Las ventas de vino se están desplomando en el mercado interno y no dan ninguna señal de una posible recuperación. Si bien la baja no es una sorpresa, dado que el consumo en general está cayendo, sí llama la atención la magnitud de la caída.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante el primer cuatrimestre del año el consumo se contrajo 6,4% en la Argentina. Las bodegas pasaron de vender 222,5 millones de litros en los primeros cuatro meses del 2023 a comercializar 208,3 millones de litros en 2024, es decir 14,2 millones de litros menos.
Si se analizan las estadísticas por tipo de vino, se encuentra que la caída más significativa en términos porcentuales fue la de los vinos espumosos, cuyo nivel de ventas bajó un 30,7% durante los primeros cuatro meses del año, en comparación con igual período del 2023. En tanto, cayeron 5,5% las ventas de vinos sin mención varietal y 5,4% las de los vinos varietales.
Si en cambio se estudian los resultados por tipo de envase, se observa que las dos botellas más populares, la de 750 cm3 y la de 1.001 a 1.500 cm3, perdieron participación en el mercado. Las botellas comunes (750 cm3) registraron una caída del 6,6%, tras pasar de 91,2 millones de litros comercializados en 2023 a 85,2 millones en el primer cuatrimestre de 2024. Las más grandes, por su parte, dejaron de consumirse un 7,9%. Fueron 37,4 los millones vendidos en ese formato en 2023 y 34,4 los millones consumidos en 2024.
Los resultados son igualmente negativos en el caso del Tetra Brik, que sufrió una baja del 5,6% en el período analizado (se vendieron 5 millones de litros menos en ese tipo de envase). Se sumaron a las bajas las ventas de vinos en damajuana (-28,1%), lata (-33%) y Bag in Box (-58%).
Refugio en las exportaciones
La mayor parte de la producción de las bodegas se vuelca al mercado interno, pero una importante cantidad de empresas tienen sus fichas puestas en el mercado externo. Lo cierto es que el comercio internacional está sirviendo para amortiguar parte de la caída que se está dando dentro del país.
Al momento de analizar las estadísticas se pueden sacar dos grandes conclusiones, El primer cuatrimestre fue negativo para los exportadores, pero abril fue claramente positivo.
En el balance de los primeros cuatro meses del año, se encuentra que el volumen total exportado de vino fraccionado (casi la totalidad en botella) se contrajo un 4,2%. En volumen, la baja fue de 2,1 millones de litros.
A eso se le deben sumar las exportaciones de vino a granel (no fraccionado). Las estadísticas publicadas por el Indec muestran en ese caso una recuperación del 4,2%, lo que se traduce en una mejora de sólo 70 mil litros.
En total, sumando vino fraccionado y a granel, las exportaciones de vino bajaron un 2,2% en el primer cuatrimestre del año, pasando de 64 millones de litros exportados en 2023 a 62,6 millones de litros vendidos al exterior en el período enero-abril de 2024.
En términos de valor la baja fue aún mayor (3,5%). Según detalló el INV, en los primeros cuatro meses del 2023 las bodegas facturaron USD 217,2 millones, mientras que en igual período de este año lograron ventas por USD 209,5 millones. La retracción es más significativa que la observada en términos de volumen debido a que el precio promedio total de las exportaciones cayó un 1,4%.
Ahora bien, en lo que respecta puntualmente al mes de abril, los datos relevados por el INV señalan que hubo una fuerte recuperación del 32,1%, producto de una mejora del 35,8% en la comercialización de vinos fraccionados y un repunte del 21,8% en las exportaciones de vino a granel.
En términos de valor, el crecimiento fue del 27%. En total, se facturaron USD 51,1 millones en abril de 2023 y USD 64,9 millones en igual mes de este año.