En casi todo el país prima una cautela absoluta: los gobernadores prefieren esperar la evolución de los contagios en las próximas semanas para definir recién ahí si retoman la actividad presencial desde agosto. En la última sesión del Consejo Federal de Educación se aprobó por unanimidad el protocolo para la vuelta a clases presenciales. Sin embargo, donde todavía persisten diferencias es en si la asistencia, una vez que se reabran las escuelas, debe ser obligatoria u optativa.
Las dos posturas exponen un punto razonable. Por un lado, quienes sostienen que la asistencia debe ser obligatoria se amparan en que la educación, desde el vamos, es obligatoria y que flexibilizar ese requisito ampliaría aún más la brecha de aprendizajes entre los chicos después de cuatro meses y medio sin clases presenciales. Del otro lado, también suena lógico que las familias, ante un panorama totalmente excepcional, tengan la potestad de no enviar a sus hijos a la escuela si lo consideran riesgoso.
Desde un principio, desde Nación se intentó consensuar la línea de la obligatoriedad, para empezar a reducir las desigualdades que se generaron en estos meses de aislamiento. Ahora, ante la consulta de Infobae, remarcan que tanto docentes como estudiantes dentro de los grupos de riesgo no tendrán que concurrir a los establecimientos y podrán seguir con las clases a distancia, pero también agregan que están trabajando en alternativas para aquellos chicos que no vayan a la escuela por el temor de sus padres.
“Creemos que es lógico que haya sectores de la sociedad que tengan temores por lo que estamos transitando, pero la manera de enfrentar esos temores es a través de la información. Por eso, estamos avanzando en una fuerte campaña para las y los estudiantes y a la vez llevaremos adelante una capacitación docente para tomar las medidas de prevención necesarias. Llegado el momento, tomaremos una decisión de manera colectiva con las provincias, pero siempre atendiendo la mirada de toda la comunidad”, indicaron desde el Palacio Sarmiento.
En las provincias hoy no hay una respuesta unánime. Comprenden que el planteo de obligatoriedad es el deseable y hasta ideal, pero en las “trincheras es distinto”, aseguran. Como responsables directos de las escuelas escuchan las demandas de los padres y, afirman, no son pocos los que se sienten inseguros.
Según un relevamiento de Infobae, hay dispersión entre las jurisdicciones. En la provincia de Buenos Aires, donde concurre casi la mitad de los alumnos de todo el país, la asistencia será obligatoria. El gobernador Axel Kicillof autorizaría desde agosto la reapertura de las escuelas en 71 partidos del interior que se encuentran en fase 5 de la cuarentena. El Conurbano deberá esperar.
La Pampa, aún sin fecha de reinicio, es otro de los distritos que seguirá la línea de la obligatoriedad. “La educación es obligatoria. Estamos trabajando y generando las condiciones para transmitir tranquilidad y seguridad para así todos los que puedan volver lo hagan”, indicaron desde su ministerio de educación.
En principio, el otro grupo de provincias -aquellas que tienen decidido flexibilizar la asistencia- es mayoritario. San Juan, Mendoza, Misiones, San Luis y Salta son algunos de los distritos que ya confirmaron que permitirán que los alumnos continúen con clases a distancia en caso de que sus familias lo consideren pertinente.
Entre ellas, San Juan es la que está más avanzada en la vuelta. Ya tuvieron conversaciones con sus sindicatos y en agosto retomarán la actividad. “La educación es obligatoria, pero habrá excepciones como por ejemplo si un alumno tiene una enfermedad y no fue declarada en la institución o, ante el temor de los padres de no mandar a sus chicos a la escuela, también seguirán con clases de manera virtual”, explicaron en la provincia.
Por su parte, José Thomas, director de escuelas de Mendoza, planteó: “Si una familia no está tranquila, si no se siente segura, puede tomar la decisión de no enviar a sus hijos. Pero hay que decirles a las familias que confíen que vamos a trabajar fuertemente y no vamos a volver a la presencialidad si no están dadas las condiciones. De igual manera, si no lo entienden así, desde el sistema vamos a buscar la forma de que ese chico siga conectado desde la virtualidad”.
En la misma línea, Miguel Sedoff, ministro de Educación de Misiones, señaló: “Por ley, la educación es obligatoria. Nosotros no podemos sacar una resolución que diga lo contrario. Pero dadas las circunstancias y la excepcionalidad del regreso, vamos a respetar a aquellos padres que no se sientan seguros por el entorno escolar. En este tiempo tenemos que generar confianza para que los padres también confíen en que sus hijos van a volver a una escuela segura”.
Otras jurisdicciones aún no tienen definición sobre el tema. La ciudad de Buenos Aires y Córdoba reconocen que está en estudio. Corrientes, en tanto, optaría por una alternativa híbrida: asistencia obligatoria para los últimos cursos tanto de primaria y secundaria, considerados clave por el salto al siguiente nivel, y optativa para el resto.
El tema ya está arriba de la mesa. En las experiencias internacionales se encuentran apuestas de los dos tipos. Aunque hoy parezca difícil, la intención del ministerio de Educación nacional es alcanzar un criterio marco tal como se logró con el protocolo.
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