El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, afirmó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generará previsibilidad e inversiones y atacó el modelo económico “de casino” del gobierno de Mauricio Macri.
Antes de hablar ante productores vitivinícolas, funcionarios nacionales y provinciales, Domínguez dialogó con Infobae en el patio del hotel Hyatt, con el sonido de fondo de la Fiesta de la Vendimia que comenzaba en las principales calles de la capital mendocina.
Además, Domínguez defendió la vigencia de las retenciones a las exportaciones, frente a los planteos judiciales de varios contribuyentes debido a que el Congreso Nacional no prorrogó la ley que las autorizaba para este año.
Sobre esta cuestión aclaró que, aunque hayan subido los precios de las materias primas por la invasión rusa a Ucrania, no se puede pensar en un aumento de los derechos de exportación sin pasar por las complejas aguas del parlamento nacional, como plantearon algunos referentes del oficialismo.
-¿Qué opina del ingreso al Congreso de la ley que autoriza el acuerdo con el FMI?
-La economía tiene que estar ordenada como en la casa de uno; este problema hay que resolverlo y ojalá la ley que salga del Congreso nos permita mostrarnos juntos. Además, el Congreso es el que tiene la competencia constitucional de tomar deuda, pero el gobierno anterior para alimentar el gran casino que hicieron de la Argentina, porque transformaron al país en un gran casino, tomaron deuda con dólares que entraban y salían del país con ganancias extraordinarias, sin fomentar la producción, el trabajo ni las exportaciones. Por este motivo, es una novedad institucional que el presidente le pida a otro poder como es el poder judicial que el Procurador investigue las responsabilidades de este endeudamiento. Así, la mayor previsibilidad es que cada institución de cada uno de los tres poderes del Estado haga lo que debe hacer.
El gobierno anterior transformó al país en un gran casino, tomaron deuda con dólares que entraban y salían del país con ganancias extraordinarias, sin fomentar la producción, el trabajo ni las exportaciones (Julián Domínguez)
-¿Y cuál será el impacto de la firma del acuerdo sobre la economía?
-Nuestro sector tuvo una sequía con un impacto muy alto y el problema de la ganadería por los incendios en Corrientes fue muy alto. Al equipo económico le dijimos que en un escenario conservador imaginamos que el país podía tener los mismos ingresos que en 2021 y con la suba del precio de las materias primas pensamos que podía tener ingresos superiores a los 5000 millones de dólares. Pero esta guerra cambió todas las previsiones; con los agregados agrícolas de todo el mundo evaluamos esta nueva situación para ver cómo podemos exportar más al mundo; no sabemos cuánto tiempo demorará este conflicto, pero los negocios tienen un sistema de muy desarrollado y esta situación, aunque es terrible desde el punto de vista humanitario, puede aprovecharse para hacer más negocios. En síntesis, creo que con el acuerdo con el FMI vamos a recibir más inversiones.
-¿En este contexto analizan una suba de las retenciones?
-Hay que recordar que no tenemos aprobado el presupuesto de este año y tenemos vencimiento de la ley que nos facultaba a hacer aumentos, así que esto requiere de un acuerdo en el Congreso…
-De hecho hubo planteos judiciales por la vigencia de las retenciones…
-De hecho hubo planteos judiciales, pero las retenciones son absolutamente constitucionales. Y yo no puedo dar fe de comentarios que surgen de versiones unilaterales (sobre aumento de retenciones).
Cruce por las retenciones
Luego, el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), José Zuccardi, le pidió al Gobierno que elimine las retenciones para toda la cadena vitivinícola y Domínguez le respondió.
Zuccardi consideró que los derechos de exportación y los tipos de cambio múltiples con una brecha del 90% impiden el crecimiento de la producción nacional. En diálogo con Infobae, el empresario recordó que el ministro Martín Guzmán se había comprometido a eliminarlas, dado que solo le aportan USD 35 millones anuales a las arcas fiscales, pero “luego se complicó por la discusión con el FMI”. Además, consideró que el tipo de cambio “no puede quedar, como ocurrió el año pasado, tan debajo de la inflación: 20 contra 51 por ciento, porque eso nos quita competitividad en los mercados externos”.
Por otro lado, expresó su oposición a la ley de “tolerancia cero” al alcohol que se estudia en el Congreso Nacional, al afirmar que “los países que tienen menor cantidad de accidentes de tránsito no cuentan con leyes de tolerancia cero; hay que tener una tolerancia baja y castigar con dureza a quienes exceden los niveles permitidos”. En este sentido, consideró que “esta ley surge por presión de las bebidas azucaradas, que está probado que causan más daños a la salud que el vino, que es una bebida que se consume en familia, a diferencia de las gaseosas y las bebidas espirituosas”.
Desde el estrado, Domínguez le respondió que el Gobierno le “bajó las retenciones a los pequeños productores y les dieron reintegros, así que el saldo es positivo; han logrado beneficios que otros no han logrado”.
En tanto, el gobernador mendocino Rodolfo Suárez se sumó al reclamo al pedir también la eliminación de las retenciones. “Hay déficit fiscal, tipo de cambio múltiple y una brecha del 90 por ciento que vuelve muy complejo exportar”, indicó Suárez.
En el auditorio del Hyatt los escuchaban, entre otros el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales; el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme; la secretaria de Promoción Turística de la Nación, Yanina Martínez; el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Matías Lestani; la secretaria de Provincias de la Nación, Silvina Batakis; el secretario general del Consejo Federal de Inversiones, Ignacio Lamothe; el presidente del Banco de la Nación, Eduardo Hecker; el presidente del Inta, Mariano Garmendia; y el ex vicepresidente de la Nación y actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, además de varios referentes de la oposición.
Por otra parte, en el Desayuno Coviar se dialogó sobre el sistema cooperativo vitivinícola, representado por Eduardo Sancho, presidente de Fecovita, que lidera a unas 54 bodegas compuesta por unos de 5.000 productores chicos y medianos que integran toda la cadena de valor del vino de mesa. “Tenemos 40 enólogos, sumando los de Fecovita a los de las cooperativas, quienes además de hacer capacitaciones internacionales han logrado por medio de las experiencias en los intercambios, hacer mejoras continuas en la calidad del vino”, indicó.
“Una de las problemáticas que tiene el vino de mesa, es la percepción de baja calidad en el imaginario del consumidor, siendo un grave problema entre percepción y realidad del producto argentino dado que, de forma permanente, nos planteamos el mejoramiento de los procesos de la industria tanto en el sector primario como en la bodega”, explicó Sancho.
SEGUIR LEYENDO: