El proceso inflacionario que atraviesa la Argentina sigue provocando enormes problemas a la macroeconomía, y el Gobierno de Alberto Fernández está lejos de encontrar una salida a la problemática. Más aun cuando se busca frenar la suba de precios con políticas que años atrás fracasaron, como es la de restringir las exportaciones. A lo largo del presente año, uno de los casos emblemáticos de intervención oficial fue en la cadena de ganados y carnes.
Desde mayo pasado el Gobierno frenó las exportaciones de carne vacuna, con el objetivo de proteger el precio al consumidor y que el mismo no suba. Meses después, el efecto de la medida es negativa. Y lo más llamativo en el último mes, fue que el mayor incremento de precios se registró en aquellos cortes vacunos cuyas exportaciones están prohibidas hasta fin de año y continuarán así durante el 2022, según lo anunció la semana pasada el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Dichos cortes son los siguientes: asado, cuadrada, paleta, tapa de asado, vacío, matambre y falda.
El informe que presentó ayer el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en noviembre pasado el precio de la carne registró una suba mensual del 10,8%, la más alta en lo que va del año, y mostró un incremento interanual del 75,5%. El precio promedio al público alcanzó los $774,95 el kilo en carnicerías y supermercados de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Y los principales aumentos se registraron en aquellos cortes cuya comercialización al mundo están prohibidas por decisión del Gobierno.
Al respecto, según el relevamiento del IPCVA el corte que más aumentó fue el matambre: un 16,6% mensual y 73,3% interanual, con un precio promedio de $874,30 el kilo. En el orden de incrementos, luego se ubicaron: asado de tira, un 16,3% mensual, con un precio de $786,63 el kilo; el vacío, un 13,6% mensual, con un precio de $900,43 el kilo; la tapa de asado, un 12,7% mensual, con un precio de $752,53 el kilo; la falda, un 11,4% mensual, con un precio de $460,33 el kilo; la cuadrada, un 11,2% mensual, con un precio de $819,01 el kilo; la nalga, un 10,2% mensual, con un precio de $908,21 el kilo, y finalmente la paleta con una suba mensual del 7% e interanual, a un precio de $711,86 el kilo.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, señaló a este medio que “nosotros dijimos desde un primer momento que restringir exportaciones no iba a hacer bajar los precios. Y estos datos lo confirman. El problema de fondo es la inflación y la única manera de combatirla es con mayor oferta y para eso se necesitan las exportaciones totalmente abiertas como señal al mercado para invertir”.
Mientras tanto, el responsable del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Matías Lestani, comentó que el aumento de precios particularmente en aquellos cortes parrilleros, que hoy tienen restricción de exportación, “demuestra una vez más que el tan mentado desacople de los precios internos no es más que una falacia esférica, y que sirve de base para argumentaciones ideológicas vacías de sustento técnico”.
Y agregó: “Qué razón habría para que cortes cuya exportación está cerrada desde hace más de 7 meses, sigan subiendo: es simple y se llama dinámica natural de mercado. Estacionalmente en esta época del año se produce un aumento de demanda por la proximidad de las fiestas que encuentra una oferta menor a la habitual por procesos naturales, y esto reacciona los precios de aquellos cortes en particular que son los más demandados, básicamente los cortes parrilleros”.
A todo esto, el especialista señaló que en el presente año la oferta a su vez estuvo más restringida por la intervención oficial en la cadena de ganados y carnes, que distorsionó la dinámica natural del mercado y con ello afectó a todos los eslabones productivos, sumado a esto los controles de precios en el mercado interno, donde los principales afectados fueron los productores y los feed lots.
“Esto pasa porque la producción necesita disipar incertidumbres con suficiente antelación. Se trabaja con entes biológicos que nada tienen que ver en sus tiempos productivos con los apuros y atropellos de los tiempos políticos. El Gobierno puede tomar las desiciones que le parezcan en cuestiones normativas, pero lo que nunca va a poder evitar es la consecuencia de las mismas”, comentó el representante de CRA, una de las entidades que integra la Mesa de Enlace.
Otras opiniones
El mes pasado los precios al consumidor subieron en momentos de incrementos importantes del precio de la Hacienda en el Mercado de Liniers, que llevó al Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, a mencionar la posibilidad de aumentar las retenciones a la carne y profundizar el cepo exportador.
Víctor Tonelli, analista del mercado ganadero, a los problemas estacionales de los que hacía mención el especialista de CRA, agregó que hay un impacto en el aumento de precios de los cortes parrilleros del acuerdo que tiene el Gobierno con los exportadores para distribuir los cortes a través de la red de supermercados fundamentalmente. Entonces todos aquellos cortes que normalmente llegar al consumidor a través de distintos canales, como carnicerías barriales, ahora está concentrado en supermercados.
“El IPCVA tiene un modelo de análisis de formación de precios muy completo y abarcativo. A partir de esto, se observa que las carnicerías, que reciben generalmente medias reses, tienen solamente un par de asados, un par de matambres y un par de vacíos. Cuando hablo de pares son dos unidades de cada una, una por media res. Al no recibir adicionales de la exportación que era la forma natural de incrementar el volumen de los cortes mencionados que vendían las carnicerías y concentrarse en supermercados, vamos a encontrar que esos precios en los supermercados estuvieron más bajos y todo lo contrario sucedió en las carnicerías”, explicó.
El especialista sostuvo que el mecanismo mencionado “es perjudicial” para el consumidor que quiere carnicerías, que se encuentra que la disponibilidad en función de la demanda de asado, vacío y matambre en la carnicerías es baja y en los supermercados es bastante alta. “Antes de la prohibición de la exportación de los siete cortes parrileros la distribución es mucho más generalizada y por ende el impacto de los precios de estos cortes en las carnicerías era muchísimo menor que actualmente”, agregó Tonelli.
Por último, Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), opinó que los incrementos fueron como consecuencia de un problema de oferta y demanda. “Es una fecha del año donde siempre los precios de los diferentes cortes tienen la tendencia de subir un poco. Ahora por qué suben aquellos cortes donde el Gobierno prohibió su exportación, es porque lo manejan muy poca gente y los que trabajamos en el consumo tenemos que vender más caro”, sostuvo.
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