La producción de la industria manufacturera pyme mejoró 0,4% en abril en relación al mismo mes del año pasado y acumula un crecimiento de 1,8% en el primer cuatrimestre, pero está dando algunas señales de estancamiento y desaceleración, según datos publicados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“La aceleración de la inflación puso más dificultades para conseguir insumos. El 58% de las industrias consultadas manifestaron faltantes y demoras en las entregas. Hubo más especulación entre los proveedores, que cortaron financiamiento, priorizaron clientes con liquidez inmediata, subieron precios preventivamente, o directamente no entregaron mercadería esperando el techo del dólar”, explicaron desde el organismo.
Además, indicaron que el uso de la capacidad instalada de las empresas de la muestra tomada para el estudio se redujo levemente de 73,3% en marzo a 73,2% en abril, en línea con la dinámica del sector, marcada por bajo crecimiento e inversiones en compás de espera.
Tendencia de desaceleración
De acuerdo a la medición de la industria pyme realizada por CAME, el ritmo de crecimiento se viene desacelerando en los últimos meses. En diciembre de 2022 el sector venía creciendo a un ritmo del 3,2% interanual, pero fue desacelerando de forma casi continua, pasando por 2,6% en febrero, 2,4% en marzo y 0,4% en abril.
Si bien hace un largo tiempo que no se registran números negativos a nivel general, ya hay datos claros que confirman un ritmo de trabajo decreciente en algunas ramas de actividad.
El rubro de “alimentos y bebidas”, por ejemplo, es el que mejor resultado logró en el primer cuatrimestre (5,5% de crecimiento), pero en abril registró una variación mensual desestacionalizada del 4,6%.
También el sector de “metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte” cayó un 3% en abril en relación a marzo (variación desestacionalizada) y además en el cuarto mes del año sufrió una baja del 2,3%.
Se sumaron a las caídas mensuales de abril las ramas de “productos químicos y plásticos” (-1,8%) y “papel, cartón, edición e impresión” (-2,6%).
Mes con altibajos
Si se centra el análisis de la industria pyme en la comparación interanual, se encuentran algunas disparidades entre los diferentes sectores. El sector de “alimentos y bebidas”, que cayó en la comparación mensual, sí logró crecer 4,1% en comparación al cuarto mes del 2022.
De acuerdo al informe de CAME, las industrias de ese sector trabajaron con 73,6% de su capacidad instalada, con dificultades para abastecerse de materia prima, no sólo importada sino también nacional. No obstante, las empresas encuestadas aseguraron que la demanda se mantiene firme por el momento, lo que les permite atravesar el momento de inestabilidad macroeconómica.
También el rubro de “indumentaria y textil” creció durante abril en la comparación interanual (+6,9%). De hecho, fue el rubro de mejor desempeño en el cuarto mes del año. No obstante, desde CAME aseguraron que el sector atraviesa varios problemas que comprometen su nivel de actividad a futuro.
Por un lado, señalaron que la falta de recursos humanos, talleristas principalmente, está provocando una subutilización de las instalaciones, y generando cuellos de botella en las entregas. Además, indicaron que algunas empresas manifestaron problemas para conseguir insumos como tintas, telas e hilos especiales como los encerados.
“La diferencia estuvo en la urgencia: quienes necesitaron realizar compras inmediatas debieron buscar sustitutos o parar la producción. Quienes tenían stocks, pudieron encargar los insumos y continuar el ciclo normal”, explicaron.
En una situación similar se encuentra la rama de actividad de “madera y muebles”. Los datos publicados por CAME indican que las pymes de ese sector mejoraron 1% en abril en comparación a igual mes del año pasado. Sin embargo, las perspectivas de los empresarios no son alentadoras.
“Tuvimos un mes bueno, atípico, pero no sé cómo seguiremos hacia adelante. Para no quedar desabastecidos de materia prima, la política de la empresa es comprar para los próximos cuatro meses, nuestra inversión y ahorro hoy es en mercadería. Es imposible conseguir todos los insumos para una obra en el mismo momento, por lo cual manejamos un stock alto”, afirmaron desde una fábrica de muebles de Mendoza.
“Son momentos difíciles para el rubro, la madera aumentó dos veces en abril, entre 35% y 45% dependiendo el proveedor y los insumos cuesta conseguirlos”, advirtieron desde una maderera de Buenos Aires.
No es mucho más atractivo el escenario para las pequeñas y medianas empresas de la industria metálica, que se contrajo 2,3% en la comparación interanual de abril. El informe del organismo advierte que las empresas vinculadas al agro, especialmente las de granos y las avícolas, la están pasando muy mal por las sequías y la gripe aviar, factores que frenaron las exportaciones.
“Las ligadas a la construcción se mantienen activas, mientras que las fábricas de maquinarias manifiestan falta de financiamiento y demoras muy prolongadas cuando quieren acceder a las líneas promovidas desde los programas oficiales. Especialmente, es complicado para quienes tienen posibilidades de exportar, que no pueden esperar los tiempos de pago de sus clientes sin financiamiento”, sostuvieron.
Se mantiene en un marco de incertidumbre la industria de “productos químicos y plásticos”. Las pymes de esa rama de actividad mejoraron un 1,9% en la comparación interanual, pero el 70% de las firmas consultadas por CAME aseguró tener problemas para conseguir insumos importados necesarios para la producción.
El sector es particularmente dependiente de los insumos traídos desde el exterior, razón por la cual el ritmo de elaboración se está volviendo cada vez más lento. De hecho, algunas firmas aseguraron que tienen inversiones frenadas a la espera de mayor claridad política.
Sin duda, la rama de la industria pyme que peor la pasó en el cuarto mes del año fue la de “papel, cartón, edición e impresión”, que se desplomó un 12,7% en relación a abril del 2022. El informe sostiene que es el sector más afectado por la coyuntura económica, con problemáticas particulares en cada subrama industrial. Las imprentas, por ejemplo, tuvieron inconvenientes para abastecerse de papel, y vieron mermar los pedidos. Otras, más orientadas al rubro gráfico y edición, tuvieron un buen mes de la mano de la demanda electoral.
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