A pocos días de la nueva edición del desayuno anual que se realizará en el contexto de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2022, José Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), conversó con Infobae y trazó un recorrido por la actualidad de la industria. El sector vitivinícola cerró el 2021 con un año récord en las exportaciones y tuvo un crecimiento en el mercado interno, destacó el último jueves el reconocido bodeguero mendocino y empresario nacional.
En un escenario donde la cotización de los tipos de cambio financiero se mantuvieron en torno a $200 / $210 por dólar y la inflación se mantiene por sobre 50% en un año, el también director de Familia Zuccardi compartió con este medio su preocupación por las diversas variables macroeconómicas pero, sin embargo, se mostró satisfecho con la calidad, imagen y el valor del vino local en el mundo.
— ¿Cómo está la industria vitivinícola actualmente en la Argentina?
— Hemos cerrado el 2021 con un hecho relevante, que fue un incremento de las exportaciones: tuvimos el año más alto de toda la historia superando el 2015, que había sido récord. Se dio por una conjunción de cosas, creo que el vino argentino tiene una muy buena imagen en todo el mundo, se dieron condiciones económicas adecuadas y cualitativas desde el vino. Y pudimos crecer desde el punto de vista de las exportaciones especialmente en el vino embotellado, que son los productos de mayor valor agregado y más importantes, porque ayudan a la construcción de la marca e imagen del país.
— Dijo que el vino argentino tiene una muy buena imagen en el mundo ¿Por qué?
— Por la calidad que tenemos. Si bien somos chicos dentro del contexto internacional -porque es cerca del 3,5% del comercio mundial de vinos el lugar que ocupa Argentina-, Malbec es una identidad argentina y es una variedad que pegó muy bien en los mercados internacionales. Y luego por la calidad y el valor de nuestros vinos. Creo que el “value”, como llaman los ingleses, es esa relación entre su calidad y su costo que es muy buena. Hay un trabajo que se viene haciendo desde hace muchos años, las bodegas hemos trabajado consistentemente a lo largo del tiempo con los vinos y eso dio un resultado interesante.
“Una buena noticia de la vitivinicultura es el desarrollo del turismo enológico. El turismo vitivinícola creció muy fuertemente”
— ¿Cómo está posicionada la Argentina respecto al resto del mundo en materia de vinos?
— La Argentina tiene un fuerte mercado interno: el 71% que se produce en el país se consume localmente y el resto se exporta. Estamos iniciando una cosecha en una situación de equilibrio entre los stocks y la demanda, cosa que para una actividad como la vitivinícola es muy importante, porque se distribuye mejor el precio entre los distintos actores de la cadena. Una buena noticia de la vitivinicultura es el desarrollo del turismo enológico. El turismo vitivinícola creció muy fuertemente y creo que realmente la vitivinicultura no solo exporta en sí misma los productos sino que también está dando un punto para que el turismo internacional venga. Ahora con el restablecimiento de los vuelos al exterior, los turistas están viniendo nuevamente.
En la pandemia pasó algo muy interesante que fue que los argentinos descubrieron la experiencia del turismo enológico y mucha gente que viajaba al exterior hoy tiene una experiencia mucho más cerca de su casa. Es un hecho que lejos de estar en su máxima expresión, está creciendo y se están desarrollando opciones y posibilidades en ese sentido.
— ¿Cuál es su balance respecto del sector en 2021, más allá de las exportaciones que destacaba?
— Para la vitivinicultura fue un año de reconstruir equilibrios y de mejorar la distribución dentro de la cadena. En 2021 se pagaron mejores precios de uva. En 2022, se está formando el mercado, pero creo que hay una mejor participación del productor. Creo que hay una evolución positiva, la amenaza más severa que tenemos es la que tienen todos los exportadores de la Argentina: la no evolución del tipo de cambio oficial acompañado de la inflación. Es un tema complejo para todos los exportadores.
“El 71% que se produce en el país, se consume en Argentina y el resto se exporta”
— ¿Cree que la inflación este año será mayor que la del 2021?
— Ojalá que no, no soy economista y en eso me es difícil proyectar. Pero ojalá que no porque, desde el punto de vista de la producción y especialmente en actividades como la nuestra -que son de ciclo anual-, la inflación realmente genera complicaciones. Y tan importante como bajar la inflación es que el tipo de cambio no se resienta como lo hizo el año pasado.
— ¿Cómo ve a la Argentina en el escenario macroeconómico?
