Casi al final de su discurso de una hora y diecinueve minutos, Alberto Fernández le dedicó un apartado a educación. El presidente aludió al tema con una premisa que ya había utilizado durante la campaña: “Recuperar la épica educativa”.
La apertura del 138° período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación coincidió con las vísperas del inicio del ciclo lectivo, fue justo un día antes. Indirectamente, Fernández hizo referencia a la reapertura de la paritaria docente nacional -derogada dos años atrás por Mauricio Macri- cuya negociación llegó a buen puerto el miércoles pasado.
“Mañana comenzarán las clases en casi todo el país. Es el fruto del diálogo, comprensión y acuerdos como los que queremos implementar. En educación nuestro objetivo es democratizar el acceso al conocimiento y lograr romper las desigualdades de cuna con las que ingresan nuestros chicas y chicas”, señaló.
En su discurso, dejó los grandes anuncios al proyecto del aborto legal y a la reforma de la justicia federal. En materia educativa, más bien, se trató de un repaso de los objetivos para alcanzar esa tan mentada “épica educativa”.
La clave, remarcó, será cumplir las leyes y no tanto impulsar nuevas. “Es fundamental cumplir las leyes vigentes que fueron refrendadas por todos los partidos políticos con representación parlamentaria y que empezaron a incumplirse hace cuatro años”, subrayó y puntualizó en cuatro normas: la Ley de Financiamiento, que estipula una inversión del 6% del PBI entre Nación y las provincias, la Ley de Educación Nacional, la Ley de Educación Técnica y la Ley de Educación Sexual Integral (ESI).
“Desde el primer día de gestión, decimos que la aplicación de las leyes no se negocia”, dijo a Infobae Nicolás Trotta, ministro de Educación, una vez terminado el discurso. “Creamos un área específica para la ESI, que se encargó de medir el grado de implementación en las provincias. Vamos a trabajar en el Consejo Federal para que se cumpla acabadamente la ley y haya un foco en las provincias de mayor embarazo adolescente”.
En el par de minutos que dedicó a educación, Fernández levantó los mayores aplausos con la frase: “Educar, educar y educar para que haya futuro”. En el recinto, además del ministro de Educación, asentía sus palabras el dirigente gremial Roberto Baradel, que desde un principio se mostró cercano a la nueva gestión.
Para lograr esa épica, el Presidente insistió en que se necesita una escolarización temprana que “garantice una mejor trayectoria educativa y una primaria que sea un “espacio de creación y transferencia de conocimientos”. En la secundaria volvió a aludir a la importancia de avanzar en la extensión de la jornada en articulación con clubes de barrio y centros culturales.
En ese sentido, también se refirió al nuevo programa de Conectar Igualdad que lanzará el Gobierno: “Queremos que cada adolescente tenga sus libros y su propia computadora como condición de ejercicio de la ciudadanía”.
Después llegó el único anuncio en materia educativa, la única novedad fuerte. Fernández dijo que enviará al Congreso una nueva Ley de Educación Superior para “fortalecer el sistema universitario”, que tendrá como “punto de partida la gratuidad y el acceso irrestricto” que rige en las universidades públicas del país.
La nueva ley reemplazaría a la vigente desde 1995 y, según supo Infobae, apuntaría a estrechar el vínculo de las universidades con el sector productivo, aunque todavía no está definido el texto.
Al respecto, Trotta advirtió: “Recién estamos comenzando a plantear una metodología de trabajo para definir los pormenores de la nueva Ley de Educación Superior. Queremos que surja del misma debate universitario, que se impulse una amplia participación dentro de los distintos claustros: docentes, estudiantes, graduados”.
Por último, el jefe de Estado celebró el proceso de reconversión de publicidad oficial hacia contenidos educativos que tendrá lugar desde marzo. Dijo que la nueva mirada sobre la pauta disparó un proceso creativo “inédito” entre las empresas y el estado y que los medios públicos “volverán a tener contenidos de calidad y pluralidad de ideas". Del proyecto se encargan la Secretaría de Medios y el Ministerio de Educación.
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