Sergio Massa espera mostrar esta semana los primeros resultados de las medidas anunciadas el último miércoles, con el foco puesto en la acumulación de reservas. Luego de un arranque de agosto con fuertes pérdidas para el Central, el objetivo es empezar a mostrar que empiezan a ingresar los USD 5.000 millones prometidos por exportadores como adelanto. Pero el propio ministro de Economía reconoce que esto será sólo un “puente” para estabilizar el mercado cambiario. A partir de esta primera acción vendrán más medidas para darle al Banco Central un mayor colchón de reservas.
En esta primera etapa el objetivo del flamante equipo económico pasa por “estabilizar”, que es básicamente frenar la suba de los dólares financieros y empezar a reducir la brecha cambiaria Pero para eso habrá que empezar a mostrar algunos resultados de corto plazo.
Por lo pronto, la demanda de importaciones de energía se reducirá este mes de USD 1.900 millones estimados a sólo USD 1.200 millones. Esto permitirá ahorrar USD 700 millones en reservas, junto a los esfuerzos simultáneos para acumular divisas.
Un clima más benigno ayudó y ahora el Gobierno está en pleno proceso de revender barcos regasificadores que ya habían sido adquiridos y en otros casos se devolverán. Al mismo tiempo, se buscará ampliar el uso de energía de Yacyretá, obviamente más barata que la energía internacional. `
Al mismo tiempo se encuentra en estudio un esquema de swap o canje con exportadores para adelantar divisas vía contratos a futuro. Se trata de mecanismos más sofisticados que permitan adelantar ingreso de dólares y ganar tiempo mientras se elaboran otras medidas.
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El objetivo es mostrar esta semana que comienza los primeros resultados concretos de acumulación de dólares para luego sí trabajar en la “sintonía fina”. Ayer Massa anunció por redes sociales que el lunes presentará un decreto para brindarle a las petroleras un esquema de incentivos para aumentar las exportaciones y generar más divisas.
El primer objetivo de Masas pasa por “estabilizar”, poniendo el foco en los dólares financieros y la brecha cambiaría. El adelanto de dólares comprometidos por los principales sectores exportadores debería empezar a notarse esta semana, un primer paso para fortalecer las reservas del Central
Además, también se están evaluando opciones para el mercado turístico, con el objetivo que las divisas que ingresan los extranjeros le queden al Banco Central en vez que los dólares se cambien en “cuevas” o en las conserjerías de los hoteles. El dólar ahorro por ahora va a continuar. “No es que sea razonable mantenerlo, pero políticamente es complicado sacarlo ahora”, indican.
La llegada de Massa a Economía con amplias facultades despertó cierta expectativa entre los inversores, pero por ahora son más las dudas que las certezas. Es posible que la ansiedad sea mala consejera teniendo en cuenta los grandes desequilibrios que se vienen arrastrando, especialmente en materia fiscal y monetaria. El flamante ministro es consciente de que precisará medidas más contundentes para ganar la confianza de los mercados. Tiene una ardua tarea por delante. La primera es convencer a algunos sectores del Gobierno sobre la situación extremadamente crítica que enfrenta la economía.
Críticas del exterior
Bancos de inversión como J.P.Morgan y Goldman Sachs criticaron las primeras medidas adoptadas, considerándolas como mínimo insuficientes para considerarlas un plan de estabilización. La calificadora Moody´s fue más cruda aún. En un comunicado manifestó su satisfacción por la decisión de achicar el déficit fiscal, pero enseguida puso reparos: “En vista de la elevada volatilidad política en el país, esperamos un escaso apoyo general a las políticas de austeridad antes de las elecciones presidenciales de 2023, lo cual seguirá debilitando la capacidad del país de cumplir con las metas del FMI, especialmente en materia fiscal”.
