Minutos después de que el Indec diera a conocer el dato de inflación de febrero, de 6,6% y muy por encima de lo que preveían las proyecciones privadas, comenzó un raid de reuniones entre funcionarios del equipo económico para hacer un control de daños sobre lo que había sucedido y acordar algún plan de acción hacia adelante. Una de las conclusiones que sacaron en el Ministerio de Economía fue que, además de las cuestiones macro -como la brecha, la inercia y las circunstanciales como la sequía- un grupo de productos que había salido del esquema de Precios Justos había tenido un salto de casi 10%, lo que encendió las alarmas en el equipo económico.
Cerca de las 16.30, treinta minutos después de que el IPC del segundo mes del año hubiese marcado el 102,5% de inflación interanual, ya había llegado al Palacio de Hacienda el secretario de Comercio Matías Tombolini y fatigó una serie de reuniones con sus colegas del gabinete económico. Resulta que febrero había sido el primer mes de vigencia de la nueva etapa de Precios Justos con aumentos autorizados más leves (3,2% por mes) para un muestreo amplio de productos.
Ese esquema de precios, además de tener ese conjunto de artículos con remarcaciones mensuales habilitadas, tiene una canasta congelada con valores sin cambios. Y, también, otro grupo que dejó de estar en el radar más urgente de la secretaría, ya que en el toma y daca con las empresas una de los consensos fue eliminar algunos bienes de las pautas de incremento controlado.
Es en ese segmento donde el Gobierno detectó que hubo un comportamiento que consideraron fuera de lo previsto. Ese grupo de productos, aseguran en los despachos oficiales, planillas en mano, tuvieron un incremento de 9 por ciento solo en febrero.
Otra conclusión que sacaron los técnicos de Comercio desde noviembre, cuando empezó a tener vigencia Precios Justos, la variante que reemplazó a Precios Cuidados, fue que en términos generales, al observar el acumulado de los cuatro meses que transcurrieron, los valores tuvieron una variación de 18,4%, cuando en los despachos involucrados en las conversaciones con las empresas proyectaban un 16,7 por ciento.
“Nosotros sostenemos reuniones con todas las compañías de Precios Justos, que son unas 600. En la última semana de febrero el rebote nos dio información más precisa y desplegamos gestiones respecto al comercio de cercanía, porque vimos que los precios van a una velocidad distinta que en los supermercados”, mencionó un funcionario involucrado con la gestión de Precios Justos. un 17% en el cuatrimestre y fue de 20,9 por ciento. El único segmento que tuvo un “sobrecumplimiento” ene limpieza y perfumería.
El esquema de Precios Justos seguirá su marcha con la pauta de incrementos de 3,2% mensual y a pesar del mal dato de inflación de febrero, ese margen de subas mensuales no será revisado, aseguraron fuentes oficiales. De hecho, creen que deberán reajustar el alcance de Precios Justos hacia comercios de cercanía donde, aseguran, los aumentos estuvieron bien por encima de las cadenas de supermercados.
“Nosotros sostenemos reuniones con todas las compañías de Precios Justos, que son unas 600. En la última semana de febrero el rebote nos dio información más precisa y desplegamos gestiones respecto al comercio de cercanía, porque vimos que los precios van a una velocidad distinta que en los supermercados”, mencionó un funcionario involucrado con la gestión de Precios Justos.
“El sendero de Precios Justos tiene más demanda en canal supermercados, que están sujeto al acuerdo. Los aumentos más fuertes se dan fuera de ese circuito. Tenemos que continuar los esfuerzos para abarcar más” en los acuerdos, indicaron desde un despacho oficial.
Con un mirada más macroeconómica, otro funcionario consideró que los acuerdos de precios con empresa tienen una función más bien de “taladro” en la pared, cada vez más gruesa, de inercia inflacionaria mensual que registra la economía. Aseguran, en Comercio, que los últimos datos de IPC tan altos -6% en enero y 6,6% en febrero- no pondrán en revisión las pautas de incremento consensuada de 3,2% por mes, que alcanza a unos 50 mil productos. De todas formas, creen que deberán cruzar llamados con empresas de consumo masivo para pedir explicaciones.
Marzo tiene, de por sí, con un componente estacional que lo hace más propenso a una aceleración del ritmo de inflación. Por lo que en el equipo económico ya avizoran que las posibilidades de mejorar los números en relación con febrero son escasas, y más con una inflacion núcleo que pegó un salto desde 5,4% a 7,7 por ciento. En el Palacio de Hacienda admiten que el piso inercial que necesitan perforar se ubica mes a mes un poco más arriba.
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