El próximo gran hito del campo argentino será la cosecha de trigo, que si bien ya comenzó en el norte con magros rendimientos por la falta de lluvias, ganará fuerza y preponderancia a medida que avance hacia el centro y sur del área agrícola, donde se obtiene el grueso de la producción. A diferencia de campañas anteriores, este ciclo se proyecta con un aumento en la producción, en las exportaciones y en los precios tanto internacionales como locales.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la proyección de cosecha se ubica en 20,7 millones de toneladas, que de concretarse, significaría un salto productivo de 3,7 millones de toneladas, lográndose así una campaña récord del cereal. Este incremento, que para conseguirse jugará un papel central el clima, sobre todo en un año Niña, abre la puerta en un contexto internacional de altos precios del cereal, de conseguirse exportaciones récord.
Las últimas proyecciones realizadas por la entidad bursátil rosarina indican que la posibilidad de exportar 13 millones de toneladas de grano (2,8 millones de toneladas más que en 2020) y unas 550.000 toneladas de harina. Eso permitiría, en el primer caso, un ingreso de divisas por USD 3.830 millones en 2022, superando en USD 643 millones lo estimado para este año. Con esto el trigo no solo logrará el crecimiento más importante en monto, sino también tendría el aumento más significativo proporcionalmente.
Márgenes
Pero ese no es el único factor positivo para el cultivo: a pesar de la marcada suba de costos, tanto de comercialización, como de producción, sería el único cultivo que culminaría la campaña con un resultado bruto en manos del productor mayor a lo obtenido en el ciclo anterior. De esta manera, la BCR calculó que el valor de la cosecha del cereal alcanzaría los USD 5.110 millones (USD 1.470 millones más que en la campaña 2020/21). Si se le descuentan los costos antes mencionados, el resultado bruto del sector productivo sería de USD 1.450 millones, USD 200 millones más que en la cosecha pasada.
En cuanto a los precios, los especialistas en mercado remarcan que los niveles actuales son históricamente altos, aunque la suba de costos podrá hacer mella en los márgenes de rentabilidad. Por ejemplo, en el mercado de referencia de Chicago, el cereal culminó la semana culminó en USD 281 la tonelada, que a pesar de encadenar cinco sesiones consecutivas a la baja, se encuentra casi USD 20 por encima del precio registrado a mediados del mes pasado.
En el ámbito local, la posición diciembre en el Matba Rofex (MtR) se negoció a USD 246,5 la tonelada, muy lejos de los USD 192,5 que llegó a cotizar en julio dicho contrato. Para el responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la corredora de granos Grassi, Ariel Tejera, estos precios en el plano local, representan un “mercado que continúa mostrando signos de firmeza” y que los mismos “siguen generando nuevas oportunidades para cerrar márgenes o promediar resultados”.
“Hay que considerar que se trata de un valor que está constituyendo un techo difícil de superar”, remarcó Tejera en diálogo con Infobae, al mismo tiempo que subrayó que “debe tenerse presente que la exportación ya lleva declarados cerca de 9 millones de toneladas y cerró compras por un volumen similar. Esta situación, atípica para esta época del año, despierta ciertos interrogantes”.
Oportunidades
Para el socio gerente de la empresa de acopio, logística y acondicionamiento de granos, Sojas Argentinas, Martín Gassmann, los actuales precios se convierten en una oportunidad para el productor en lo que se refiere la toma de posición. “Hoy estamos en USD 240, la posición enero cotiza a USD 255 y marzo está más que interesante en USD 258 la tonelada. Si uno tiene la posibilidad de administrar la mercadería, ese precio a marzo es muy bueno. Son precios que están históricamente altos y muy interesantes”, destacó el especialista en mercados.
Según la lectura de Gassmann, “el productor hoy está mirando mucho la coyuntura argentina y también lo que puede llegar a pasar con el tipo de cambio, pero con los precios que tenemos para marzo se torna más que interesante para tomar posición, porque, con el ingreso de las lluvias de primavera en el norte, no sabemos si se puede llegar a revertir la tendencia y que esto implique una reducción de precios. Teniendo la oportunidad, hay que actuar, sobre todo con lo que tiene que ver con los compromisos ya asumidos”.
Más allá de esto, el empresario también hace un repaso del contexto comercial en el cual puso de relieve que el 45% del trigo ya se encuentra comprometido y que las exportación lleva anotadas 9 millones de toneladas a la fecha en Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE). Es por esto que calculó que “con una expectativa de 20 millones de toneladas, vamos a tener para exportar unas cinco millones de toneladas de aquí en adelante”, aunque remarcó que “va a haber qué van a decir las autoridades respecto a qué se puede hacer o no, ya que esa es la incertidumbre que tenemos, si se va a liberar la exportación en forma adecuada con libertad de precios o va a haber una contención”.
Por su parte, Tejera sostuvo que este escenario de precios locales se “está dando en el marco de un contexto internacional muy favorable en materia de cotizaciones del trigo. Por ejemplo, tomando Chicago, los precios se están ubicando cerca de un 30% por encima de los registros del año pasado para esta época”.
“El ciclo 2021/22 estaría marcado por caída de producción en alguno de los principales países exportadores, como Estados Unidos, Canadá y Rusia, así como una merma en los stocks finales mundiales”, apuntó Tejera, al mismo tiempo que de cara a la próxima campaña, que comenzó a sembrarse en el hemisferio norte, “el panorama no estaría resultando óptimo: los lotes se muestran deteriorados en Estados Unidos, donde solo el 45% se mostraba bueno a excelente. En sentido similar, las condiciones climáticas generan incertidumbre en Ucrania y Rusia”.
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