La inflación se desaceleró en octubre en relación a septiembre y las consultoras que siguen el ritmo de precios de manera semanal ya proyectan que el número del índice de este mes podría terminar en torno del 3% o incluso por debajo.
De esta manera, el IPC volvería a registrar una desaceleración en comparación con el mes anterior, cuando había sido de 3,5% y luego de perforar un piso de 4% mensual que la inflación había encontrado durante 4 meses consecutivos. Los precios mayoristas ya habían dado alguna pista, en septiembre, de que los bienes avanzaban a ritmo de 2% mensual y que, con ese ancla, al sumar a la ecuación los servicios, la inflación podría desescalar un poco más y acercarse al 3 por ciento.
Una tendencia en ese sentido comenzaron a observar a lo largo de octubre las consultoras que hacen seguimientos semanales de precios, y los últimos datos les hacen dar cuenta de que ese escenario asoma como el más probable para el próximo dato del Indec, que se dará a conocer el 12 de noviembre.
El IPC volvería a registrar una desaceleración en comparación con el mes anterior, cuando había sido de 3,5% y luego de perforar un piso de 4% mensual que la inflación había encontrado durante 4 meses consecutivos
La consultora Analytica, por caso, detectó que durante la cuarta semana de octubre hubo una variación semanal del 0,7% en los precios de alimentos y bebidas. Con esos datos, el promedio de las cuatro semanas consideradas en su medición fue de 2,4% y, en términos generales, estimaron que la inflación de octubre de esa manera debería ubicarse en la zona del 3,2 por ciento.
Analizado por categorías, las que tuvieron el mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas fueron, según Analytica, aceites, grasas y mantecas (4,0%), café, té, yerba y cacao (3,8%) y aguas minerales y gaseosas (3,7 por ciento). Por otro lado, se registran bajas en los precios de pescados y mariscos (-1,7 por ciento).
Por su parte, Equilibra consignó en un informe reciente que con excepción de los precios Estacionales (que estuvo liderado por indumentaria y frutas), “el resto de las categorías del IPC mostraron una nueva desaceleración”, anticiparon. Puesto en números, la cuarta semana de octubre tuvo para Equilibra un ritmo de 0,3%, lo que implica que el promedio de las últimas cuatro semanas desaceleró a 2,8 por ciento. “Esperamos que la inflación mensual de octubre cierre en torno a 3,1%”, indicaron desde ese centro de estudios.
Los precios mayoristas ya habían dado alguna pista, en septiembre, de que los bienes avanzaban a ritmo de 2% mensual y que, con ese ancla, al sumar a la ecuación los servicios, la inflación podría desescalar un poco más y acercarse al 3 por ciento
La misma consultora también detectó, por ejemplo, que la inflación núcleo -la que descarta los precios estacionales y regulados- ya se estacionó en torno del 3% mensual desde hace varias semanas, tras el último pico de 4% en la última semana de agosto.
LCG, por su parte, mide la variación de precios de alimentos y bebidas, y en la cuarta semana del mes registró una “sensible aceleración” hasta 1,7 por ciento. “De esta manera, la suba mensual promedio se aceleró después de 4 semanas (0,3 pp respecto a la semana previa) y se ubicó en 2,3% mensual. Por su parte, la inflación medida entre puntas de las últimas 4 semanas trepó a 3,3%, acelerando 1,3 puntos porcentuales en una semana”, remarcaron.
“A pesar de que el porcentaje de productos relevados sin variación se mantiene prácticamente estable en 66% desde la semana pasada, los productos con aumentos aumentaron su representación en 4 puntos porcentuales (22%) y los que reflejaron bajas perdieron terreno en 3 puntos (13%), volviendo a alejarse después de casi igualarse la semana pasada”, concluyó LCG.
Algunas consultoras, como EcoGo, incluso, ya proyectan que la inflación de este mes también perforará el 3 por ciento. Según la economista Rocío Bisang, el índice de octubre sería cercano al 2,8 por ciento. Los datos de la última semana hicieron a esta consultora remarcar hacia abajo la expectativa de inflación, ya que hasta la tercera semana de octubre estimaban un 3 por ciento.
“La inflación parece haber roto con la barrera del 3% un poco antes de lo esperado”, planteó EcoGo en un informe este lunes y analizó como razones, en primer lugar, el comportamiento de los regulados que consideró “clave para contener el indicador en octubre”. “La caída en el precio del Brent impulsó una baja en los combustibles, que derivó en una caída en el precio al surtidor del 1 por ciento. En paralelo, la caída en la demanda de gas por cuestiones estacionales impulsó también una baja en las tarifas en torno al 4,5%, contribuyendo también a moderar el indicador”, mencionaron desde esa consultora.
“En segundo lugar, si bien hace varios meses se registra un cierto rebote en los salarios y la actividad, el proceso de recuperación es lento –muy lejos de la recuperación en V, W, etcétera de la que se hablaba al principio del gobierno–, con dichos indicadores ubicándose aún muy por debajo de lo registrado durante 2023″, continuaron, y por último citaron a que “las expectativas se mantienen positivas”, especialmente en términos financieros.
“A pesar de que el dato es positivo, para noviembre, se espera un leve repunte en la inflación que, impulsada por las subas en regulados y de cara al comienzo de la temporada estival, podría ubicarse nuevamente en el entorno del 3,0%”, concluyeron.
La perforación de un piso “duro” de inflación ya había sido anticipada por la medición que hace PriceStats, que dirige el economista Alberto Cavallo, hijo del exministro de Economía y expresidente del Banco Central. “La inflación mensual en Argentina está bajando de nuevo y llegó al 2,36%”, publicó, con datos hasta el primer tercio del mes y concluyó que es “el valor más bajo en los últimos tres años”, un mensaje que fue replicado en X por funcionarios del equipo económico.
El mercado le cree al Gobierno el sendero continuado de desaceleración de precios que busca mostrar. Así lo muestra, por ejemplo, la fuerte demanda que tuvieron este lunes las Lecap (letras capitalizables) del Tesoro, a tasa fija. Fue la opción por la que se volcaron muchos inversores ante el anuncio de la Secretaría de Finanzas de que no ampliará la emisión de esas letras y que solo dará como opción bonos que siguen a la inflación.