Las benévolas temperaturas de julio, las mayores compras de electricidad a Brasil y oportunos manejos comerciales de la secretaría de Energía y Cammesa, la compañía mixta que administra el mercado mayorista de electricidad, le permitieron al Gobierno ahorrar algo más de USD 202 millones en compras de Gas Natural Licuado (GNL), el gas que viene en buques metaneros, licuefacto a temperaturas cercanas a 160 grados bajo cero, y se regasifica en los puertos de Bahía Blanca y Escobar antes de inyectar a la red nacional de gasoductos.
En primer lugar, ayudó que las temperaturas de julio fueron superiores a las de junio y a lo que se preveía para el mes. “El día de hoy (por este sábado) es un buen ejemplo, a fines de junio se preveía para julio una temperatura media de 10,3 grados (escala Celsius), pero está terminando con un promedio de 12 grados”, precisó Sebastián Bonetto, gerente general de Cammesa.
El mes pasado había sido uno de los 5 junios más fríos de los últimos 80 años y auguraba mal para julio. Sin embargo, explicó Bonetto, en la segunda quincena del mes el promedio fue de 13 grados y en la última semana se registraron, incluso, mínimas de 17 grados.
Esto hace que baje la demanda prioritaria de gas, suba la disponibilidad para usinas y caiga la demanda de electricidad. El factor climático contribuyó así a una menor demanda de combustibles en general: tanto de GNL como de Gasoil y Fuel Oil, fuentes de buena parte de la generación eléctrica.
Por otra parte, durante julio la Argentina importó de Brasil más de 1.000 GigaWatts (GW) de electricidad a menos de USD 100 el MegaWatt hora (MWh), lo que permitió también ahorrar 280.000 metros cúbicos de gasoil, equivalente a cinco barcos de importación de ese combustible líquido.
De parabienes
El factor climático y la prodigalidad y el buen precio de la oferta eléctrica brasileña permitieron que la secretaría de Energía y Cammesa capitalicen lo que Bonetto llamó “oportunidades de mercado”, reprogramando cargamentos y prescindiendo de 3 cargas de GNL que ya habían sido licitadas por Enarsa (Energía Argentina SA) para entrega en agosto, por un valor de USD 156 millones.
Además, como debido al recorte de la oferta de gas ruso a los países de la Unión Europea, por las derivaciones económicas de la guerra en Ucrania, el GNL cotiza en Europa a USD 42 el millón de BTU, contra los USD 24,4 promedio a los que el gobierno había adquirido las cargas de GNL en su más reciente licitación, los proveedores pudieron redirigir su oferta pagándole a la Argentina un “premio” de poco más de USD 46 millones, con lo que el Gobierno terminó ahorrando USD 202 millones en concepto de GNL.
Buenas compras
Enarsa había comprado a muy buen precio el GNL destinado a abastecer la “demanda prioritaria” y de usinas eléctricas, que se cubrió con las compras a Brasil, que actualmente –explicó Bonetto- tiene excedentes de electricidad y a precios muy competitivos, menores a USD 100 el megawatt hora. Para dimensionar cuán buen precio implican ese valor, Bonetto explicó que si se genera con Gasoil o Fuel Oil, el costo del MWh es de más de USD 200, esto es, más del doble. Las compras de electricidad a Brasil, al permitir el ahorro de combustibles líquidos, permitieron que Cammesa reprograme, con descuento, la carga de 3 barcos de Gasoil y 2 de Fuel Oil cuyo despacho pasó de agosto a septiembre.
Bonetto indicó también que Bolivia está cumpliendo la provisión de gas (a un precio promedio de entre USD 13 y 14 el millón de BTU) acordada en la más reciente adenda al contrato de provisión original, firmado en 2006. “Bolivia tiene una curva en forma de campana: en los primeros meses del año inyectó unos 8 millones metros cúbicos por día (Mm3d) y con la adenda pasó a 14 Mm3d como mínimo de junio a septiembre”, destacó.
Y contra las voces que advertían la declinación de la producción gasífera boliviana y el riesgo de incumplimiento, dijo Bonetto, Bolivia está entregando entre 1 y 1,5 Mm3d más de gas que el mínimo establecido, lo que para la Argentina se traduce en una menor dependencia del abastecimiento de GNL.
“Todo el tiempo estamos buscando eficiencia y generando ahorros, en base a lo que pasa en Brasil, el mundo y las cuestiones climáticas. Un grado más o menos cambia mucho las cosas”, explicó Bonetto. El mercado eléctrico argentino, enfatizó, es grandísimo. Para dimensionarlo, señaló que Uruguay consume unos 2.000 MW diarios, poco más de lo que la Argentina importa por día de Brasil, amén de que llegó a un récord diario de 27.000 MW. “Esto marca una administración eficiente e inteligente de los recursos”, concluyó el funcionario.
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