Se sabe, la realidad de los precios en los barrios populares puede ser muy diferente a la de las góndolas en las grandes cadenas de supermercados. Particularmente en el rubro de alimentos. Sin embargo, en diciembre se achicó la brecha de acuerdo con los resultados que arrojó para el mes pasado el índice de precios barrial (IPB) en el conurbano bonaerense.
En línea con la desaceleración de la inflación de alimentos que el Indec registró en noviembre –dato que se espera se repetirá en la medición de diciembre que se conocerá la próxima semana–, la suba de la canasta básica de alimentos en comercios de cercanía en diferentes municipios del Gran Buenos Aires ascendió a 3,57% en diciembre y dejó de ser el principal motor de la inflación general también en el conurbano, donde los aumentos de tarifas y la quita de subsidios tienen un menor impacto.
El IBP es un indicador basado en el relevamiento mensual de 57 productos básicos de la categoría alimentos y bebidas en 900 comercios de cercanía distribuídos en 20 municipios del GBA que elabora el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI). Por la muestra con la que trabaja, la medición no suele capturar el impacto de los diferentes programas de precios, ya que los mismos no están disponibles en el tipo de comercios que participan del relevamiento. Esto determinó, históricamente, una amplia diferencia entre el registro oficial y el índice barrial, que durante el año llegó a rozar los 3 puntos pero que, en los últimos meses, comenzó a moderarse.
Por caso, mientras para el Indec los precios de los alimentos aumentaron en el GBA 6,7% en octubre, el IBP registró una suba de 7,7%, algo similar a lo que ocurrió en noviembre, cuando los índices arrojaron resultados de 3,1% y 4,1% respectivamente.
Para el mes pasado, en tanto, el IBP arrojó una suba de 3,6%, lo que marcaría una brecha menor a un punto con el dato oficial. Si bien recién será difundido el próximo jueves, la expectativa oficial que convalidan los relevamientos privados indican que los precios de los alimentos habrían aumentado en torno a 3 por ciento.
Con todo, a pesar de esta mejora, los alimentos en los barrios populares duplicaron su precio durante el último año, incluso algo más: crecieron 101,36% en todo 2022.
“Los alimentos fueron el motor de los aumentos de la canasta básica total; el promedio de sus incrementos estuvo por encima de los que hubo en la mayoría de los otros rubros. Sin embargo, en los últimos meses se observa un cambio en esta tendencia de la mano de subas importantes en gastos del hogar, electricidad, y otros similares”, explicó el economista Isaac Rudnick, a cargo del trabajo quien recordó que también según los datos oficiales, la canasta básica total (CBT) tuvo en noviembre una suba de 4,4%, por encima de la canasta básica alimentaria (CBA) anotó un 3,1% de suba.
“Pero a lo largo del 2022 la relación fue inversa: 97,4% de la CBT contra 101,8% de la CBA”, agregó.
Sin contar el rubro textil, que durante el año pasado estuvo por arriba de los otros rubros, los alimentos están por encima de las secciones principales que constituyen la canasta de pobreza. “Pero esto –tanto a nivel nacional como en el Gran Buenos– empieza a cambiar en los últimos meses y lo sucedido en noviembre, es una muestra de esta nueva situación”, precisó Rudnick.
Igual que a nivel nacional, entre los alimentos que más aumentaron se encuentran en diciembre las frutas y verduras, con subas de 10%, mientras que a lo largo de 2022 el incremento fue de 191 por ciento.
Más moderadas fueron las subas en los productos de almacén, con un aumento mensual de 2% y de 108% para todo el año mientras que es la carne, el producto de gran incidencia en la canasta alimentaria, lo que menos subió: los precios en las carnicerías crecieron 1,8% en diciembre y cerraron el año muy por debajo de la medición total, con 56,6 por ciento.
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