En septiembre de 2018, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires empezó a reclutar docentes que no fueran porteños para cubrir cargos vacantes que, por entonces, estimaban entre 400 y 500. Casi año y medio después, según supo Infobae, 1.307 maestros extranjeros ya están inscriptos para comenzar a dar clases.
De esos 1.307 docentes, algunos ya están dentro del sistema educativo, ya trabajan en una escuela porteña, mientras que otros aguardan su posibilidad de tomar un cargo en los próximos concursos. Hasta el momento, las nacionalidades más frecuentes son la peruana (239 inscriptos), la boliviana (202) y la paraguaya (172).
Cuando se decidió la extensión de la convocatoria fue una medida excepcional, de última instancia. Para llegar a esa decisión, antes hay una serie de etapas previas que se deben agotar: primero, las convocatorias regulares a docentes porteños, después los llamados de emergencia e incluso la posibilidad de que estudiantes de formación docente, con la carrera avanzada, puedan tomar un cargo. Cuando ninguna de esas instancias se cumple, se puede salir a buscar por fuera de la jurisdicción.
En la ciudad hay un total de 56 mil docentes para más de 80 mil cargos. Sobre todo en secundaria, se impone la modalidad de profesores taxi, es decir, que tienen horas en distintas escuelas. A diferencia de lo que sucede en casi todo el país, faltan maestros hace ya años. Por eso, optaron por flexibilizar la inscripción de docentes de otras provincias o extranjeros.
En el caso de los docentes extranjeros, deben convalidar su título a nivel nacional. Luego, como cualquier otro educador, se anota en el sistema de inscripción online que tiene CABA y se acerca a validar la documentación. En el medio, está previsto un curso breve de instrucción a temas de ciudadanía e idiosincrasia de nuestro país, pero que no es obligatorio. Por último, le toca concursar por un cargo y ahí es donde, en general, corren con desventaja.
“El impacto que tuvo la medida fue importante. Muchos docentes extranjeros llegaron a cubrir vacantes”, dijo a Infobae Manuel Vidal, subsecretario de Carrera Docente. “No hay una prioridad para el docente argentino sobre el extranjero, pero hay una cuestión lógica de puntaje que establece las prioridades para acceder a un cargo. Y ahí por estar hace más años en el sistema, los argentinos tienen ventaja”, agregó.
Los puntajes se generan, sobre todo, a partir de la antigüedad, de cuántos años dio clases un docente en el sistema. También se considera el título del que dispone, los cargos jerárquicos en caso de haberlos ocupado, los cursos de actualización, entre otros ítems.
El funcionario advirtió que hay cierta “estacionalidad” en las licencias médicas. “En general, en invierno aumentan las enfermedades por las bajas temperaturas y ahí es cuando más suplencias se abren. Es díficil dar un número de cargos vacantes porque es muy variable”, planteó.
Dentro del ranking de inscriptos, el de los venezolanos es un caso aparte. Figura como la quinta nacionalidad con 153. Sin embargo, en los próximos meses creen que se va a dar un salto importante porque van a haber terminado la validación de sus títulos aquellos que llegaron en 2019.
“Sabemos que hay un número importante de venezolanos ingresando al país. Razonablemente un porcentaje considerable de ellos son docentes. Como faltan docentes en la ciudad, vemos que es una oportunidad tanto para que ellos consigan un trabajo como para que nosotros cubramos una vacancia existente”, señaló Vidal.
Seguí leyendo: