Aunque octubre fue un buen mes en materia de actividad, de acuerdo a varios indicadores que comienzan a hacerse públicos, el consumo masivo todavía se está haciendo desear para mostrar alguna señal auspiciosa clara. Se acerca fin de año, temporada alta para los supermercados, y sólo algunas cadenas afirman que en el décimo mes del año vendieron más que en septiembre, al analizar el promedio diario. En otras, en tanto, insisten en que las unidades vendidas se mantienen estables desde los últimos meses. De hecho, de acuerdo con fuentes de la consultora Scentia, que mide mensualmente la evolución de las ventas de alimentos, bebidas y artículos de higiene y limpieza, las unidades vendidas en octubre se mantienen “flat” -sin cambios- desde abril.
La información de octubre de Scentia todavía no es oficial -sale el 20 de cada mes aproximadamente-, pero trascendió que la variación interanual volverá a dar cifras cercanas al 20% debido a la altísima base de comparación del 2023 (plan platita y escenario preelectoral) y que la comparación respecto de septiembre desestacionalizada dará crecimiento en torno a 6 puntos, explicados por la mayor cantidad de días hábiles que tuvo el mes pasado frente al anterior. “Es ‘efecto días’ en ambos casos, la caída de 6,3% de septiembre versus agosto, y el aumento de similar magnitud de octubre frente a septiembre. La venta diaria comparable está estable desde abril”, explicaron en la consultora.
Claro que ese dato da cuenta de las ventas de todas las cadenas y al interior del sector puede haber variaciones en función de las estrategias comerciales que hayan adaptado y cómo eso impactó en la participación de mercado de cada cadena. De hecho, en una importante firma del sector señalaron que no sólo habían tenido un buen octubre, mejor que septiembre, sino que también noviembre se está ubicando un escalón más arriba en ventas. Y si bien se trata de datos alentadores, porque podría significar el inicio de un cambio de tendencia, no hay que perder de vista que algunas de las que ahora aducen una mejora tuvieron un septiembre muy negativo.
Una de las cadenas que públicamente había transmitido optimismo durante el mes pasado fue La Anónima, cuando su CEO, Nicolás Braun, dijo en el 60° Coloquio de IDEA que la cadena venía creciendo, desde marzo-abril, que fue el piso, uno o dos puntos porcentuales todos los meses, lo que había generado que, a octubre, las ventas se hubieran recuperado 10 puntos porcentuales. Vale aclarar que la cadena tiene una fuerte presencia en Neuquén, donde goza de las ventajas del boom de Vaca Muerta, lo que le otorga cierto privilegio frente al resto del sector.
El último informe de Scentia de septiembre había mostrado una caída del consumo masivo de 22,3% interanual, lo que dio una contracción acumulada en el año de 11,9% versus los mismos nueve meses del año pasado. Todas las categorías mostraron abruptas caídas, pero la de “impulsivos” fue la que llevó la delantera, con una disminución del 32,3%. Este rubro incluye las golosinas y todo lo que se consume, al paso, por impulso. Le siguieron las bebidas con y sin alcohol, que registraron bajas de 25,1% y 26,7%, respectivamente.
La consultora no difunde la medición mensual desestacionalizada, pero comenzó a analizarla en los últimos meses, y en septiembre las ventas cayeron 6,3% versus agosto. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en octubre, septiembre tuvo dos días menos que agosto, lo que explica esa baja, según indicó, en ese momento, Osvaldo del Río, director de la consultora.
Qué pasará con el consumo en 2025
Los analistas de consumo sostienen que así como el sector de consumo masivo fue el que más tardó en verse afectado por la crisis, también será el que más lentamente recupere. Afirman que el peso que adoptaron los servicios este año -con los fuertes aumentos de los precios relativos que hubo- generaron una reconfiguración del gasto en los hogares y una menor disponibilidad para gastar en alimentos que no son imprescindibles. Por otra parte, apareció el crédito, las cuotas sin interés, por lo que muchos consumidores optan por destinar parte de sus ingresos a la compra de bienes durables que desean y que lo pueden hacer con financiación más accesible. No hay que desconocer tampoco que los salarios recuperaron poder de compra, pero no todo lo perdido y tampoco todas las actividades por igual.
El último bimestre del año es el más fuerte estacionalmente para el mundo de los supermercados debido a las Fiestas, por lo que las cadenas se jugarán todas las fichas por aplicar la mejor estrategia comercial, los mejores descuentos, para lograr traccionar demanda. Será clave lo que sucede entre noviembre y diciembre para comenzar a ver si la tendencia se empieza a revertir y lo que por ahora le sucede a algunas cadenas puede empezar a generalizarse. Ya en enero, de todos modos, las comparaciones interanuales le empezarán a ser favorables al Gobierno, ya que se estarán contrastando con el inicio de la gestión de Javier Milei, con lo que implicó en términos de inflación y de ventas el primer trimestre de este 2024. Aún así, las proyecciones de Scentia son moderadas. Las expectativas de crecimiento del consumo masivo para 2025 oscilan entre el 2% y el 3%. ¿Las empresas deberán adaptarse a un nuevo mercado?