Compras pequeñas y solo de productos en oferta: las estrategias de los argentinos para enfrentar la inflación

Un estudio reveló las principales tendencias de la población a la hora de consumir alimentos en un contexto de suba de precios constante

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Buscar ofertas y comprar lo que se va a consumir a corto plazo son las principales estrategias de los argentinos para enfrentar la inflación. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
Buscar ofertas y comprar lo que se va a consumir a corto plazo son las principales estrategias de los argentinos para enfrentar la inflación. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

Un estudio sobre los hábitos de consumo de alimentos de los argentinos reveló que la mitad de la población del país compra productos en oferta que se encuentran en los supermercados y adquieren únicamente lo que van a consumir en el corto plazo, como método para enfrentar la inflación creciente.

Asimismo, el 50 por ciento de los encuestados consideró que el dinero es el aspecto más relevante a la hora de mejorar la propia alimentación, mientras que la segunda motivación para lo mismo es el compromiso o motivación personal.

Los datos fueron compartidos por la Fundación Colsecor, a través de su “Estudio sobre Consumos de Alimentos en Argentina”, en el marco de una inflación nacional sin freno, que marcó subas del 6,2% en septiembre y un acumulado anual del 66,1 por ciento.

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Fuente: Fundación Colsecor
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El Estudio reveló también que el 90,8% de los encuestados no realizan ningún tipo de dieta particular.

Algunos factores que motivan la selección de los alimentos es que sean agradables en sabor, olor y textura (56%) y de buena calidad (46%). “Un avance en las motivaciones de alimentos es que no aumenten el colesterol, la glucemia, el sobrepeso y la cantidad de las calorías, azúcares, sodio y grasas. La tercera razón más elegida es que sean alimentos aconsejados por profesionales de la salud. En cuarto lugar aparecen la necesidad de ingerir proteínas y que los alimentos no estén genéticamente modificados”, sostuvieron.

Otro de los datos significativos es que el 71% de los argentinos se asume omnívoro, es decir que consume carne frecuentemente además de vegetales. El 25% de este grupo se considera “flexitariano”, lo que significa que comen diferentes tipos de carnes de vez en cuando, pero intentan reducir el consumo de las mismas; sólo el 1% de los encuestados dijo ser vegano.

Fuente: Fundación Colsecor
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“Sin carne no hay paraíso, especialmente para los varones”, dice el documento, ya que el 61,3% acuerda mucho o algo en que la carne es insustituible en su dieta y es mayor la proporción de varones suscribe esta afirmación que la de mujeres: 69,1% y 52,2% respectivamente.

Otra distinción remarcable respecto al género de los encuestados es que si bien el 65% en promedio está de acuerdo con que comer carne es una práctica natural e indiscutible, es el 80% de varones frente al 58% de mujeres. Solo el 14% acuerda que se sentiría bien con una dieta sin carne.

Fuente: Fundación Colsecor
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“El mayor porcentaje de rechazo proviene de los jóvenes entre 15 y 24 años”, detallaron en el informe.

Por último en este apartado, se reveló que “motivados por el sabor, equivalencia calórica o precios”, un 35% de los encuestados redujo su consumo de carne y el 28% que la reemplazó por vegetales y alimentos basados en plantas o que selecciona un día de la semana en el que no la consume.

En lo que respecta a la salud y al bienestar físico, la fórmula del cuidado para los argentinos es “hacer ejercicio”, con un 43% de las respuestas, y “cuidar la propia alimentación”, con un 40%. Relacionado a esto, solo el 28% dijo estar “muy de acuerdo” con que es fácil organizarse para comprar y comer sano y variado.

En la búsqueda de mejorar los hábitos alimenticios, más de la mitad de los encuestados dijo leer las etiquetas. Dentro de este grupo, el 39% dijo que “es importante leer las etiquetas de los productos que se compran”, y el 33% dijo que los hacen para “ver la calidad de los alimentos”.

Fuente: Fundación Colsecor
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Asimismo, es alta la aceptación de los beneficios de la ley de etiquetado frontal para la salud, pero no tanto la creencia de que logrará que las industrias alimentarias modifiquen sus productos por otros más saludables. Solo el 29% cree que el etiquetado frontal logrará que las empresas sigan ese camino.

Las personas encuestadas se manifestaron muy de acuerdo con dos ideas: que la advertencia de excesos de grasas, sodio y azúcares ayudará a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos (43%) y que la prohibición de venta de alimentos con exceso de grasas, sodio y azúcares en las escuelas disminuirá la malnutrición en niños y niñas (40%).

Por último, en cuanto a las bebidas consumidas por los argentinos, el 57,2% de los y las argentinas manifestó la ingesta de agua como principal bebida. La segunda preferencia de consumo son las infusiones, tes y cafés por ejemplo, con el 42,3%. Mucho más atrás las gaseosas con 21,8% y las aguas saborizadas con un17% y la leche con un 14,2%. La pregunta hace alusión a la bebida que más se consume, no a si consume cada una en particular, por lo que llama la atención que el 11,4 que respondió vino y 7,4% cerveza. En lo que respecta al alcohol, el 27% dijo consumirlo de forma semanal.

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