A días de las fiestas de fin de año, y en un marco en que la pérdida del poder adquisitivo todavía golpea al consumo, muchos argentinos comienzan a comprar los alimentos y bebidas típicos de la época. En el último año, estos productos presentaron un aumento del 80%, con un pico de más del 120%. Todos números por debajo del nivel general de precios que se movió 166% interanual con datos a noviembre.
Así surge de un sondeo del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) analizó la evolución de los precios más demandados en estas fechas, comparando los valores actuales con los registrados en el mismo período de 2023, en un contexto de desaceleración inflacionaria, situación que contrasta con diciembre pasado, cuando el nivel general de precios había escalado 25 por ciento.
El relevamiento señala que la suba de los 7 productos seleccionados para la canasta navideña es de un 27% menos en promedio que en el periodo 2022-2023. Los datos se recolectaron en 158 supermercados de grandes cadenas y 336 autoservicios de proximidad en el ámbito geográfico de la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Paraná Córdoba, Posadas, Corrientes, Mendoza, Salta, Jujuy y Tucumán.
En detalle, la canasta mostró un aumento interanual significativo, alcanzando un costo total de $18.746,30 en 2024, lo que representa un incremento del 79,99% respecto a los $10.300 registrados en el mismo período de 2023. Los productos que presentaron mayores incrementos son el Pan dulce con frutas, que marcó un avance de 121,47%, siendo el producto con mayor variación. Le sigue Turrón semiblando, con un aumento del 99,52% y el Budín de chips de chocolate, que subió un 74,05%.
En ese contexto, se observó que la adquisición de cajas navideñas, que agrupan productos tradicionales en diferentes presentaciones, emergió este año como una alternativa de consumo más accesible. Al respecto, Miguel Calvete, director del Indecom, señaló que “hasta el momento, las cajas representan una opción práctica para las familias argentinas, aunque también evidencian subas considerables, especialmente las de mayor contenido, como las rojas y negras”.
Además, destacó que “observando los aumentos y siguiendo las costumbres de los últimos años, en los próximos días volverán a observarse compras más reducidas, con un crecimiento en el consumo de segundas marcas”.
En ese sentido, un estudio realizado por realizado por in-Store Media muestra que el 100% de los encuestados ha modificado sus hábitos para sortear la inflación. El 47% de los consumidores ha dejado de comprar productos de marcas reconocidas, optando en cambio por segundas o terceras marcas para reducir sus gastos. Esta conducta es particularmente notoria en las categorías de productos esenciales no perecederos, donde los compradores buscan activamente promociones y descuentos.
En tanto, el 51% dice estar más atento a descuentos y promociones de las tiendas. Según detalló Jordi Mur, director de Marketing y Desarrollo de in-Store, en un escenario de alta sensibilidad al precio, los consumidores mostraron una notable flexibilidad en sus decisiones de compra: solo el 16% sigue una lista de compras estricta, mientras que el 66% utiliza una lista más flexible y el 18% decide qué adquirir directamente en el punto de venta. “Las promociones continúan siendo un factor decisivo, con el 68% de los consumidores cambiando su elección inicial cuando encuentran descuentos”, explicó.
Al mismo tiempo, el 41% de los encuestados aseguró que hace menos compras por placer, el 27% dice que compra menos y el 23% que ha dejado incluso de comprar algunos productos esenciales.
Al respecto, de acuerdo a Scentia, si bien en noviembre el consumo masivo repuntó 1,5% mensual, en términos interanuales el desplome continúa: cayó 20% interanual. En los supermercados de cadena, la disminución fue del 17,4%, mientras que en los autoservicios, 22,6%. El rubro Alimentación cayó un 14%, mientras que bebidas alcohólicas bajó 20,9% y las no alcohólicas, 29%. Higiene y cosmética y limpieza, ropa y hogar también experimentaron fuertes descensos, del 24,7% y 19,1%, respectivamente.
Osvaldo del Río, director de la consultora, dijo que “diciembre comenzará a mostrar una desaceleración en las caídas, ya que se compara con un crecimiento más moderado del mismo mes del año previo. En 2025, aunque no esperamos un despegue importante, probablemente el consumo registre un crecimiento cercano al 3%, con mejores condiciones crediticias y una inflación más baja que podría ubicarse entre el 20% y el 30%”.