En el arranque del 2024, la demanda de carne vacuna de China pone en aprietos a la cadena cárnica argentina. El año pasado, las compras de carne que realizó el mencionado país fueron récord, pero la negociación de los precios fue sumamente desfavorable para la exportación argentina, ya que los valores registraron casi una caída del 20% interanual. Por tal motivo, la apuesta nacional debería apuntar a una mayor diversificación de los destinos al mundo.
A este tipo de cuestiones, que se presentan como una dificultad para el sector exportador de carne vacuna argentina, también se le suman otros temas, como son la alerta que ofrece el crecimiento exportador que reportan países como Brasil y Uruguay, y la persistencia de reclamos tales como la necesidad de mejorar la competitividad sectorial a través de cambios en el tipo de cambio vigente y la eliminación de gravámenes como los derechos de exportación.
Así lo entiende Fausto Brighenti, referente de la Comisión de Ganadería de CREA, tras evaluar las perspectivas que ofrece la exportación de carne vacuna durante el 2024. “China terminó ganando la pulseada -aseguró- al llevarse un volumen casi récord a precios bajos, y mostró que la carne vacuna argentina no tiene un mercado alternativo: esto representa una luz amarilla”. El especialista, productor ganadero en localidades bonaerenses como General Belgrano, Las Flores y Pila, y que además integra una empresa uruguaya dedicada a la compraventa internacional de carne vacuna congelada a China desde la región, aseguró que Argentina “podría ir hacia un esquema con mayor diversificación en sus ventas, lo que implica un trabajo de política exterior, con más apertura de mercados y nuevas habilitaciones”.
Mercado de China
Durante el 2023, Argentina exportó un volumen récord de 683.092 toneladas peso producto de carne bovina a China, con un crecimiento del 8% respecto al 2022. Sin embargo, la negociación de los valores comercializados fue desfavorable para la exportación cárnica argentina, ya que los montos obtenidos fueron un 19,5% menores en el orden interanual tras concertar negocios con el gigante asiático por un valor de 2.777 millones de dólares.
Esta situación plantea dificultades para la exportación local, ya que China representó en el 2023 el 78,5% de las exportaciones de carne vacuna realizadas por nuestro país. Por ello, el recorte abrupto en los precios concertados con los importadores chinos puso en apuros a la exportación nacional por el descenso en los precios. Situación que logró ser compensada solamente con un mayor número de envíos.
Consultado sobre las perspectivas que puede reportar el mercado cárnico chino, Brighenti consignó que “este mercado asiático está ingresando en una fase de madurez tras registrar saltos enormes de precios, a los que le siguieron bajas profundas. Ahora esas oscilaciones abruptas terminaron. El crecimiento del consumo en China crece de manera estructural y va demandando cada vez más proteínas cárnicas, razón por la cual todos los años habilita nuevas plantas de países proveedores”.
Por ello, y a instancias de la tónica que ofrecen los precios de la carne vacuna en el mundo, el especialista de CREA aseguró que “en los últimos meses los valores internacionales descendieron mucho y no apareció una demanda alternativa que compita con los importadores chinos. No hay consultas. Al tiempo que China sigue teniendo un papel preponderante en el comercio mundial del producto carne. Esperemos que no baje más el precio porque en ese caso la variable de ajuste va a ser el precio de la hacienda, y en especial en la vaca de descarte”, explicó Brighenti, quien adelantó que habrá que ver la dinámica que impongan los importadores chinos en ferias como la de Gulfood, que se realizará a finales de febrero en Dubai.
Cuestiones locales
Brighenti, integrante de la Comisión de Ganadería de CREA, dijo que el gobierno argentino también deberá tener en cuenta que el país cuenta con variables de ajustes que pesan sobre el mercado exportador de carne vacuna, como son la política cambiaria e impositiva, ya que Argentina mantiene una retención del 9% sobre el valor de los envíos cárnicos puestos arriba de los buques.
Allí, el especialista consignó que los cambios que puedan adoptarse “ayudarían a mejorar la escasa competitividad que tenemos con respecto a nuestros vecinos del Mercosur. Los derechos de exportación son un tiro en el pie, además de seguir teniendo un tipo de cambio que en términos reales se viene apreciando semana tras semana y eso conspira contra la actividad exportadora; en poco tiempo más quedaremos caros de nuevo en la región”.
Desde el sector privado, tal como lo indicaron desde CREA, se ponderó el “cambio de época” que aportó la nueva gestión de Javier Milei, que trajo aparejado la eliminación de cupos y restricciones a la exportación de carne. Se trata de un hecho que generó el envío a China de siete cortes que estuvieron prohibidos para enviar al exterior por más de dos años. “Terminar con las limitaciones representa una buena noticia -dijo Brighenti-, y si se llega a habilitar la exportación de menudencias a China continental, obteniendo casi el mismo estándar que Uruguay, representará también una gran noticia”.
Por último, consultado sobre las acciones que aún restan adoptar desde el ámbito gubernamental, explicó que “el hecho de tener libertad comercial no es condición suficiente para incrementar las exportaciones, porque es necesario tener una estrategia para salir a vender y posicionarse en mercados de interés. No se trata de sentarnos a esperar que nos vengan a comprar. El IPCVA en ese sentido hace bien su trabajo”, concluyó el especialista.