o la radio. Lo habitual es que los colegios del AMBA trabajen con contenidos producidos por los propios docentes e interactúen a través de WhatsApp o Zoom.
En Uruguay, un dato revela con elocuencia el alcance de la plataforma nacional: hoy, ya habiéndose reanudado las clases, es la cuarta página web visitada en Uruguay detrás de gigantes como Google, Youtube y Mercado Libre.
Según los resultados de la encuesta telefónica, los recursos de Plan Ceibal fueron los más utilizados (93%) para sostener la educación pública. Los datos indican que el 98% de los docentes de las escuelas estatales envió tareas domiciliarias a sus estudiantes mediante la plataforma, que el 90% recibió actividades de sus estudiantes y que el 87% la utilizó para hacer devoluciones.
Las actividades más frecuentes, según los docentes, fueron el envío de tareas, la carga de documentos y videos como complemento, la coordinación con colegas y la creación de grupos de estudiantes para intercambiar archivos.
Según la encuesta, el 92% de los docentes estaban satisfechos o muy satisfechos con las actividades de capacitación ofrecidas por Ceibal, aunque el 70% expresó la necesidad de una mayor instrucción para lograr un uso más eficaz de los recursos.
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