La apreciación del peso y la devaluación del real está generando preocupación en varios rubros por la pérdida de competitividad y uno de ellos es el sector alimentos. Aunque en Brasil hay 8 productos básicos que son más costosos que en Argentina, la desaceleración de la inflación a nivel local y ciertos aumentos en el país vecino contribuyeron a achicar la brecha.
En la última rueda, en Brasil el dólar se disparó un 2,78%, y cerró en un récord de 6,26 reales, lo que representa una depreciación histórica. El Banco Central de Brasil ya lanzó al mercado casi USD 13.000 millones para tratar de contener la suba, pero aún sin éxito. En paralelo, en la Argentina continúa la apreciación cambiaria, resultado del cepo y de la devaluación mensual o crawling peg del 2%, por debajo del Indice de Precios al Consumidor (IPC).
Esto trae aparejado un encarecimiento en dólares que se extiende a todos los sectores y abarata los productos brasileños, cuestión que genera inquietud entre los exportadores porque se vuelven menos competitivos. A la cuestión cambiaria se le suma el fuerte aumento de costos fijos del último año, a partir del reacomodamiento de precios relativos.
Muchos argentinos ya cruzan la frontera para hacer sus compras de supermercado o veranear, puesto que en muchos casos resulta más económico. De acuerdo con un informe de Coninagro, de 18 alimentos relevados, 8 son más caros en Brasil, siendo que Argentina también es productora. Para la medición se utilizó el tipo de cambio oficial más el impuesto PAIS del 7,5%.
El kilo de bife de cuadril y de pan cuestan un 8% más en el mercado local; el litro de leche, 25% más; el aceite de oliva, 33%; la costeleta de cerdo, 34%; el arroz, 59%; la yerba, 70%; y el poroto negro seco tiene un precio 144% más alto en Brasil.
En contraposición, el kilo de muzzarella tiene un valor 3% inferior en Argentina; el kilo de papa, 11%; el pollo, 15%; el azúcar, 19%; la arveja en lata, 30%; la harina, 40%; el aceite de girasol, 47%; el vino tinto, 50%; la manzana, 51%; y la naranja, 70%.
“En marzo se hizo el mismo relevamiento, se presuponía que la competitividad de Argentina empeoraría por la inflación local y la devaluación del real en Brasil. Sin embargo, entre julio y octubre, algunas bajas nominales de precios en Argentina, junto con aumentos en Brasil, contrarrestaron el efecto de la apreciación cambiaria local. La recesión y la caída del consumo también han influido a contener precios”, señalaron desde Coninagro.
Tanto es así que la inflación en alimentos durante noviembre fue de solo 0,9%, y representó el rubro con menor aumento del mes. En lo que va del año, acumula una suba de 90,5%, mientras que el nivel general alcanzó el 112 por ciento.
Entre julio y octubre, algunas bajas nominales de precios en la Argentina, junto con aumentos en Brasil, contrarrestaron el efecto de la apreciación cambiaria local
Por otra parte, desde la entidad mencionaron que las importaciones de productos alimenticios rondan los USD 1.000 millones anuales. Sólo bananas y café representan el 48,5%; la carne porcina representa un 6,9%; los productos lácteos un 5,2% (principalmente quesos); frutas en conserva, 4,8% y hortalizas en conserva, 4,4%. “Estos números indican que los riesgos de competitividad de los productos alimenticios, afectan más la capacidad exportadora de la Argentina que la posibilidad de que crezcan significativamente las importaciones de alimentos”, indica el informe.
Otro punto a destacar en la comparativa es que, para los alimentos básicos que tienen un IVA del 10,5%, como el arroz y cerdo, la carga tributaria en Brasil es levemente inferior a la Argentina. Sucede que se le tiene que agregar un 1,2% en concepto del impuesto a los Débitos y Créditos y un 4% de Ingresos Brutos.
En el caso de Brasil, el principal impuesto que paga la comercialización de alimentos es el ICMS (Imposto sobre Circulação de Mercadorias e Serviços), un impuesto estadual, no federal, que varía entre los estados y el rubro, pero que para alimentos promedia el 12%. No obstante, en el vecino país se aprobó una reforma fiscal que establece un nuevo IVA, lo que subirá la carga fiscal.
Por otro lado, está el ISS (Imposto Sobre Serviços de Qualquer Natureza) que es algo similar a las contribuciones municipales en la Argentina, que tiene una gran variabilidad entre cada municipio.