El mes pasado la Canasta Básica Total (CBT) aumentó 8,3% y alcanzó los $177.063, según la medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Se trata del estudio que mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo para cubrir el 100% de sus necesidades básicas durante un mes. Por tanto, los hogares que no tienen ingresos suficientes para llegar a una CBT son consideradas “pobres”.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), estudio que toma en consideración solo los gastos necesarios para cubrir las necesidades alimenticias -determina la línea de la indigencia-, tuvo una suba del 11,7% y alcanzó los $80.483 para una familia tipo.
En ambos casos, los incrementos fueron bastante superiores a la inflación, que avanzó 6,6% en ese mismo mes (la CBT la superó por 1,7 puntos y la CBA por 5,1 puntos). Eso quiere decir que los insumos de primera necesidad están aumentando a mayor ritmo que el IPC general, pese a los controles de precios en alimentos y combustibles.
También son considerables las diferencias en las variaciones acumuladas de los últimos doce meses. Es que mientras la inflación tuvo un incremento del 102,5% (de febrero de 2022 a igual mes de 2023), la CBT aumentó 111,3% (8,8 puntos más que el IPC) y la CBA presentó una variación del 115,1% (12,6 puntos por arriba del IPC general).
Un punto a tener en cuenta es que, aunque la CBT “oficial” es la que se mide para una familia tipo (hogar compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 años y una hija de 8), el nivel de gastos para cubrir las necesidades básicas es en realidad muy diferente según la composición de la familia.
Lo mismo ocurre con la Canasta Básica Alimentaria. Indec utiliza el modelo del hogar de 4 integrantes para determinar la línea de la indigencia, pero la medición varía considerablemente según la cantidad de integrantes y sus respectivas edades.
De todas formas, más allá de las diferencias que existen respecto a los niveles de gastos, todos los hogares debieron enfrentar los mismos aumentos en el último mes.
Los sueldos se quedan atrás
Las diferencias porcentuales entre las subas de las canastas básicas y la inflación llama mucho la atención, pero lo más preocupante es la amplia diferencia que la CBT y la CBA le sacan a los salarios.
Por ahora no es posible hacer una comparación directa con los datos de febrero, debido a que aún no se publica el índice de salarios del segundo mes del año, pero un repaso de lo ocurrido en los meses anteriores sirve para tener una idea de lo que está ocurriendo a nivel “poder adquisitivo”.
Según los datos oficiales del Indec, durante el 2022 el salario promedio aumentó 90,4% a nivel nacional. El mejor desempeño lo tuvieron los sueldos de los trabajadores del sector público (99,4%), mientras que los privados tuvieron un ajuste del 93,8% y los informes lograron una actualización de apenas el 65,4%.
En ese mismo período (enero a diciembre del 2022), la Canasta Básica Total tuvo un aumento del 100,3%, lo que significa que se incrementó 9,9 puntos porcentuales por encima del promedio de los salarios. La diferencia con los trabajadores informales llegó incluso a los 34,9 puntos.
Mayor aún es la brecha con la Canasta Básica Alimentaria. La CBA, según informó el Indec, aumentó 103,8% entre diciembre de 2021 y el último mes del 2022. Por tanto, la diferencia en ese caso fue de 13,4 puntos con el promedio general de los salarios y de 38,4 puntos porcentuales con los que peor la pasaron: los informales.
Con los informes de los próximos meses se podrá confirmar si esa diferencia persiste o no, pero los aumentos de los productos de primera necesidad dejaron una marca difícil de superar para los ingresos de los trabajadores en estos primeros meses de 2023.
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