Massa no sólo deberá lidiar con un situación muy vulnerable en materia económica y sobre todo financiera. También debe imponerse a sectores dentro del Gobierno que todavía no aceptan o no están plenamente conscientes de la gravedad de la situación
No hay que esperar demasiado de los organismos multilaterales. El BID podría destrabar algunas líneas que no había desembolsado hasta ahora y puede haber algo por el lado de la Corporación Andina de Fomento. Aun con viento a favor, lo máximo que podría conseguir la Argentina en los próximos meses por esta vía está entre los USD 1.500 millones y USD 2.000 millones. Cualquier de las dos cifras es paupérrima teniendo en cuenta la necesidad de conseguir un colchón suficiente como para evitar presiones devaluatorias.
El “repo” que se estaría negociando con bancos internacionales y un fondo soberano, según detalló el propio Massa, estaría más que verde. ¿Qué entidad aceptaría prestarle por ejemplo USD 1.000 millones a la Argentina contra la garantía de un bono a precio de default?
Lo mismo sucede con la posible recompra de deuda en dólares mencionada por Massa, sin mayores detalles. ¿De dónde saldrían los dólares del Gobierno para hacerlo? El riesgo país a 2.500 puntos dejó en claro que los inversores ven pocas chances de que se efectivice.
En agosto habrá menos necesidad de importaciones de energía, ya que bajarán de los USD 1.900 millones estimados a sólo USD 1.200 millones por el clima menos frío que lo esperado a lo largo del invierno. Sin embargo, el costo total ascendió a cerca de USD 9.000 millones, con el consiguiente agujero en las reservas
Los incentivos para que los exportadores puedan liquidar a un tipo de cambio más competitivo por ahora no aparecen. Tal vez podría quedar para una segunda etapa, avanzando hacia un desdoblamiento cambiario que además permitiría que el Central compre los dólares que traen los turistas extranjeros. Ese esquema implicaría prácticamente reconocer que el dólar financiero, hoy cercano a los $ 290, es el que rige a la economía. El flamante ministro, sin embargo, ya dejó en claro que no es él quien piensa asumir los costos de una eventual devaluación.
Las dudas también se instalaron en relación a la quita de subsidios por consumo, tanto en luz, gas y agua. Las idas y vueltas en torno a quién quedará al frente de la secretaría de Energía demuestran que no es fácil avanzar con una medida que tendrá impacto en hogares de clase media y posiblemente también media baja. Será todo un desafío para Massa poner esta idea en marcha en tiempo récord y que empiece a aplicarse el mes próximo. La rapidez es un tema fundamental para bajar el déficit fiscal, tal como se negoció con el FMI. Los $ 500.000 millones que estimó de ahorro potencial el propio ministro lucen como un cálculo sumamente optimista.
El compromiso de ponerle un freno a los adelantos transitorios del Banco Central también debe ser tomado con pinzas. La consultora Equilibra, dirigida por dos economistas que trabajan desde hace años con Massa como Diego Bossio y Martín Rapetti, dieron pistas de cuál es el panorama que se abre para lo que resta del 2023. Para alcanzar realmente el objetivo de “emisión cero”, el Tesoro debería buscar en el mercado local unos $ 760.000 millones más de financiamiento en lo que resta del año. Pero si no fuera posible hay otras opciones para emitir a través de otros mecanismos –detalla Equilibra- como la compra de bonos en pesos en el mercado secundario, algo que ya estuvo haciendo prolíficamente el Central en junio y julio. En el último bimestre el BCRA “empapeló” al mercado con más de 2 billones de pesos a través de este mecanismo.
El informe también menciona la posibilidad de “modificar regulaciones de encajes para seducir a los bancos y alcanzar un mayor financiamiento neto en el mercado de deuda”. Con una inflación que se calcula en 90% para este año, un Banco Central que ya se quedó sin reservas líquidas y una enorme cantidad de pesos emitida en los últimos dos meses, los desafíos de la nueva conducción económica son mayúsculos. También lo es la ansiedad de los inversores, que recibieron favorablemente a Massa pero ahora esperan resultados concretos antes de realizar cualquier apuesta.
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