Comienza una semana de fuerte bajas de las reservas por los pagos que deben afrontarse de la deuda.
Hoy habrá vencimientos de bonos locales que se emitieron tras salir del default en agosto de 2020 por el equivalente a USD 1025 millones porque hay bonos Globales y Bonares en dólares y euros. El viernes se depositó una parte de los fondos por eso las reservas bajaron 406 millones a USD 44.425 millones.
Pero la cuenta no termina allí, hoy vence la cuota más alta del REPO con el FMI por USD 1.282 millones. Los pagos sumarán USD 2.303 millones. Todos los lunes que restan del mes habrá pagos al FMI. El dinero al organismo multilateral es devolución del giro que le hizo el 21 de diciembre pasado de alrededor de USD 5.900 millones cuando se elevaron las reservas de USD 39.052 millones a 43.263 millones.
Todos los movimientos del FMI, que suben y bajan las reservas, son asientos contables; no hay efectivo. La moneda del FMI es el Derecho Especial de Giro y es contable.
Los movimientos de alzas de los bonos de la deuda tienen que ver con el cumplimiento de los pagos de los títulos una carga liviana para este Gobierno y pesada para el que lo suceda. Pagar los bonos, da seguridad a los inversores.
Por eso no extrañó que el riesgo país el viernes perforara el piso de los 2.100 puntos básicos y se instalara en 2.084 puntos gracias a la suba de más de 1,50% de los bonos Globales de la deuda con legislación extranjera que son los que se utilizan para conformar el índice embi de J.P. Morgan que hace esta calificación.
Recomendaciones
El City, Bank of New York y UBS comenzaron a recomendar a sus clientes a poner riesgo argentino en sus carteras. Para ellos los bonos locales tienen espacio para la suba. Los de más largo plazo tienen tasas de retorno que superan 23%, algo imposible de conseguir en el planeta. Un bono del Tesoro de Estados Unidos a ese plazo paga menos de 3%.
Lo curioso es que hoy el problema son los bonos en pesos que se han tornado impagables y provocaron que S&P Global Ratings los rebajara a “default selectivo” tras el canje del miércoles que el Gobierno consideró un éxito.
Pero más allá de estos avatares, hoy en los inversores argentinos está ausente la aversión al riesgo porque las apuestas son al futuro: a un cambio de Gobierno. Por eso la Bolsa operó un récord de $5.233 millones, un monto más elevado que los ADRs -certificado de tenencias de acciones en Nueva York- que movieron $4.750 millones.
El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, el viernes subió 1,97% en pesos y 3% en dólares y venía de un fuerte rebote la rueda anterior.
En tanto los dólares alternativos siguen controlados por el Banco Central. El monto de negocios fue regular USD 182 millones.
El MEP perdió $2,76 (0,8%) y cerró en $329,91, mientras el contado con liquidación cayó $3.24 (-0,9%) a $338,92. El “blue” subió $1 a $354. “En las pantallas se pudo observar la intervención oficial sobre el contado inmediato a través del bono GD30. El Fondo de Garantía de la Anses, ayudó.
Impresión
Da la impresión de que el gobierno no quiere dejar escapar a estos dólares porque la brecha entre el tipo de cambio oficial y el “blue” es 90% y origina presiones inflacionarias y presiones de devaluación”, señaló el trader Esteban Monte.
La opinión de Salvador Vitelli, analista financiero y especialista en agronegocios, coincide. “Se vio una intervención del GD30 en pesos y sobre el final se ve una diferencia interesante porque se ve una suba del GD30D den dólares que voltea al MEP a partir de las 16.30 pasando de $331 a $329″.
En la plaza mayorista, el dólar subió 32 centavos a $179,27 y se sigue retrasando el tipo de cambio. El Banco Central no hizo compras y la situación entre productores y exportadores sigue complicada. “El comunicado de la Cámara Arbitral no soluciona nada porque los precios de la pizarra no son vinculantes. La exportación puede no acatarlos y ellos tienen la sartén por el mango”, opinó Vitelli.
Hoy comienza una semana con más actividad porque reaparecerán algunas manos que estaban de vacaciones y la situación entre el dólar y la deuda en pesos es tensa, mientras en la Bolsa apuestan a que seguirá la euforia.
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