La industria de la carne tuvo un primer semestre del año ambiguo. Las empresas lograron un repunte en sus exportaciones, pero sufrieron una dura caída en el mercado interno.
Para entender el comportamiento del mercado, es necesario primero analizar qué ocurrió a nivel general. Según datos publicados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), en los primeros seis meses de 2024 la industria frigorífica vacuna produjo 1,490 millones de toneladas de res con hueso (r/c/h), lo que significó una caída de 10,1% interanual y una retracción de 168,1 mil tn r/c/h.
Al colocar estos datos en la perspectiva ‘histórica’ con el objetivo de comprender mejor los efectos de la extensa y profunda seca que afectó a la producción ganadera en los últimos años, surge que la venta anticipada de hacienda y la liquidación de vientres ubicó la producción de carne vacuna del primer semestre de 2023 en el lugar más alto de los últimos treinta y cinco años.
“A la inversa, la corrección del stock de madres y el impacto negativo de la falta de agua y alimento suficiente, hizo que la disponibilidad de hacienda para faenar en esta campaña fuera muy inferior, llevando la producción de carne al puesto Nº 8″; explicaron desde Ciccra.
Cuánta carne se vendió
Ahora bien, en lo que respecta puntualmente al consumo, los números arrojan resultados muy diferentes según el punto de vista. De acuerdo a las estimaciones del organismo, las exportaciones de carne vacuna habrían ascendido a 440,5 mil tn r/c/h en el período enero-junio de 2024, superando en 6,7% a las registradas en el primer semestre del año pasado (+27,6 mil tn r/c/h). Desde Ciccra aclararon que en el informe se excluyen los envíos de huesos con carne a China.
Por su parte, el consumo aparente de carne vacuna en el mercado interno habría sido equivalente a 1,05 millones de tn r/c/h, ubicándose 15,7% por debajo del nivel registrado en el primer semestre de 2023 (-195,7 mil tn r/c/h). De esta forma, el consumo aparente total habría retornado al nivel del primer semestre de 2021.
Al considerar el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo de carne vacuna por habitante quedó en 48 kg/año en junio de 2024. En relación a un año atrás la caída fue de 10,4%. En tanto, el promedio de los primeros seis meses del año se ubicó en 44,7 kilos/hab/año y resultó 16,7% menor al registrado en igual período de 2023.
Sube el precio de hacienda
En el sexto mes del año el precio del kilo vivo subió 5,9%, recuperó la caída de mayo y se ubicó en $1.412,05. El valor promedio de las vacas fue el que más se recuperó (+3,3% mensual), traccionado por las categorías regular (+2,4%) y conserva (+2,9% y +0,1%). En tanto, el precio de las vaquillonas subió 2,9% en el mes.
Por su parte, el valor del novillo aumentó 2,8% (novena suba consecutiva) y el de los novillitos hizo lo propio en 1,2% (también por noveno mes consecutivo). En cambio, la categoría “toro” mantuvo su valor (- 0,1%) y los MEJ continuaron perdiendo valor (-4,2% mensual; -9,9% en el último bimestre).
Al comparar los valores de junio de 2023 y junio de 2024, surge que el valor promedio se incrementó 312,8%. Esto se dio en gran medida por los mayores aumentos en novillitos, vaquillonas y vacas y por subas menores al promedio en novillos, toros y MEJ. “El precio de los novillitos subió 314,5% en los últimos doce meses, el de las vaquillonas aumentó 314,0% y el de las vacas hizo lo propio en 313,8%”, precisaron desde Ciccra.
Al deflactar por el nivel general del Índice de Precios Mayoristas (IPIM), en los tres casos se observaron subas entre 8,5% y 8,3% anual. Por su parte, el precio de los novillos se incrementó 291,1%, lo que arrojó una suba real de 2,4%. En cambio, en las categorías toro y MEJ la suba nominal interanual (276,4% y 268,6%, respectivamente) fue inferior a la del IPIM, con lo cual cayeron en términos reales (1,5% y 3,5%, respectivamente). La desagregación de la categoría vacas mostró que todas recuperaron valor en magnitudes similares (entre 9,2% y 11,0% real anual), con excepción de las vacas especiales jóvenes de más de 430 kilos, que sólo tuvieron un incremento de 1,4% real anual.