El precio de la carne sigue subiendo: cuánto va a impactar en la inflación de noviembre

Acumula en noviembre una suba de hasta 12% en el mostrador pero en el mercado de hacienda los precios se mantuvieron al alza en las últimas jornadas, lo que anticipa mayores incrementos

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Los modestos precios de la hacienda no son más que el correlato del valor real que ha perdido la carne en el minorista (Revista Chacra)
Los modestos precios de la hacienda no son más que el correlato del valor real que ha perdido la carne en el minorista (Revista Chacra)

Lo que se insinuó como una suba leve hace diez días empezó a tomar ritmo. Además de empezar a reflejarse en los precios de al mostrador en carnicerías, que ya anotaron subas entre 10% y 12% según los cortes, los valores en el mercado de hacienda de Cañuelas siguieron subiendo en los últimos días y acumularon una nueva suba en torno a otro 10 por ciento. No está claro, sin embargo, si los frigoríficos podrán trasladar ese nuevo incremento, dado el contexto de caída del consumo de carne vacuna.

Ese retroceso, que de acuerdo a los datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), cayó a 47 kilos por habitante por año, mínimo histórico, se produjo a pesar de que la carne fue uno de los rubros que menos aumentó durante año, muy por debajo de la inflación general.

De hecho, antes de la suba de los últimos días, los precios de la carne acumularon un alza de “apenas” 33% al público, variación que quedó bien por debajo del 107% acumulado por la inflación general hasta octubre.

Sin embargo, la corrección repentina suma un interrogante respecto de su impacto en el IPC no sólo de este mes, sino también de diciembre. Esto porque, es sabido, el precio de la carne tiene una importante incidencia en la construcción del índice de precios al consumidor, lo que podría llegar a sumar más de 1 punto porcentual a la inflación del mes.

En ese indicador, la categoría de mayor es peso es la de alimentos y bebidas, con una ponderación promedio de 30% aunque depende de cada región. En GBA, su peso se reduce a 23,44% mientras que en el norte del país, la ponderación del rubro llega a 35% del índice. Al interior de la categoría, en tanto, el producto de mayor incidencia es, precisamente, la carne vacuna, con una ponderación que va de 7% en el GBA hasta 13% en el norte del país. De esta manera.

Así, cada 10% que sube el precio de la carne en el mostrador, el IPC acusa un impacto entre 0,7 y 1,3 puntos. Se trata de una presión adicional que, en el contexto de un nivel de inflación que alcanzó a 2,7% en octubre, puede llegar a determinar un pequeño salto en vez de una nueva baja, tal como se esperaba.

Es que, para noviembre, todas las expectativas están puestas en perforar 2,7% del mes pasado. Típicamente, noviembre es un mes de baja inflación ya que prácticamente no suele haber sorpresas por la variación de los productos estacionales mientras que los precios regulados llevan un ajuste milimétricamente calculado por el Ministerio de Economía para, precisamente, no interrumpir el proceso de desinflación. La suba de la carne, valga la redundancia, llega para escupir el asado.

De acuerdo a un informe reciente de la Sociedad Rural, entre diciembre de 2023 y octubre de 2024 el precio de la hacienda aumentó, en promedio, un 41%, y el de la carne al consumidor un 59%, mientras que el IPC registró un incremento del 107%. Este comportamiento de atraso relativo se profundizó, sostuvo el informe, en octubre cuando los valores de la hacienda mostraron una evolución negativa: el novillo de consumo cayó un 0,6% y el ternero de cría un 5,6 por ciento. Así, el precio actual de la hacienda en pie se encuentra un 18% por debajo del promedio de los últimos quince años, en términos reales.

A pesar de eso, el mercado doméstico probablemente ya no convalide subas más fuertes, a pesar de ingresar en una época del año de mayor consumo en la que existiría cierto margen para ajustar precios gracias a la mayor demanda por las Fiestas.

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