Estudio sobre alimentación: el 75% de los encuestados sumó hábitos saludables, pero pide más información

Los hábitos de alimentación de los argentinos vienen cambiando a pasos acelerados, como así también la preocupación e interés sobre cómo se producen los mismos y cuál es su composición. En este aspecto el campo juega un rol central, ya que no solo es el principal proveedor alimenticio sino que también es el primer eslabón de la cadena productiva, por lo que su responsabilidad en los procesos se vuelve preponderante.

Así lo indica una encuesta realizada por la consultora Synopsis para la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro). Allí, el 75% de los 829 casos relevados aseguraron que cambiaron “bastante” o “mucho” sus hábitos alimenticios hacia una tendencia más saludable en los últimos cinco años, mientras que sólo un 6% sostuvo no haber modificado su manera de alimentarse.

Entre los que sí decidieron cambiarla, el 65% indicó haberlo hecho por su salud o la de su familia, mientras que un 25% afirmó consumir productos agroecológicos u orgánicos de manera periódica. Esta actitud se ve plasmada en su mayoría en la población adulta, mientras que los jóvenes son menos propensos a adaptarse al consumo de estos productos.

Si bien hay un cambio notorio en los hábitos alimenticios de buena parte de la población, la información en manos de los consumidores respecto a cómo se producen esos alimentos, qué procesos sufren o qué contienen puede no ser completa, tanto por una cuestión de acceso a la misma, como de interés por parte de los compradores. Así, la encuesta arrojó que el 40% afirma estar bastante informado al respecto, mientras que un 25% asegura no estarlo. Más allá de estos valores, la gran mayoría de los encuestados, un 80% aproximadamente, aseveró que le gustaría estar bastante o completamente informado respecto a los procesos productivos.

“Concluimos que si la información necesaria para poder estar al tanto de los procesos de producción de los alimentos estuviese al alcance de los ciudadanos, en canales de rápido acceso, la inmensa mayoría de la sociedad se interiorizaría mucho más en estos temas, ya que esa nutrida porción de la sociedad afirma tener interés en acceder a dicha información”, indicó la entidad al respecto en el informe final.

Otro dato que destaca el trabajo es que el segmento más joven de la sociedad que se autopercibe como el que menos se cuida a la hora de alimentarse, es al mismo tiempo en el cual hay una mayor adhesión a la idea de poder tener información acerca de la producción de los alimentos. Es por esto que el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, remarcó la necesidad de emprender “una fuerte campaña online de alimentación sustentable” para acercar información certera acerca de los procesos productivos.

Educación y rol del campo

Esta necesidad de información por parte de la población, pero también de formación para poder hacerse de los datos, saber dónde buscarlos y tener la capacidad de interpretarlos. En este sentido, hay dos resultados centrales que arroja la encuesta: el primero es que el 85% de los casos relevados afirma que es “totalmente o bastante importante” que los colegios eduquen acerca de la producción y la alimentación sustentable. Pero también, el estudio puntualizó que casi el 28,1% de los encuestados “nunca o casi nunca” lee las etiquetas de los productos que indican la información nutricional de dichos alimentos.

Por el lado de los procesos de control y en relación al rol de los actores sociales involucrados, un 47% de los entrevistados cree que el Estado debería fiscalizar la seguridad alimentaria y promover la producción sustentable y el 31% cree que debería fiscalizar la seguridad alimentaria y exigir metas de producción sustentable.

En cuanto a las entidades agropecuarias y la percepción que tiene la sociedad de su nivel de compromiso con los procesos de producción de alimentos, el estudio arrojó que es importante que las entidades tengan nivel de participación e incidencia sobre estos temas. “Si analizamos los niveles de compromiso que a la sociedad le gustaría que dichas entidades tuvieran, los resultados muestran que hay muchísimo terreno en el cual avanzar: el 85% cree que las entidades agropecuarias deberían estar bastante o totalmente involucradas en dicho proceso”, esgrimieron desde la entidad.

A modo de conclusión, Iannizzotto marcó que el estudio demuestra que existe un consenso casi total de la sociedad a la hora de afirmar que “desde las entidades agropecuarias deberíamos asumir la responsabilidad de ser actores fundamentales en el protagonismo de dichos procesos. Por el lado de Coninagro, esta premisa nos interpela y desafía a intensificar nuestras labores estratégicas en términos de buenas prácticas agropecuarias, pero sobre todo con una mayor impronta de perforación a través de nuestros canales de comunicación, hacia un gran porcentaje de la sociedad que está desinformada sobre estos temas”.

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