Productores ovinos destacaron el estímulo productivo que tendrá la nueva ley Ovina tras su sanción por la Cámara de Diputados de la Nación, a través de la cual se establece un plazo de diez años para que el Poder Ejecutivo Nacional establezca en el presupuesto nacional el aporte anual de unos 850 millones de pesos como Fondo Fiduciario para la Recuperación de la Actividad Ovino en el país. Sin embargo, señalaron que el monto es mucho menor al que reclamaba el sector.
Tras ser renovado en 2011, el régimen de estímulo anterior para el sector ovino funcionó también por un plazo de dos décadas hasta su vencimiento el pasado 5 de abril, cuando contaba con un aporte del gobierno nacional de 80 millones de pesos. Monto que para la producción resultaba “ridículo” para apuntalar las necesidades crediticias de esta actividad pecuaria. Si bien se reclamaba la conformación de un fondo de hasta 2.000 millones de pesos, y luego bajaron su pretensión a 1.500 millones, el monto resultante fue mucho menor y ahora se aguarda las directivas y consideraciones que se dictarán en la reglamentación de la ley.
Tras ser consultados por Infobae, diferentes referentes de la actividad ovina nacional aportaron sus consideraciones respecto a la nueva norma, que más allá de mantener sus pretensiones, destacaron la oportunidad que le genera al sector productivos contar con un nuevo marco que reglamenta no solo el tema crediticio y la política de estímulos, sino también conceptos tales como buenas prácticas y la atención de micro y pequeños ganaderos.
“No es la cifra que se necesitaría para promover la actividad ovina” (Díaz)
Jorge Masi Elizalde, Coordinador de la Mesa Ovina bonaerense e integrante de la Nacional, aseguró: “estamos muy contentos, ya que los productores ovinos hace más de tres años que trabajamos en este proyecto, y por suerte se dio. La ley avala el fomento del ovino y le da una mano muy grande a los productores patagónicos que sufrieron varios golpes por cuestiones climáticas, como así también para los establecimientos al norte del paralelo 42, en provincias que adhirieron a la ley, ya que no es obligatoria. Así muchos productores chicos y medianos pudieron obtener créditos muy blandos. Y allí aparecieron nuevas unidades productivas y de hacienda de lanares. Más de 27 mil en Buenos Aires, y también en provincias como Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Entre Ríos, Catamarca y Corrientes, entre otros distritos adheridos”.
Marcelino Díaz, productor santacruceño y director de la Sociedad Rural Argentina de Santa Cruz y Tierra del Fuego, planteó consideraciones que se deben tener en cuenta al definir los alcances que tiene la nueva ley, ya que consideró que los 850 millones de pesos “no es la cifra que se necesitaría para promover la actividad ovina”. Y además que sumó sus dudas sobre cómo se va a distribuir el mismo, teniendo en cuenta las necesidades de la producción: “distribuirlo entre productores de 50 a 100 ovejas del norte del país no es una solución, ya que es oxígeno hoy para fundirse luego”, dijo.
“Estaba en riesgo la posibilidad de no contar con los créditos que necesita la producción cada año. Ahora el próximo paso es su reglamentación y poner en marcha los manuales operativos” (Boracchia)
Otras opiniones
El referente de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) de Río Negro, Baldomero Bassi, señaló que la Ley aprobada por el Congreso de la Nación permitirá mejorar y fortalecer la actividad a los productores ovinos, y destacó el trabajo mancomunado de los productores, federaciones y también de los legisladores patagónicos para alcanzar el objetivo. Además, Ana Inés Boracchia, productora ovina e integrante de la Mesa Ovina Bonaerense advirtió que si no se aprobaba la normativa “estaba en riesgo la posibilidad de no contar con los créditos que necesita la producción cada año. Ahora el próximo paso es su reglamentación y poner en marcha los manuales operativos. La ley no es solo aporte de dinero ya que contempla también el tema de buenas prácticas de Manejo y la producción sustentable”.
Por último, Adriana De Caro, también de la Mesa Ovina bonaerense e investigadora de la Universidad de Morón, aseguró que el primer cambio que impone la nueva norma es que ya no es más para la recuperación productiva sino que es un régimen para la actividad de producción ovina. Esto indica que hubo avances y ahora se va por el desarrollo. “La ley tiene una buena imagen dentro del sector, debido a que es considerada una herramienta importante para la planificación del mismo”, concluyó.
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