Con los aumentos de tasas municipales, por cada $100 que paga el consumidor por un producto de primera necesidad, entre $38 y $49 son impuestos, según la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam).
“Pedimos que los municipios den marcha atrás con los aumentos, encima lo hicieron a mediados del ejercicio fiscal, lo cual complica la proyección de esta carga que ya habían calculado las empresas”, sostuvieron desde Cadam y agregaron: “Esperamos que, con el nuevo Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor, los municipios y provincias se adhieran y se exponga en cada compra de desglose de la carga impositiva, para que la gente pueda entender porqué aumentan los precios”.
La semana pasada la entidad había señalado que habrá aumento de precios por la suba de las tasas municipales. También sostuvo: “hay tasas injustificables; por ejemplo, obligan a plantar un árbol por ordenanza y después nos cobran contribución forestal”.
Otro es el “impuesto al Calco”, que se cobra por exhibir en las vidrieras los medios de pago, o la tasa de publicidad y propaganda interior, en tanto que se consideran elementos publicitarios dentro de los locales, que a veces son exhibidores o heladeras que contienen ciertas marcas de bebidas.
“Son sólo algunas de las modalidades de recaudación municipal que abruman a las pymes”, señalaron y agregaron: “Sólo nos queda entre un 3 y un 5% de ganancia”.
En la misma línea, la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) había manifestado su “preocupación y alarma” por el incremento de tributos provinciales en todo el país en los últimos meses y, en particular, en la provincia de Buenos Aires.
“Tenemos un ejemplo palmario de ello en Lanús, Provincia de Buenos Aires, donde la Tasa de Seguridad e Higiene ha pasado injustificadamente a tributar con una alícuota del 6% de la facturación (superior a la alícuota de Ingresos Brutos)”, dice el comunicado. Otro caso es Pilar, que tiene una Tasa de Seguridad e Higiene del 4,5%, mientras que Luján, por su parte, tiene una del 4,2%, pero también una tasa “ambiental” del 1,5 por ciento.
Entre las medidas, que viene proponiendo CADAM para bajar la inflación de alimentos, se apunta a la eliminación del Impuesto al Cheque, la rebaja de IVA para productos de la canasta básica y los Ingresos Brutos provinciales. “Es un impuesto distorsivo, porque el consumidor lo paga hasta 3 veces”, dijeron desde CADAM.
El pedido de bajar la carga impositiva se da en un contexto de fuerte caída del consumo, a pesar de la desaceleración de los precios. Por caso, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indicó en un informe que las ventas de alimentos y bebidas cayeron un 11,8% anual en agosto, a precios constantes y acumulan un retroceso de 20,5% en los primeros ocho meses del 2024. En la comparación intermensual, descendieron 1,8%.
En tanto, según el último informe del Indec, las ventas mayoristas de productos de primera necesidad (alimentos, bebidas, artículos de limpieza y perfumería) cayeron 9,77% en junio, en la comparación interanual.
Otros reclamos
Desde CADAM insisten, además, en que el Ejecutivo elimine -en la reglamentación de la reforma laboral- el aporte obligatorio de los comercios al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP), porque encarece los costos laborales. “Resulta ilógico mantener este aporte obligatorio, que no le representa ningún beneficio al aportante ni al trabajador, si decide no capacitarse”, afirmaron
Si se tiene en cuenta que el aporte “obligatorio” a cargo del empleador es de $3961,21 (tomando sólo como base la cuota de agosto) por cada empleado de comercio, que alcanza a 1,2 millones de trabajadores, (siendo la paritaria más grande del país), el INACAP podría recaudar por año más de $57.000 millones al año, con el fin de “capacitar”.