En momentos donde es cada vez más grande la expectativa en el mundo agropecuario por la reunión de hoy a las 18hs entre el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y los presidentes de las entidades de productores que conforman la Mesa de Enlace, el flamante funcionario arrancó el día con una intensa agenda de trabajo y que tendrá como objetivo recomponer la relación del Gobierno con el campo, en medio del conflicto por las restricciones a la exportación de carne vacuna.
Por un lado, el ministro encabezó la reunión del Consejo Federal Agropecuario, junto al Gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y los ministros de la producción de las diferentes provincias, y por otro lado Domínguez compartió un encuentro con José Voytenco, Secretario General de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Presidente del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores, y José Fantini, Secretario General del Sindicato de la Carne.
Uno de los temas que atravesó a ambas reuniones, fue la problemática del cepo a la exportación de carne vacuna, donde el Gobierno anunciaría una serie de medidas tendientes a flexibilizar el mismo, aunque se dejaría sin efecto el reclamo de los dirigentes del campo de liberar las exportaciones, ya que vienen advirtiendo desde hace tiempo que la medida dispuesta por la administración de Alberto Fernández provocó serios perjuicios a los diferentes eslabones de la cadena de ganados y carnes.
“Quisiera valorar la racionalidad técnica con la que se está resolviendo el tema de la carne vacuna” (Perotti)
Según consta en un comunicado oficial, durante la reunión del Consejo Federal Agropecuario se definieron criterios para desarrollar un modelo que garantice la ganadería sustentable, la eficiencia en la preñez y el aumento del peso de faena, con el objetivo de que un futuro inmediato la Argentina pueda contar con mayor cantidad de carne vacuna disponible. “De esta manera –y en simultáneo–, se asegurará el consumo interno y se darán reglas de juego claras para la exportación”, señalaron desde la cartera agropecuaria.
Por su parte, el gobernador de Santa Fe valoró “la racionalidad técnica con la que se está resolviendo el tema de la carne vacuna. Los técnicos del INTA, sin duda, hacen un aporte invaluable”. La máxima autoridad santafesina, junto a los mandatarios de Entre Ríos y La Pampa, elevaron en los últimos días al Gobierno nacional el pedido para que se encuentre una salida al conflicto de la exportación de carne vacuna.
Mientras tanto los integrantes de la Sociedad Rural de Santa Fe expresaron en un comunicado que el cepo a la exportación de carne vacuna, “es una medida que ha sido un rotundo fracaso”, y señalaron que probablemente la provincia es la más afectada, teniendo en cuenta que los ganaderos santafesinos poseen el segundo stock bovino a nivel país y desde las plantas frigoríficas salen casi el 45 % de las exportaciones que en la actualidad se encuentran restringidas, y con un entramado comercial, logístico y de servicios profesionales que se resintió por la medida oficial.
“Se ha generado imprevisibilidad y se ha comprometido empleo, producción, inversiones, actividad económica y por ende recursos para la provincia de Santa Fe, por lo cual lo esperable es que un Gobernador defienda los intereses de los santafesinos con mayor firmeza en vez de naturalizar el fiasco. No hay lugar para abstenciones, ni a propuestas superadoras, y definitivamente no se puede andar con medias tintas: se debe exigir la apertura de exportaciones sin más, y hacer lo imposible para lograrlo. Los santafesinos merecemos representantes que nos representen”, manifestaron desde la Rural de Santa Fe.
Hay que recordar que en la actualidad y hasta el 31 de octubre próximo rige un sistema de cuotificación de exportaciones, mediante el cual la Argentina comercializa al mundo el 50% del promedio de lo exportado en el segundo semestre del 2020, y a lo que se suman las cuotas arancelarias que fueron al país, como la Cuota Hilton y Cuota 481, con destino a la Unión Europea, las 20.000 toneladas anuales a Estados Unidos y las 3.500 toneladas mensuales de carne kosher a Israel. Además, hasta fin de año estará prohibida la exportación de media res, cuartos con huesos y los siguientes cortes populares: asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.
Medidas
En la previa del encuentro de esta tarde y si bien desde la cartera agropecuaria no han dejado trascender los aspectos más salientes de los anuncios oficiales, ayer el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, dijo que el Gobierno no hará lugar al pedido del campo de liberar las exportaciones de carne vacuna, y habrá medidas para mitigar el efecto.
En ese sentido, según pudo saber este medio a través de diferentes fuentes consultadas, se flexibilizarán los envíos al exterior de ciertas categorías productivas que no tienen impacto en el mercado interno, como es el caso de la carne de vaca conserva y manufactura, que son animales que terminan su ciclo reproductivo y cuya carne no se consume en el plano local y es muy demandada por Rusia y China. Y por otro lado el Gobierno mantendría vigente la prohibición hasta fin de año para exportar los cortes populares, anteriormente mencionados.
Por otro lado, el ministro Julián Domínguez contemplaría la situación de productores de trigo y soja, que por una Resolución del Banco Central no podían acceder a líneas de financiamiento aquellos que contaban con más de 5% de su producción almacenada. La medida quedaría sin efecto y de esa manera habría una respuesta al pedido que habían presentado tiempo atrás los dirigentes de la Mesa de Enlace.
Por último, la cartera agropecuaria tiene avanzadas las gestiones para que en las próximas horas se anuncie el envío al Congreso de la Nación del proyecto de ley que es promovido por el Consejo Agroindustrial Argentino, que ya cuenta con el apoyo del oficialismo y sectores de la oposición. Al respecto, ayer se realizó una reunión entre Julián Domínguez y el ministro de Economía, Martin Guzmán. El espacio conformado por más 60 entidades de la cadena agroindustrial plantea como objetivo la reactivación agroindustrial, mediante un crecimiento de as exportaciones hasta los 100.000 millones de dólares y la creación de 700.000 puestos de trabajo a 2030. La iniciativa lleva el nombre de “Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora Inclusiva, Sustentable y Federal”.
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