El ministerio de Economía anunció ayer una serie de medidas para contener la suba del precio de la carne al consumidor, y por otro lado asistir al sector de la producción afectado por una sequía que no da tregua, y que complica el corto y mediano plazo de la actividad ganadera ante la ausencia de forraje para los animales. Previo al acto que encabezó en la Secretaría de Comercio Interior, el ministro de Economía, Sergio Massa, funcionarios del Gobierno reconocieron que es alta la preocupación que hay por el impacto de la situación climática adversa.
Hasta el momento la sequía alcanza a casi el 50% del territorio nacional. Una problemática del alto impacto en el sector agropecuario, y que se prevé que se traslade al resto de la economía, especialmente por los menores ingresos por las exportaciones agroindustriales, que en 2022 representaron casi el 70% del total de las ventas al exterior que realizó el país. En medio de todo esto, la cadena de ganados y carnes asiste a un escenario de reacomodamiento de precios en relación al 2022. Según comentaron a este medio referentes de la carne vacuna, el precio de la hacienda registró un incremento de entre un 25 y 35% desde el inicio del 2023 y hasta el viernes pasado, mientras que la carne al consumidor no superó el 25%.
La apuesta de los funcionarios contempla varios aspectos. A través de uno de ellos, se busca que la cadena de supermercados y los frigoríficos exportadores agrupados en el Consorcio ABC, tripliquen la oferta de carne en el marco del acuerdo de precios de los 7 cortes parrilleros, pasando de 6.000 toneladas mensuales a 18.000. Por otro lado se apunta a beneficiar la compra de carne en las carnicerías de barrio, donde el mayor problema se centra en la elevada informalidad que existe, según vienen planteando desde algunos sectores del negocio de la carne.
Y el tercero de los puntos a tener en cuenta de las medidas oficiales, está enfocado a la producción. Mediante un subsidio que será el triple de lo que se otorgó semanas atrás a los sectores de porcinos, aviar y de huevos, el Gobierno destinará unos 14.900 millones de pesos para subsidiar el alimento de los vacunos que ingresen en los próximos 4 meses a los feedlots. De esta manera, según comentaron los funcionarios, el objetivo de elevar la oferta de carne vacuna y lograr de ese modo una contención adicional de los precios.
Sobre este último punto, y a la espera de la reunión que hoy mantendrán con el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, desde la dirigencia del campo salieron a opinar sobre el impacto que las medidas tendrán en la producción y en el negocio de la carne. “Es una medida discriminatoria que genera desincentivos en la producción”, señaló el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien planteó que se debería contemplar la problemática por la que atraviesan todos los productores afectados por el clima adverso. También el dirigente recordó que medidas como las anunciadas aye, se vienen implementando desde hace tiempo y hasta el momento no lograron aumentar los niveles de producción de carne, “mientras tanto los países vecinos siguen ganando diferentes mercados”.
Más opiniones
Para Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), “el Gobierno antes de realizar estos anuncios para los comerciantes que están registrados, tendría que haber hecho un trabajo de fondo con todas las carnicerías del conurbano, que son las que más sufren la precariedad en cuanto a lo impositivo y ponerlas a todos en un mismo rango. Por ejemplo, mediante un monotributo carnicero como lo planteamos en algún momento. Yo creo que hay que arrancar por acá, porque sino será para la concentración o para los pocos comerciantes que podrán disponer de los mecanismos para acceder a las medidas oficiales, porque el 80% de informalidad deja afuera a muchos actores”.
Por último, el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA). Miguel Schiariti, sostuvo que el nuevo acuerdo de precios para los siete cortes parrilleros, “es una exigencia por parte del Gobierno a los exportadores y los supermercados, por 15.000 toneladas mensuales. En el país se consumen entre 180.000 y 200.000 toneladas, es decir no tiene importancia en lo cuantitativo. Además solamente se vende en los grandes supermercados, que serán los grandes beneficiarios porque tienen un gancho para que la gente de clase media pueda ir a buscar esa oferta, y los sectores más vulnerables están complicados para acceder a los beneficios”.
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