Una familia de cuatro integrantes necesitó ingresos en agosto por $939.887 para no quedar por debajo de la línea de pobreza, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). La variación mensual de ese umbral se aceleró al 4,4% mensual y quedó por encima de la variación de la inflación, ante el impacto de los aumentos en las tarifas de servicios públicos. Ese mismo hogar requirió $421.474 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y no estar en situación de indigencia.
La Canasta Básica Total (CBT) releva el organismo contiene los bienes y servicios necesarios para no ser pobre en el Gran Buenos Aires. El aumento registrado en agosto para la CBT fue de 4,4% mensual. Subió. Subió 89,6% en lo que va del año y 230,1% en los últimos doce meses. Las necesidades para un adulto “equivalente” a esa cesta sumaron 304.170 pesos.
Para un hogar compuesto por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años, la CBT representó el mes pasado 748.259 pesos. Para otro integrado por cuatro personas, un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años, 939.887 pesos. Para otro de cinco integrantes compuesto por un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 años fue de 988.554 pesos.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA) del Indec contiene los alimentos necesarios para cubrir las necesidades básicas de alimentación. En agosto marcó un aumento del 3,9%, por debajo de la inflación. La suba acumulada en 2024 fue del 75,1% y 222,7% en el último año. Las necesidades para un adulto “equivalente” a esa cesta sumaron 136.399 pesos.
La CBA Para un hogar compuesto por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años representó el mes pasado 335.542 pesos. Para otro integrado por cuatro personas, un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años 421.474 pesos. Para otro de cinco integrantes compuesto por un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 años fue de 443.298 pesos.
El INDEC publicó hoy el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a agosto, que registró un incremento mensual de 4,2%, en línea con las estimaciones de consultoras privadas y analistas del mercado, quienes proyectaban una inflación cercana al 4 por ciento. Con este dato, la inflación interanual se ubicó en 236,7%, consolidando así una tendencia de desaceleración.
El rubro de alimentos y bebidas creció un 3,6% en agosto y continúa siendo uno de los principales impulsores de la inflación. Distintas estimaciones privadas habían registrado subas significativas en productos de consumo masivo. Esto refleja no solo la presión interna por los costos de producción, sino también la incidencia de factores externos como el precio de las materias primas y las condiciones climáticas que afectan las cosechas.
El informe del INDEC también mostró incrementos en otros rubros importantes como vivienda y servicios, que registraron suba del 7%, impulsados por los aumentos en alquileres y servicios públicos.
“La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7,0%) por las subas en Alquiler de la vivienda y gastos conexos, Suministro de agua y Electricidad, gas y otros combustibles. Le siguieron Educación (6,6%) por el alza en los distintos niveles y tipos de enseñanza; y Transporte (5,1%) por los incrementos en el transporte público”, señaló el informe del Indec.
A pesar de que el Gobierno sigue apostando por una desaceleración de la inflación para lo que resta del año, las proyecciones más conservadoras, tanto del Banco Central como de economistas privados, indican que la inflación mensual podría mantenerse en torno al 3,5% a 4% en los próximos meses. Esto deja poco margen para un descenso abrupto de los precios, aunque las autoridades confían en que el IPC anual cerrará 2024 con una variación cercana al 130%, como se anticipa en el proyecto preliminar de Presupuesto que será enviado al Congreso.