Tras la aceleración que había registrado en agosto, la inflación en septiembre retomó el rumbo descendente (3,5%) y las expectativas oficiales y privadas indican que en octubre el dato podría acercarse a los 3 puntos. De todas maneras, cuando se observan los rubros que componen el índice, queda claro que los alimentos ya habían mostrado una importante desaceleración -en gran parte, debido a la fuerte caída del consumo- hace ya varios meses y la tendencia ahora es de estabilidad y de subas muy atenuadas que, en promedio, se ubican en torno al 2 por ciento. Incluso, algunos productos bajan.
Los datos oficiales en base al Sistema Electrónico de Publicidad de Precios (SEPA), abierto al público desde hace ya dos meses, muestra que la canasta de los supermercados con los productos frescos incluidos acumulaba, hasta el 23, un aumento del 2,6%, cuando para la misma fecha del mes anterior el incremento era de 1,7%, bastante inferior. Pero si se excluye los frescos, se percibe una desaceleración, ya que mientras que en septiembre la canasta de supermercados sin frescos había trepado 2,3%, en los primeros 23 días de octubre subió 1,9%. Esta canasta incluye productos de limpieza e higiene. Si sólo se hace el recorte en la canasta de alimentos y bebidas sin frescos, los incrementos son similares con respecto al mes anterior (2,1% versus 2,2%).
Aunque con menor impacto que en los peores meses del invierno, los productos frescos están incidiendo negativamente en la inflación de alimentos del mes. De hecho, la carne porcina acumula una suba de 21,46% en lo que va de octubre, en tanto que el pescado y los huevos, 7,52% y 7,99%, respectivamente. A su vez, la carne aviar acumula un alza de 4,56% y la carne vacuna prácticamente no subió de precio (0,78% en todo el mes). Las frutas y las hortalizas, por su parte, treparon 6,12% y 4,80%, respectivamente.
De acuerdo con la medición semanal que la consultora LCG realiza de los precios de los alimentos y bebidas, hasta la tercera semana de octubre la suba mensual se ubicaba en el 2%, tanto en la medición punta a punta como en el promedio. Concretamente, durante la tercera semana los precios relevados bajaron 0,1%, luego de sucesivas subas de 0,2%, la primera semana, y de 1,5%, la segunda. En la cuarta, según anticiparon fuentes de la firma, el aumento habría sido de 1,7 por ciento.
Respecto del 2% de suba de las últimas cuatro semanas, “se trata del nivel más bajo para la inflación promedio desde fines de mayo”, dice el informe. Y agrega que “a pesar del comportamiento semanal (que mostró caída de precios), bebidas explica más del 80% de la inflación mensual general, compensado parcialmente por otro rubro de similar peso relativo como es Lácteos, mostrando la disparidad entre categorías”.
Subas y bajas
La mayor suba de precios en el mundo de las bebidas también se refleja cuando se analizan los precios del SEPA. De hecho, las aguas acumulan una suba de 5,2%; los jugos en polvo, de 7,1%; los jugos para beber, 4,6%; y las gaseosas, de 2,4%. En el caso de las que tienen alcohol, los whiskys aumentaron 10,1% hasta el 23 de octubre. En cuanto a los lácteos, las leches se mantuvieron estables (+0,2%); el dulce de leche, 1,6% y los quesos untable y rallado, en torno a 2,3%. A su vez, el yogur subió apenas 0,8% en el mes. Y la ricotta bajó 3,7 por ciento. Pero la categoría quesos en general subió 8,3% en lo que va del mes.
También bajaron los pañales (4,7%); el papel higiénico y los rollos de cocina (0,3%); el vinagre y el aceto (0,2%); el arroz (3,9%); los detergentes y productos para el lavavajillas (0,2%); los insecticidas (0,2%) y los limpiadores (0,1%).
En cuanto a las subas, los productos que más se incrementaron, además de algunas bebidas, fueron las salsas de tomate (4,5%); las conservas de vegetales (5,5%); la lavandina (3,7%); los jabones de tocador (4,4%); las cremas para el cuerpo y las manos (3,9%) y la yerba (3,5%). El resto se mantuvo estable o registró tibios aumentos, de acuerdo con la información que recibe diariamente el Gobierno de los supermercados.