A menos de una semana del cierre del mes, los pronósticos de inflación mejoran y, sin aumentos marcados de tarifas, las mediciones preliminares anticipan una caída en torno al medio punto porcentual. Eso significa que en el mes se registraría una inflación de 3% o, incluso, por debajo de ese número, con la ayuda de un elemento clave: la baja del impuesto PAIS que prácticamente no tuvo alto impacto en la medición anterior, sí podría profundizar su efecto. La suba de los bienes, la categoría en la cual se refleja la disminución impositiva si es que tuviera una fuerte incidencia, prácticamente no varió entre septiembre y agosto (3% vs. 3,2%).
Claro que se trata de una conclusión contrafáctica: no se sabe si, eventualmente, los bienes podrían haber subido en vez de bajar esas dos décimas sin mediar la reducción impositiva. No luce, de todos modos, lo más probable.
En cualquier caso, en el equipo económico calcularon el impacto del recorte de 10 puntos del impuesto PAIS en 0,5 puntos en la medición de inflación, expectativa que se traslada ahora para el registro de octubre. Esto porque en la medida que se consolida en el circuito de producción y comercialización la baja impositiva, los precios comenzarían a reacomodarse ante un factor menos de presión. Es que las importaciones del mes pasado, tanto insumos como bienes terminados, ya con la reducción del impuesto incluida en el costo, no llegó en tiempo real a las góndolas y vidrieras, donde lo que se movió fue el stock previo. Claro que existe la posibilidad de que en vez de llegar a los precios como una baja, el efecto de la menor carga por el impuesto PAIS en definitiva termine contribuyendo a la recomposición de márgenes por parte de las empresas. En cualquier caso, es una presión menos.
Por lo pronto, las mediciones privadas de las últimas semanas, al menos, dan cuenta de ello.
Por caso, con cuatro semanas de octubre medidas, la consultora Equilibra proyectó un nivel de inflación general de 3,1% para el mes, con un promedio de las últimas 4 semanas en 2,8%. Ante la ausencia de fuertes ajustes en los precios regulados, ya que prácticamente no hubo aumentos de tarifas y, por el contrario, bajó el precio del combustible y también de la energía, ese número prácticamente responde a la inflación núcleo, es decir, la suba de todos aquellos precios que no están regulados ni son estacionales. Mayormente, esa categoría está compuesta de bienes, aunque impacta la suba de los servicios cuyos precios no están sujetos a regulación. En tanto, para la consultora, la principal categoría del índice, Alimentos y bebidas, anotó un avance de apenas 0,2% en la última semana, mientras, cifra en la misma línea de las semanas anteriores, lo que la ubicaría nuevamente por debajo del nivel general.
“La inflación se desaceleró producto de la estabilidad de los alimentos, la calma cambiaria y la falta de suba en los precios regulados”, había anticipado ya en su segundo informe de inflación del mes.
Un resultado similar arrojó la medición de EcoGo, la firma de Marina Dal Poggetto, según la cual en la tercera semana de octubre los alimentos subieron 0,4% después de subas de 0,9% y 0,6% en los meses anteriores. “El menor aumento en alimentos respecto a lo proyectado se compensó con aumentos mayores en otros rubros”, explicó la consultora, que también estima un IPC de 3% para octubre.
En tanto, para LCG que también hace su propio seguimiento semanal de precios de la canasta básica, particularmente alimentos, los precios registraron hasta la tercera semana de octubre una variación de 2%, tanto en la medición punta a punta como en el promedio. Con escasas variaciones en la última semana del mes -los proveedores suelen actualizar listas eventualmente a principios del siguiente período-, difícilmente exista un cambio drástico de ese número, el cual implica una mejora respecto del 2,3% de suba de alimentos que se registró el mes pasado.