Hasta el jueves de esta semana el sector de la carne vacuna de la Argentina forma parte de la mega feria de la alimentación SIAL 2022, en París, Francia. En un contexto donde hay menor demanda por parte de China y la Unión Europea, surgen otros mercados como alternativos como es el caso de Chipre y Filipinas, además de alcanzar un buen nivel de precios para la comercialización de carne de kosher a Israel.
Según pudo saber este medio, los frigoríficos y exportadores de carne vacuna de nuestro país han logrado cerrar muy buenas ventas a países como Chipre, en el Mediterráneo; Azerbaiyán, en el Mar Caspio; y Filipinas, en el sudeste asiático. Las ventas cárnicas allí concretadas permiten dar un respiro al sector frigorífico tras la caída que se constata en las compras realizadas por Europa, mercado que experimenta una significativa caída en el consumo motivado por el ataque de Rusia a Ucrania, y también de China, que tras adoptar restricciones sanitarias ante la detección masivo de nuevos casos de Covid en varias ciudades del mencionado país, frenó la importación de carne vacuna argentina.
Además de estos destinos no tradicionales obtenidos a partir de las gestiones realizadas en París, hay otros mercados que aún pueden promover su ingreso la carne argentina. Uno de ellos es Israel. Si bien este país es un comprador habitual de la Argentina, aún se siguen negociando los precios de los envíos que se concretarán para los próximos meses. También se esperan novedades con México, de cara a futuras aprobaciones técnicas y habilitaciones, y de Japón, que ya adquiere carne originada en la Patagonia, en áreas libres de aftosa sin vacunación.
La SIAL comenzó el pasado 15 de octubre. La misma cuenta con la presencia del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que está acompañado por 33 empresas exportadoras, y donde también se destaca la presencia de una decena de firmas integrantes de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA). Toda la actividad se desarrolla en un gigantesco pabellón conocido como “Argentine Beef”, instalado sobre una superficie de 1.000 metros cuadrados, y con un restaurante con 200 cubiertos donde los clientes pueden degustar los cortes asados ofrecidos por las firmas argentinas.
Juan José Grigera Naón, especialista internacional en carne bovina y presidente del IPCVA, indicó a Infobae que “es fundamental tras la pandemia, retomar la actividad en una feria de alimentos tan importante como la SIAL de París. Es una gran oportunidad para seguir instalando a la carne argentina en el plano internacional. El stand que presentamos es el más grande de la historia, y también la presencia empresarial. Las condiciones de mercado no son las mejores, pero es necesario mantener nuestra presencia y estar en boca de los compradores que visitan la SIAL”.
Mercados
Ante la ausencia de la demanda europea, china y rusa, todos por diferentes motivos, Grigera Naón ponderó la oportunidad que se abre con otros mercados. “Está México pendiente, ya que tiene que expedirse (técnicamente) tras una visita (de especialistas). No tenemos aún datos al respecto. Sabemos que podemos atender perfectamente los mercados que tenemos”, dijo, y agregó que en el marco de la SIAL muchos son los frigoríficos que están volviendo a negociar los valores para los envíos que se concertarán con Israel, dentro de los cupos habituales.
Por otro lado, el presidente del IPCVA señaló que también se buscan ampliar las ventas a Japón: “No podemos explicar por qué no está abierto, ya que solamente está abierto para los envíos de carne desde el sur argentino de las zonas libre de aftosa sin vacunación. Para el resto del país, el estándar sanitario es el mismo que para Uruguay, sabiendo que Argentina envió 48 toneladas mientras que Uruguay exportó 5.000 toneladas”, subrayó.
Más allá de esto, el presidente del IPCVA reiteró la demanda que tiene el sector privado de contar con políticas públicas que permitan a través de una apertura total de la exportación fogonear ventas masivas de carne a diferentes mercados, y mantener como hasta el momento bien abastecida la demanda interna. “Esperamos que a la brevedad no haya restricciones para exportar carne. Eso favorece a otros competidores. Sin duda es un negocio muy cruel: la ausencia de un producto en un país es rápidamente compensado por otro proveedor. En mercados como Europa o China, la credibilidad de la carne argentina persiste aunque esto tiene que ir acompañado por políticas públicas que faciliten la exportación”, concluyó.
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