La “inflación de los trabajadores” relevada por el el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) creció un 4,3% en febrero, una décima por encima del 4,2% de enero, con una avance del 51,5% en relación al mismo mes del año anterior. Pero el dato más llamativo del informe fue el 6,5% de aumento del rubro “Alimentos y Bebidas”, con una fuerte disparada del precio de las verduras del 25,2% en el mes y del 91,7% en el cálculo interanual. El estudio refleja la evolución del costo de vida en aquellos hogares en los que el jefe de familia es un asalariado registrado.
“La inflación de febrero estuvo motorizada por los Alimentos y Bebidas, que subieron 6,5% luego de haberlo hecho en 5,8% en enero. Hubo una particular disparada de las verduras (+25,2%), la cual se registró en una diversidad de productos, tales como cebolla, zanahoria, papa o tomate, entre otros. Las frutas subieron 8,6%, destacándose la naranja y la banana”, detalló el informe.
El pan y los cereales se incrementaron 8,5% (69,1% interanual). En particular, el pan francés aumentó 12,5% y la harina de trigo 5,1%. En este sentido, la UMET destacó que los precios de febrero prácticamente no recogen las presiones inflacionarias derivadas de la invasión rusa a Ucrania, que dispararon el precio internacional del trigo y otras materias primas a partir de finales de febrero.
El pescado (+7,8%), las bebidas alcohólicas (+7,7%) y los aceites y grasas (+6,6%) también tuvieron un febrero particularmente inflacionario. Solo las carnes (+1,7%) permitieron amortiguar las fuertes subas registradas en el mes.
“La segunda división con mayores alzas fue Equipamiento y mantenimiento del hogar, con un 4,3%, con alzas destacadas en productos de higiene y limpieza. Le siguen en orden Salud, que trepó un 4% adicional, Otros bienes y servicios (+3,9%), Comunicaciones (+3,9%), Transporte (+3,5%, hubo suba de naftas) y Recreación y cultura (+3,1%). Solo Vivienda (+2,6%), Educación (1,6%) e Indumentaria y calzado (+1,1%) registraron alzas por debajo del 3%”, completó el informe.
Actividad y empleo
El informe de la UMET también aborda la situación de la actividad, el empleo y los salarios reales. Al respecto, enfatizó que en el final de 2021, al mismo tiempo que una inflación elevada, se observó “un claro repunte económico y, más moderadamente, en el empleo y los salarios. A fines de 2021, la actividad económica alcanzó el mayor nivel desde marzo de 2018, apuntalada por la industria, pero también por la recuperación de la construcción, los hidrocarburos en Vaca Muerta, el comercio y algunos servicios como por ejemplo los informáticos”.
Por último, el informe concluye que la recuperación de la actividad económica tuvo un impacto directo en la del empleo asalariado formal privado, que en diciembre de 2021 volvió a alcanzar los niveles de febrero de 2020 y hasta los superó en 10.000 empleos: “Si bien esto es una buena noticia, debe tenerse en cuenta que la población en edad laboral crece a razón de aproximadamente un 1% anual; de este modo, volver al mismo empleo formal de la prepandemia pero con una población más amplia supone un deterioro en términos sociolaborales”.
“Si bien en los últimos meses el empleo ha crecido por encima del crecimiento poblacional, todavía falta para retornar a los niveles de febrero de 2020 que, dicho sea de paso, estaban en un muy bajo nivel en términos históricos”, agregó el estudio, que señaló que el empleo asalariado privado formal “per cápita” se encuentra mejor que en 2020 pero muy por debajo del promedio de 2009-2019.
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