La inflación de los precios internos de los alimentos, medida como la variación interanual del componente alimentario del índice de precios al consumidor (IPC) de los distintos países, se mantiene alto, advirtió ayer el Banco Mundial (BM) en el marco de la previa a su Asamblea de Primavera junto con el Fondo Monetario.
En ese contexto, la entidad publicó la actualización de su reporte de Seguridad Alimentaria, en el que destacó un dato que, en la Argentina, se verifica en mucho mayor magnitud que en casi todas las economías relevadas por el organismo: la inflación de los alimentos se ubicó por encima del nivel general de suba de precios. Ese fenómeno es prácticamente universal. Pero el BM elaboró el ránking de los países más golpeados por la inflación de alimentos, con los datos actualizados entre diciembre y marzo último. Y en el listado de los primeros 10 más más golpeados por el fenómeno, la Argentina se ubicó en el 3° puesto, detrás del Líbano y Zimbabwe, y antes de Irán, Turquía o de países africanos como Ruanda, Ghana o Sierra Leona. En el continente americano, la Argentina encabeza el ránking, 6 puestos por encima de Surinam -que anotó una inflación de 59% en los alimentos-, pero en el que no figura Venezuela porque el organismo aclaró que recopiló estadísticas sólo de aquellos países que cuentan con los datos disponibles.
El informe se conoce pocos días antes de que se difunda, el viernes, el dato oficial de inflación del mes pasado para el que se espera una nueva suba, impulsada nuevamente -aunque no de manera excluyente- por la división de alimentos. Distintas mediciones privadas ubican el alza de esa categoría por encima de 7,5% mensual. Como anticipo, la medición oficial en la Ciudad de Buenos Aires arrojó un nivel de inflación general de 7,1% pero en el segmento de alimentos particularmente, la suba de precios alcanzó 9,1%, exactamente 2 puntos por encima del nivel general.
“Los precios de los alimentos muestran una alta inflación en casi todos países de bajos y medianos ingresos, con niveles de inflación superiores al 5% en el 82,4 % de los países de bajos ingresos y en el 93% de los países de ingresos medianos, mientras que también se constata en el 89% de los países de ingresos medio- altos, muchos de los cuales están experimentando inflación de dos dígitos”, sostuvo.
En cuanto a los países de ingresos altos, también en el 87,7% de ellos se registra alta inflación de alimentos, según el Banco Mundial.
El organismo también indicó que en el 90% de los 162 países que integraron el estudio, los precios de los alimentos subieron por encima del nivel general de los precios al consumidor.
Previsiblemente, el Banco Mundial identificó la guerra entre Rusia y Ucrania como un factor que potenció la suba de precios de los alimentos y aumentó la inseguridad alimentaria a nivel mundial, particularmente por el alza de los precios de los granos y también por la reacción de los diferentes países al nuevo escenario.
“Tras la invasión de Rusia a Ucrania, han aumentado las políticas relacionadas con el comercio impuestas por los países. La crisis alimentaria mundial se ha visto parcialmente agravada por el creciente número de restricciones al comercio de alimentos impuestas por los países con el objetivo de aumentar la oferta interna y reducir los precios. Al 13 de marzo de 2023, 23 países han implementado 29 prohibiciones de exportación de alimentos y 10 han implementado 14 medidas de limitación de exportaciones”, advirtió el Banco Mundial.
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