La Canasta Básica Total (CBT) alcanzó en marzo un valor de a $773,856, tras aumentar 11,9% en relación a febrero. El estudio mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo para cubrir el 100% de sus necesidades básicas durante un mes. Por lo tanto, los hogares con ingresos inferiores a una CBT son técnicamente considerados pobres.
En simultáneo, el organismo estadístico presentó la actualización de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), estudio que mide el total de gastos que debe hacer una familia para cubrir únicamente sus necesidades alimenticias. En este caso, la CBA ascendió a $385.049, lo que implicó una suba de 10,9 por ciento. Las familias con ingresos inferiores a ese monto pasaron a ser consideradas “indigentes”.
De acuerdo a la medición, la CBT cerró el primer bimestre con una suba del 56% (5,4 puntos por encima de la inflación), mientras que la CBA registró un incremento del 48.8 % (es decir, 2,8 puntos por debajo del IPC general).
La canasta por grupo familiar
Para la conformación de las estadísticas de pobreza e indigencia se toma siempre en consideración -por ser el más representativo- a un hogar compuesto por cuatro habitantes, un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años. Sin embargo, el Indec presenta en su informe la canasta equivalente para otros grupos familiares.
Así, un hogar de tres integrantes, conformado por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61, tendrá que destinar mensualmente $285.027 al pago de sus alimentos (Canasta Básica Alimentaria) y unos $615.705 al pago de la totalidad de sus necesidades (Canasta Básica Total).
En tanto, un hogar de cinco integrantes (un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 años) necesita $376.588 para cubrir el costo de una CBA y $813.431 para contemplar el total de gastos de una CBT.
Se puede tomar también el ejemplo de una persona adulta sola. En ese caso, según el Indec, la CBA es de $115.873 y la CBT de $250.286
Carrera contra los salarios
Como se mencionó, la CBA tuvo una variación por debajo de la inflación en el primer trimestre del año y la CBT estuvo por encima. Sin embargo, lo realmente interesante será conocer cómo evolucionaron ambas canastas con relación a los ingresos de la población y no únicamente al Indice de Precios al Consumidor (IPC). Solo así, se podrá tener una idea bastante cercana de los futuros datos de pobreza e indigencia.
Por el momento, sólo ha dado a conocer la evolución salarial de los empleos registrados al mes de febrero, recién la próxima semana se contará con los de febrero, por lo que habrá que esperar para poder hacer la comparación. No obstante, el balance del primer bimestre del año ya ofrece algunos datos importantes.
De acuerdo al Gobierno Nacional, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) llegó en febrero pasado a los $619.007,5 y registró una suba del 11.5% en relación a enero. De ahí se desprenden dos conclusiones. Por un lado, queda en evidencia que los trabajadores están teniendo un ingreso promedio inferior a una CBT (en ese mes la Canasta Básica Total fue de $690.902). Por el otro, se encuentra que los salarios tuvieron, si bien más que duplicaron el nivel de ajuste del mes anterior, anotaron igual subas moderadas que los quedaron muy lejos del ritmo de incremento de ambas canastas.
La desaceleración de la inflación contribuirá, en la medida que exista a la vez un proceso de recomposición de ingresos, disminuir la pérdida de poder adquisitivo, lo que hasta ahora no se ha logrado ya que los salarios no logran seguir el mismo ritmo de suba que los productos y servicios de primera necesidad.