La pobreza alcanzó un pico del 43,2% en la Argentina en 2023 por la aceleración inflacionaria y la devaluación, según un estudio de la Universidad Di Tella. Se trata del mayor registro desde que comenzó a medirse esta serie hace nueve años, por encima del hito de la pandemia.
El experto en estadísticas Martín González Rozada indicó en un informe que la Canasta Básica Total promedio de la región del Gran Buenos Aires (GBA) para el semestre marzo-agosto de 2023 “se estimó en $ 74.082 por adulto equivalente”.
“Esto es un aumento interanual de 121.6%. Para el promedio del ingreso total familiar (ITF) se proyectó para el semestre un incremento interanual de 98.5%”, explicó.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer que el índice de precios al consumidor (IPC) subió 12,4% en agosto y 124,4% el último año. En particular, los alimentos treparon 15% el mes pasado y 133% en los últimos 12 meses.
“Con estos datos y la simulación de los microdatos de la EPH del segundo y tercer trimestre de 2023 se proyectó la tasa de pobreza. El nowcast estima una tasa de pobreza de 43.2% para el semestre Mar23Ago23 con un intervalo del 95% de confianza entre [41.6%, 44.7%”, precisó el informe de la UTDT.
El Indec dará a conocer este viernes el nuevo dato de las canastas básicas alimentaria y total y el 27 de este mes la cifra oficial de pobreza del primer semestre del año. El número previo fue del 39,2% para el segundo semestre del 2022, contra 40,6% de 2021 y 42% del pico de la pandemia de 2022. El organismo informó un pico del 54% en 2003 y luego del 2007 las cifras comenzaron a evaporarse durante la manipulación de las estadísticas públicas; cifras alternativas, como las del Cedlas, indican que este fenómeno llegó al 30% cuando Cristina Kirchner dejó el poder en 2015.
Sin embargo, ese año, durante la 39° conferencia de la FAO (el organismo de las Naciones Unidas dedicado a la alimentación y la agricultura), la presidenta destacó que la pobreza en la Argentina estaba por debajo del 5%. Frente a las críticas recibidas, salió a defenderla su entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. “En la Argentina hay menos pobres que en Alemania”, afirmó. En tanto, su ministro de Economía, Axel Kicillof, indicó que los datos del Indec no se daban a conocer porque se trataba de un fenómeno “estigmatizante”. Con Mauricio Macri, el Indec volvió a brindar datos oficiales, que llegaron al 35% en 2019.
Pico y medidas
Si se confirmara la previsión de la UTDT, se habría alcanzado un nuevo techo: en 2020 esta universidad, que arrancó su serie con un dato del 31% en 2016, llegó al 42,9%.
“La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 38.7% para el primer trimestre de 2023, 44.4% para el segundo trimestre de 2023 y 43.1% para el bimestre julio-agosto de 2023″, precisó el informe dirigido por el reconocido econometrista.
“Esta proyección sugiere que el 43% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La población urbana capturada por la EPH en el semestre de referencia se estimó en alrededor de 29.2 millones de personas, lo que implica que alrededor de 12.6 millones viven en hogares urbanos pobres”, precisó.
El ministro de Economía, Sergio Massa, lanzó en los últimos días una serie de medidas para intentar compensar el inmediato pase a precios de la devaluación que el Gobierno adoptó tras las elecciones primarias de agosto último. De hecho, ayer el candidato presidencial oficialista culpó al Fondo Monetario Internacional (FMI) por el alto dato de la inflación registrado el mes pasado, aunque la inflación ya viajaba a una velocidad crucero de tres dígitos antes de esta medida y se encamina, según los expertos privados consultados por el Banco Central, a terminar en torno del 170% en diciembre próximo.
Entre otras decisiones, se subió el mínimo no imponible en el impuesto a las Ganancias para los trabajadores formales –incluidos en el segmento de mayores ingresos del mercado laboral- y se amplió la devolución del IVA para las compras de ciertos productos de la canasta básica.
Con una fuerte aceleración de la emisión monetaria, un déficit fiscal que crecerá con las últimas decisiones y una inercia que ya colocó al país con el tercer registro inflacionario más alto del mundo –y el segundo en la región luego de Venezuela- habrá que esperar para ver el impacto de estas decisiones sobre las altas cifras de pobreza e indigencia.