La alarma suena en el sector de importadores y proveedores de la salud. En un comunicado conjunto, las cámaras que representan a las empresas involucradas en la importación y suministro de productos médicos y de diagnóstico expresaron su preocupación por las dificultades actuales en la obtención de permisos de importación (SIRA) y el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), lo que podría llevar al país a un inminente riesgo de desabastecimiento.
Según los empresarios, hay dificultades en el abastecimiento de reactivos de diagnóstico, productos médicos, insumos, instrumentos, repuestos y materia prima necesarios para el funcionamiento de laboratorios de análisis clínicos, hospitales, clínicas, sanatorios y otros establecimientos de salud en todo el país.
Las razones detrás de esta preocupación son varias y van desde las demoras en la aprobación de los permisos de importación (SIRA) hasta la imposición de plazos de pago de hasta 365 días, condiciones que la mayoría de los proveedores extranjeros rechaza. Además, la falta de claridad en cuanto a las fechas de acceso al MULC y las inexplicables reducciones en los índices de Capacidad Económica Financiera (CEF) asignados a las empresas han generado una parálisis en el proceso de importación.
Las empresas importadoras del sector, explicaron que también se enfrentan a numerosos errores e inconsistencias en los sistemas informáticos de la AFIP al tramitar pagos, lo que agrava aún más la crisis.
“Pese a las entrevistas mantenidas con funcionarios a quienes expusimos esta problemática, actualmente la situación continúa sin cambios, agravándose día a día”, afirmaron en el comunicado.
Volver a mayo
En este contexto, las Cámaras involucradas hicieron un llamado urgente a las autoridades para que se retorne a las condiciones existentes antes del 12 de mayo, cuando los permisos de importación se aprobaban en 48 horas y se respetaban las fechas de pago convenidas con los proveedores. Además, sugieren que se tengan en cuenta los números de CUIT del importador junto con la habilitación expedida por ANMAT como parte de las soluciones a esta compleja situación.
Para los empresarios, la situación requiere una acción inmediata por parte de las autoridades para evitar una crisis de suministros que podría poner en peligro la atención médica en todo el país. Las cámaras de importadores y proveedores de la salud hicieron un llamado a la sensatez y a tomar medidas concretas para garantizar que los recursos esenciales lleguen a quienes más los necesitan en estos momentos críticos.
Firmaron el comunicado la Cámara Argentina de Insumos Implantables y Equipamiento Médico (Cadiem), la Cámara de la Industria Traumatológica (Cadit), la Cámara Argentina de Fabricantes de Implantes Médicos (Cafime), la Cámara Argentina de Fabricantes y Comerciantes de Ortopedia y Rehabilitación (Cafycor), la Cámara de Industrias de la Salud de la provincia de Córdoba (Caisal), la Cámara Argentina de Productores de Equipos Electromédicos (Capeem), la Cámara Argentina de Reactivos para Diagnóstico (Caprodi) y la Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE).
Sector en crisis
No es la primera vez que el sector de salud protesta por las dificultades para importar insumos. A fines de julio la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (Cadra) advirtieron que, por la falta de insumos, podía entrar en riesgo el tratamiento de 30.000 pacientes de diálisis.
El problema en ese momento, además de las restricciones técnicas para ingresar productos desde el exterior, era la incertidumbre que había generado la inclusión de múltiples productos en el pago del impuesto PAIS sobre el dólar importador (tasa de 7,5%). Si bien los insumos médicos quedaron exentos de esa obligación tributaria, las empresas sufrieron subas indirectas de sus costos y enfrentaron un escenario de ralentización de las importaciones.
“No se trata de una amenaza, simplemente es un dato de la realidad. Lamentablemente, las últimas medidas oficiales prometen agravar el escenario. Los insumos médicos se venden en cuentagotas porque aumentan semanalmente y los proveedores desconocen los precios del mismo producto siete días después”, habían explicado desde la entidad.
Algunos meses antes, en agosto de 2022, los laboratorios también habían advertido que podían faltar medicamentos por los problemas para importar. La Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) y la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) habían liderado la propuesta, encendiendo las alarmas por los problemas que llegarían más adelante.