La inflación de la Argentina superó a la suba de precios oficial de Venezuela en los primeros cinco meses del año. Más aún, la inflación de este año de ambos países podría estar cerca de converger en diciembre, luego de varios años de hiperinflación que sufrió Venezuela.
La Argentina, cuyo resultado dio a conocer el 14 el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), registró una inflación del 5,1% el mes pasado, del 29,3% desde enero y del 60,7% en los últimos 12 meses. En 2020 el Indec registró una inflación del 36,1% y en 2021 del 50,9 por ciento.
En tanto, el Banco Central de Venezuela informó que la inflación de los primeros cinco meses del año en ese país fue del 23,9%, con un 6,5% en mayo y 167% en el último año. En 2020 llegó al 2986% y en 2021 al 686 por ciento. Se trata de un reporte más bajo que el del Instituto Venezolano de Finanzas, que fue del 10,1% en mayo, del 34,1% desde enero y del 151% en los últimos 12 meses.
En 2018, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aplicó una moción de censura -como en 2013 a la Argentina- al gobierno de Venezuela por la falta de regularidad en la difusión de sus estadísticas oficiales, que su staff atribuía al deterioro institucional del país gobernado por el régimen autoritario de Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro después.
La consultora Latinfocus prevé que Venezuela termine el año con una inflación del 96% y la Argentina del 68,5%, aunque la mayoría de los analistas ya estiman que superará el 70% y algunos, como ECO GO, la calculan en el 86 por ciento.
Por primera vez en varios años, la inflación de Venezuela se ubicaría sólo en 2 digitos, 96%, frente al 72% de promedio que se prevé para la Argentina, aunque algunos creen que superará el 80%
En mayo, Paraguay alcanzó el 0,2%, el 6,1% en cinco meses y el 11,5% en un año. En tanto, en Perú llegó al 0,3% el mes pasado, 3,5% en cinco meses y 8,3% en 12 meses; por otro lado, en Bolivia la suba del índice general de precios al consumidor fue 0,4% el mes pasado, 0,8% desde enero y 1,4% los últimos 12 meses. En Ecuador, llegó al 0,6% en mayo, 2,2% desde enero y 3,4% en el último año y en Colombia al 0,8%, 6,5% y 9%, respectivamente en esos períodos. En Brasil ascendió al 0,4% el mes pasado, al 4,7% en cinco meses y al 11,7% en el último año; en México al 0,1%, 3,3% desde enero y al 7,6% en un año.
Según Latinfocus, Uruguay terminaría este año con una inflación del 8,6%, Brasil 8,4%, Colombia 8,3% Paraguay 8,1%, México y Chile 6,7%, Perú 5,8% y Ecuador 2,8 por ciento.
Varios países de la región han subido la tasa de interés como método para combatir la inflación. El Banco Central que conduce Miguel Pesce también hizo un fuerte movimiento en este sentido, con una suba de 500 puntos la semana pasada.
La semana pasada el Banco Central subió las tasas en forma agresiva, aunque para los analistas sigue corriendo detrás de la inflación
El último mes se dispararon las proyecciones de inflación para 2022: los consultores esperan un alza del 72,6%, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica cada mes el Banco Central, frente al 62% fijado como tope por el Gobierno y el FMI la semana pasada. Las consultoras para junio pronostican un 5 por ciento.
María Castiglioni indicó a Infobae que “el Banco Central ha ido subiendo la tasa pero la inflación se aceleró más todavía; y no la sube más porque apuesta a que en estos meses la inflación va a bajar desde 6% mensual a menos de 5% y más aún en los próximos meses”.
“Si hacés la tasa efectiva, es decir, vas capitalizando y si la inflación bajara, dejaría de estar en terreno negativo la tasa”, explicó.
Sebastian Menescaldi de ECO GO Eco Go dijo a Infobae que “en términos teóricos, tomando la expectativa de inflación de los próximos 12 meses (REM), la tasa de interés de referencia del BCRA ya estaría en valores positivos; el problema es que si tomás la inflación ex post falta bastante”.
“O sea, si se desacelera la inflación en el segundo semestre, ya estarías en niveles consistentes con los valores reales positivos. Dicho esto, dada la caída de la demanda de los pesos, tendrías que ir a una tasa nominal de política monetaria del 55% anual, que es equivalente a una TEA de 71,4%, que es la inflación anual esperada)”, sostuvo Menescaldi.
Otros países, como Brasil, han bajado impuestos y aranceles para tratar de reducir los precios, mientras que el Gobierno mantiene su apuesta en los controles de precios y en el oficialismo se reclama que suban más las retenciones a las exportaciones, medidas que no funcionaron y que difícilmente puedan ser exitosas.
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