Carne: prevén una caída de hasta el 25% en los embarques y los exportadores aseguran que el Gobierno le dio un “garrotazo” al sector

Así lo expresó el presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), Mario Ravettino, durante su participación en una jornada organizada por la Fundación Libertad

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Los exportadores de carne vacuna presentaron datos y proyecciones sobre los efectos de las restricciones para comercializar carne vacuna al exterior (EFE/Cézaro De Luca/Archivo)
Los exportadores de carne vacuna presentaron datos y proyecciones sobre los efectos de las restricciones para comercializar carne vacuna al exterior (EFE/Cézaro De Luca/Archivo)

La decisión del Gobierno nacional de extender las restricciones para exportar carne bovina hasta el 31 de octubre sigue mostrando sus efectos adversos a medida que pasan los días. Esta medida, que impide sobrepasar la mitad de los despachos del producto que se realizaron el año pasado, exceptuando a los contingentes arancelarios, como lo cuota Hilton, fue rechazada por la cadena en su totalidad, ya que, justamente, afecta a cada uno de los eslabones que la componen, como lo son los productores, frigoríficos y trabajadores.

En el sector cuentan con la evidencia histórica que años de intervención en el mercado de la carne, como el que se produjo en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, solo producen una caída en el stock bovino, como así también el cierre de cientos de empresas y pérdidas de puestos de trabajo contabilizados por miles, pero, además, entienden que esta medida cercenará el proceso virtuoso de aumento de exportaciones y de incremento en la participación en el comercio mundial que se viene dando desde 2015 hasta hace algunos meses, impulsado principalmente por las compras de China.

“Vamos a terminar el año entre un 20% y 25% menos de lo que exportamos el año pasado” (Ravettino)

El presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), Mario Ravettino, presentó estadísticas durante su disertación en una jornada virtual organizada por la Fundación Libertad que dan cuenta de la situación. Por ejemplo, Argentina exportaba en 2015 poco más de 133.000 toneladas netas de carne, mientras que en la actualidad, solo contabilizando los primeros siete meses del año, este volumen alcanza los 546.441 toneladas. Esto significa un salto del 311% en menos de 6 seis años. Pero los despachos ya se encuentran 12% por debajo de los de 2020 y todo indica que la caída será más abultada.

“Argentina aspiraba a intentar equiparar al volumen de 2020 (617.991 toneladas netas), que ya sabíamos que no lo íbamos a poder hacer por una cuestión de la materia prima, pero vamos a terminar el año entre un 20% y 25% menos de lo que exportamos el año pasado. Eso le quita incentivos al sector porque el productor y el industrial quieren señales claras. Programamos un plan de inversiones de USD 300 millones que nos iban a llevar en los cuatro años de gobierno a exportar 1,4 millones de toneladas e ingresar divisas por USD 6.200 millones. Eso se vio todo interrumpido”, remarcó Ravettino durante su intervención.

La cadena de ganados y carnes reclama la eliminación de las restricciones para exportar carne
La cadena de ganados y carnes reclama la eliminación de las restricciones para exportar carne

Para Ravettino, uno de los mejores ejemplos que se pueden encontrar en la exportación de huesos, que durante agosto alcanzó el récord histórico de 9.805 toneladas. “Eso ocurre porque Argentina no puede exportar carne. Una empresa que hace una inversión considerable en equipos de frío, túneles de congelado, máquinas y que toda esa inversión está preparada para trabajar un producto con un valor promedio de USD 8.500 termina trabajando huesos, que tiene un valor de exportación de 600 dólares. Esas son las cosas que hay que analizar para comentar lo que está sucediendo. Ni hablar del empleo: no hemos tenido despidos, pero hay menores turnos de faena, despostada. Y los clientes: conquistar uno cuesta muchos años y perderlo, un minuto”.

“Con este esquema estamos alterando y dándole un garrotazo definitivo a la producción de ganado bovino en el país, a la inversión de la industria, al trabajo formal y a la consideración que tendríamos que tener de parte de los clientes en el exterior y el cumplimiento de los acuerdos bilaterales que celebramos con los países que nos importan. Lo antes posible tendríamos que retomar el trabajo normal para poder desarrollar un sector que tiene inmensas oportunidades en el mundo hoy y que las va a tener por muchos años más, sin dudas”, sintetizó el dirigente empresario.

