En medio del aumento del precio a la carne al mostrador, un sector de la industria frigorífica reclamó al Gobierno corregir aquellos factores que encarecen el precio. En ese sentido, se señaló que hay que combatir la inflación, modificar la alícuota de IVA para el servicio de faena, un régimen impositivo simplificado para el carnicero, alícuotas de ingresos brutos que no superen 1%, entre otras medidas. El pedido lo realizó el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Daniel Urcía, en momentos donde el Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, no descartó aumentar las retenciones e implementar más medidas de intervención para hacer frente a la problemática.
“El aumento del precio de la carne no es más que la consecuencia de los problemas macroeconómicos y sectoriales sin resolver como los impositivos, entre otros. Suben los precios de las categorías de hacienda que atienden al mercado local, cae el consumo interno por la crisis y bajan los subproductos. Todo esto complica las cuentas en las industrias”, señaló Urcía a través de una nota de opinión publicada por la entidad.
En el mismo sentido, se había pronunciado el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) Horacio Salaverri, quien rechazó cualquier tipo de intervención o aumento de impuestos. “El Secretario de Comercio Interior debería entender que en un proceso inflacionario, no hay ningún producto de la economía que no aumente. Y cuando se aplicaron retenciones nunca se solucionó el problema de la suba de precios, donde también hay que hablar de la alta carga impositiva de los mismos, que en el caso de la carne llega al 30%. Ahí el Estado debería trabajar para disminuir ese porcentaje”, comentó.
Además el dirigente recordó que en la actualidad las retenciones a la exportación de carne vacuna son del 9% y aportan más de 240 millones de dólares. Es por eso que el titular de CARBAP aseguró que se trata de una suma importante para que el Gobierno pueda morigerar los precios sin tener que tocar nuevamente las retenciones.
Horacio Salaverri: “Rechazamos cualquier tipo de intervención o aumento de impuestos”
Por otro lado, Daniel Urcía precisó que la recomposición de precios de las categorías de consumo que llevarán a una disminución de las ventas y la caída de precios de subproductos, como cuero y menudencias, deriva en una situación complicada para los frigoríficos, que tendrán seguramente que renegociar los acuerdos comerciales con los matarifes y por ende se ratificarán los aumentos que se trasladaran a las carnicerías.
Como ya habían adelantado desde la entidad en junio pasado, en momentos que se registró el aumento del 10% en los valores de la hacienda en el Mercado de Liniers por la actualización en función de la inflación y por el cese de comercialización de ganado consecuencia de las restricciones a las exportaciones, ” en la medida en que la economía argentina siga con un ritmo de inflación del orden del 50% anual, un mercado de cambios con diferencias del 100% entre el dólar oficial y el libre, entre otros factores que distorsionan el comercio, los aumentos en los precios de la carne nos son el problema sino su consecuencia”, comentó Urcía.
Además, el titular de FIFRA precisó que la recomposición de precios que se está registrando por estos días, son como consecuencia de una inflación acumulada desde junio pasado que implicaba un retraso real de por lo menos 20% en el precio de la hacienda. Por otro lado, las cotizaciones de las categorías de invernada, de novillos y vacas se venían recuperando, por ende, el aumento de los precios del ganado para faena con destino al consumo interno (novillitos y vaquillonas) era cuestión de tiempo, antes o después de la elecciones, pero con la certeza de que ocurriría.
Medidas
Urcía no descartó que el aumento de los valores en Liniers estén relacionados también por el clima político de la Argentina, con el proceso electoral que finalizó el pasado 14 de noviembre, y a la falta de reglas claras de juego que permitan construir un horizonte que brinde tranquilidad a todos los integrantes de la cadena de ganados y carnes. “Ante la incertidumbre económica y en un contexto inflacionario la población argentina y los operadores de cualquier actividad, curtidos ya todos, buscan asegurarse en la tenencia de bienes. En definitiva, todos sabíamos que se iba a dar la readecuación de precios que era y es inevitable”, agregó.
“Pasaron las elecciones de medio término y el tratamiento de la agenda pendiente se impone”, dijo Daniel Urcía, quien se mostró a favor del proyecto de desarrollo agroindustrial, que comenzará a ser debatido esta semana en la Cámara de Diputados y es promovido por el Consejo Agroindustrial Argentino, y destacó la decisión del ministerio de Agricultura de asignar cupos de exportación a las empresas frigoríficas que habían realizado inversiones, pero que no tenían antecedentes de exportación en el segundo semestre del año 2020.
Gervasio Sáenz Valiente: “El empresario no puede ser un complice del Estado”
También advirtió que la industria cárnica tiene un alto costo operativo y con aumentos de costos (salariales, energía, combustibles, entre otros). En ese sentido, el dirigente señaló que el sector necesitaría un mayor volumen de faena y producción para ser competitiva. “Como la oferta de hacienda para faena es menor y en consecuencia baja la productividad lo que eleva el costo por unidad. Hay una suba de costos y caída de los subproductos, lo que se traduce en una corrección del valor del servicio de faena para no entrar en quebranto y eso deriva en incrementos en el precio de la carne”, concluyó.
La opinión de los consignatarios de hacienda
Gervasio Sáenz Valiente, reconocido Consignatario de Hacienda, también opinó sobre el aumento del precio de la hacienda y de la carne. Al respecto, sostuvo en declaraciones radiales: “Cuando en la época del kirchnerismo empezaron los precios máximos y no brindaron un proyecto al ganadero, había 50 millones de cabezas de stock vacuno. Pasaron 12 años, y aquellos chicos que tenían 10 años hoy tienen 22 años y son consumidores de carne. Aumentaron las bocas de consumo y bajaron la cantidad de cabezas por habitante. No podemos seguir con este juego. El único juego que hay que hacer es promocionar más kilos de carne. Hay que dejar de preocuparse por el precio y empezar a preocuparse por el consumidor”.
A su vez, dijo que los productores deben enfrentarse todos los días con un socio que es cada vez más “avaro”. Y agregó: “Los jugadores que deberían estar en lo gremial, las empresas de producción, todos tenemos que juntarnos para decir que tenemos un socio que es cada vez más avaro, y lo vamos a seguir malcriando. El Estado tiene que hacer sus cosas y el empresario las suyas, pero el empresario no puede ser un complice del Estado cuando negocia su futuro de acuerdo a lo que un Estado caprichoso quiere. Para ningún país sirve un empresario complice del Estado”. subrayó.
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