Aunque menos nombradas que los principales cultivos agrícolas, las economías regionales están siendo muy afectadas por un clima adverso y situación económica del país. Son clave para el desarrollo de diferentes zonas del país, pero las heladas tardías registradas entre el 31 de octubre y 1º de noviembre las complicaron, en un contexto ya complejo, de fuertes subas de los costos de producción, lo que se refleja en mayor incertidumbre y más altos precios al consumidor, como en frutas y verduras.
En las últimas semanas los alimentos en las góndolas tuvieron fuertes incrementos, que no pudieron ser aprovechados por las economías regionales para absorber los fuertes aumentos del costo de insumos, como fertilizantes o semillas y granos para alimentar a los animales. Ante el estrés que impusieron la sequía y las heladas tardías, los productores no lograron atenuar la caída en la competitividad por los precios que reciben y que ponen a la mayoría de las actividades en situación de crisis.
Así lo reflejó el último mensual elaborado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro). “La situación de las economías sigue siendo compleja, donde no logran aprovechar el aumento de precios en góndolas de sus productos por la suba de costos de sus insumos y de mano de obra; y por la baja perspectiva de producción que causa la terrible sequía actual”, señalaron especialistas de la entidad, que integra la Mesa de Enlace. Ya en octubre, agregaron, la lechería, el arroz, la yerba mate, los cítricos dulces, las peras y manzanas estaban en situación de crisis debido al deterioro de su ecuación económica.
También están complicadas la ganadería, la miel, el maní, el sector ovino, el porcino, y el tabaco. Los precios que reciben por sus productos están “deprimidos” respecto de las necesidades de los productores. Solamente presentaron señales de crecimiento, la producción de papa, hortalizas y la avicultura, que registraron alzas en sus valores pese a la persistencia de la necesidad de atender subas de costos.
Heladas tardías
Pablo Vernengo, Director Ejecutivo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) expuso para Infobae el cuadro de situación de las producciones regionales afectadas por las heladas tardías. En el corto plazo, señaló, esto derivará en una significativa caída de la producción. Vernengo comentó que lo que sucede en la producción de peras y manzanas, cuya producción mermará cerca del 40% respecto de la campaña anterior, se repite en otras economías regionales. “El impacto es heterogéneo. Aquellos productores dotados de tecnología pudieron amortiguar el impacto, pero aquellos más técnicamente rezagados no pudieron hacerlo. Lo mismo pasó en la vitivinicultura, en las frutas de carozo y en la ganadería”, sostuvo. En esta última, explicó, se hizo sentir la falta de pasto. También mencionó problemas en la producción de algodón, en la de nueces en Catamarca, en la cosecha de té en Misiones y en la de cerezas en Santa Cruz.
Vernengo advirtió sobre otra complicación: las altas temperaturas que comenzaron a registrarse en los últimos 10 a 15 días, en diferentes zonas del país. “Es algo que afecta y mucho al sector hortícola”, dijo el referente de CAME. En la zona central de la Argentina los productores tienen que utilizar riegos que aumentan los costos de energía para mantener las bombas. Antes de esa situación, recordó Vernengo, los productores enfrentaban costos mensuales de energía de entre $80.000 y $100.000, que ahora treparon a cerca de $400.000. “Todo ese incremento que se está registrando en los costos va a derivar en una recomposición de precios”, concluyó.
Precios y dólar blue
En un escenario donde las condiciones climáticas adversas generarán un menor ingreso de dólares por las exportaciones de soja, trigo y maíz, para Damián Di Pace Director de la Consultora Focus Market, “además tendremos inconvenientes para sostener precios en el mercado interno de los productos de las economías regionales que no cuentan con un desdoblamiento cambiario para importar los insumos necesarios para realizar la siembra y cosecha. De hecho la evolución de precios de las verduras y las frutas en el mercado interno es récord respecto de las anteriores gestiones a un año de finalización del actual mandato”.
Y agregó en su último informe: “No sólo la sequía y heladas han perjudicado a nuestro país, sino que ha sido un problema en la región de donde nosotros importamos verduras y frutas de estación. Tenemos dos inconvenientes: el precio en dólares de esos productos que importamos se ha encarecido y por otra parte nosotros no tenemos los dólares para dárselos a los importadores. Por lo cual algunos no accederán directamente al mercado cambiario y otros importarán a la cotización de cambio en el mercado paralelo en la plaza financiera encareciendo el precio de las frutas y verduras de estación que importamos y además observando en góndola mucha menor variedad que la habitual”.
Para el especialista uno de los sectores más afectados de cara al inicio del próximo verano, serán las frutas y verduras importadas de estación, ya que aseguró que la escasez de dólares para importar disminuye la oferta frente a una demanda constante y ha elevado los precios en el mercado interno. De esta manera, la banana importada de Ecuador registró un aumento acumulado de 103% en 2022 e interanual del 136%, la ananá importada de Brasil tuvo un aumento acumulado de 136% e interanual de 161%, el kiwi importado de Chile un 59% de aumento acumulado y 100% interanual, la sandia importada de Brasil presentó un aumento acumulado de 160% e interanual de 225% y las paltas importadas de Chile aumentaron en el acumulado del año 47% e interanual de 100%.
Por último, Di Pace al comparar el incremento acumulado en frutas y verduras en las últimas 3 presidencias de la Nación, en lo que va de la gestión de Alberto Fernández se registró un aumento de 238% para frutas y 364% para verduras. Además, en el caso de las verduras, tubérculos y legumbres la inflación acumulada en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner fue de 164 %, en la de Mauricio Macri un 162 % y en el caso de Alberto Fernández a un año de finalizar la gestión está siendo de 364 %.
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