Las negociaciones

La decisión del Gobierno de prohibir (mayo) y después restringir (junio) las exportaciones de carne vacuna fue a ser un duro golpe para el sector en su conjunto, pero el que primero recibió la noticia del mismo presidente Alberto Fernández fue el consorcio de exportadores. “Cuando fuimos, y ahí está la confusión, dijeron que ABC fue a negociar, pero en esa reunión nos enteramos del cierre y nos pasamos una hora y media intentando explicarle al Presidente la mala decisión que estaba tomando. Nos nos escuchó, pero la decisión estaba tomada”, aclaró.

Mario Ravettino
Mario Ravettino

“A partir de ese momento –continuó Ravettino– empezamos a hablar y de toda esa charla conseguimos que aparte del cupo pudiera quedar afuera los contingentes arancelarios (Cuota Hilton, 481, a Estados Unidos) y, últimamente, con la carne kosher. Eso hizo que hayamos podido incrementar ese cupo con estos contingentes”. Tras esa primera charla la cámara exportadora comenzó el contacto con los demás integrantes de la cadena, como la Mesa de Enlace, la Cámara de Feedlot, consignatarios y gremios, entre otros, con los cuales construyeron “canales de diálogo permanentes”.

ABC negoció para que se levantaran las restricciones a principio de agosto y después para que haya una apertura escalonada. “Nos encontramos de golpe con esta resolución (que extendía las limitaciones hasta el 31 de octubre) y estamos trabajando con estos integrantes de la cadena, que ya nos reunimos esta semana, y que estamos previendo otra reunión la semana que viene en La Rural, porque consideramos que la única alternativa es el trabajo en conjunto para revertir una determinación que nos parece errónea a todas luces”, expresó.

China

Si bien la gran perjudicada de la medida oficial es la cadena cárnica argentina, China también se vio afectada ya que el grueso de la carne que no se puede exportar es la de vaca, que no se consume en nuestro país, pero que al gigante asiático le interesa en demasía. De hecho, es lo que más compra, sobre todo bajo el formato de carne congelada sin hueso, un rubro que en pocos años tuvo un crecimiento exponencial en las exportaciones argentinas.

Los empleados de los frigoríficos fueron uno de los sectores afectados por la medida oficial (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)
Los empleados de los frigoríficos fueron uno de los sectores afectados por la medida oficial (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)

Para entender el contexto solo hay que ver el ascenso de China en las importaciones a Argentina. Desde que en 2017 la producción de cerdos del gigante oriental se viera afectada por una epidemia de Gripe Porcina Africana, que llevó a que se sacrificará a gran parte de su rodeo de cerdos, el país asiático comenzó a aumentar sus compras de carne bovina. Así, pasó de 97.025 toneladas compradas a nuestro país en 2017 a 206.607 toneladas en 2018 y a 405.080 en lo que va de este año. Esto quiere decir que Argentina se convirtió en muy poco tiempo –sobre todo si se tiene en cuenta que en 2012 compró solo 770 toneladas– en su segundo proveedor, con una participación del 23% en sus importaciones totales, que hasta el momento se ubican en 1,3 millones de toneladas por USD 6.200 millones a nivel mundial.

“Lo que más cercena en este momento el Gobierno es la carne que tiene como destino China y que no se consume en el país porque Argentina”, señaló Ravettino. Y concluyó: “Agredir al mercado chino con una medida de cierre de exportaciones es un problema y, cuando ese producto no se consume acá, es lo que a nosotros nos preocupa, porque no sabemos hacérselo entender o no lo quieren entender (en el Gobierno) porque no hay necesidad de seguir manteniendo ese producto sin exportarlo”.

Como destacó Infobae ayer, además, por la suspensión de exportaciones de Brasil a China por el mal de la Vaca loca, y culpa de las restricciones locales, el país se quedó afuera de un negocio de USD 4.000 millones.

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