— Todavía no está el escenario completo. En 2021 empezamos con un tipo de cambio interesante y llegamos al final del año con un dólar que evolucionó un 20% mientras la inflación fue del 50% y eso no es bueno. Esperemos que el tipo de cambio acompañe el proceso inflacionario para poder seguir siendo competitivos y abordando los mercados, es un tema muy importante a futuro. A diferencia de otras actividades, el consumo de vino creció en el 2020 y en el 2021 volvió un poco a niveles más del 2019. En muchos sectores está muy resentido el ingreso y eso provocó unas caídas de consumo pero creemos que el vino está en un buen momento, con mucha vigencia y muy buena calidad. Y eso, en la medida en que haya una recuperación del poder adquisitivo, el consumo también va a ceder.
— ¿Qué importancia tiene el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para mejorar las variables macro?
— El acuerdo con el Fondo tiene la importancia de que Argentina esté inserta en el mundo, pueda comerciar y no tener obstáculos para importar y exportar lo que necesita. Es muy importante. Y la vitivinicultura es un gran contribuyente en este sentido, porque no solo exportamos mucho no solo el vino sino talento nacional y mucho insumo producido en la Argentina, como el packaging que la mayoría se produce acá.
— Esta semana bodegas del sur argentino denunciaron un intento de apropiación de la marca Patagonia y solicitaron a Coviar recursos económicos para enfrentar los costos legales. ¿Se los brindarán? ¿Cuál es su posición en medio de este conflicto?
— Sí, es una prioridad de la industria defender las identificaciones geográficas, estamos en contacto con la gente de Patagonia. Coviar va ayudar en todo con esta iniciativa, no solo con recursos sino también con gestión. La defensa de los nombres de los lugares es algo muy importante, no solo para nosotros: lo hace Francia, Italia, España con sus regiones. No es justo que una empresa se apropie de un nombre de la región preexistente a la registración de la marca y más en una región que tiene producción vitivinícola; no es aceptable y desde ya que estamos completamente alineados en ese objetivo.
El acuerdo con el Fondo tiene la importancia de que Argentina esté inserta en el mundo, pueda comerciar y no tener obstáculos para importar y exportar lo que necesita. Es muy importante
— ¿Cuáles son los principales desafíos de la industria?
— Continuar creciendo en exportaciones es sin lugar a dudas un desafío muy importante y crecer como lo hicimos el año pasado, que no solo crecimos en volumen sino en precio promedio. Ese es un punto muy importante. El otro punto es poder tecnificar en la cadena todo el tema de productores más chicos para resolver la situación de crisis hídrica o contribuir con la solución. Solamente la tecnificación y el mejor manejo del agua disponible pueden traer alivio sobre ese tema. Estas dos puntas de la cadena, tanto la producción y comercialización de las uvas, son dos objetivos centrales de la vitivinicultura.
— ¿Cuáles son sus proyecciones para el sector de cara al 2022 y para los próximos cinco años?
— Desde el punto de vista interno 2022 lo veo mejor que el año pasado. Y desde el punto de vista de las variables macroeconómicas, se tiene que resolver el tema del tipo de cambio para los exportadores. Cuando perdés tantos puntos entre lo que aumentan los insumos y los costos internos y el dólar, nos vamos quedando sin herramientas.
Argentina tiene un enorme potencial para la protección orgánica, natural y eso lo tenemos que poner en valor en los próximos años
Por otra parte, tenemos un plan estratégico vitivinícola que está pensado para el 2030 y tiene cinco ejes: la promoción del vino en Argentina, la promoción del vino argentino en el mundo, la integración de productores, el tema del enoturismo y la sostenibilidad. Esta última tiene que ver con estos temas hídricos pero también con lo social y ambiental. Argentina tiene un enorme potencial para la protección orgánica, natural y eso lo tenemos que poner en valor en los próximos años. Entonces, uno de los temas que estamos trabajando desde la corporación es facilitarles a los productores la certificación de sus viñedos orgánicos y este tipo de cosas que en el mundo que hoy son valoradas.
Desayuno Coviar 2022 y principales avances del PEVI 2030
El próximo 5 de marzo tendrá lugar una nueva edición del Desayuno Anual de Coviar y, a un año del lanzamiento del nuevo Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) 2030, se presentarán los principales avances de gestión vinculados a los ejes centrales del plan. Entre ellos se destacan los siguientes aspectos:
El organismo público-privado puso de relieve que el 71% de todo el vino que se produce en el país se vendió y consumió en el mercado interno. Por otra parte, Argentina alcanzó su mayor valor en la historia para las exportaciones de vinos fraccionados con USD 888 millones y USD 1.006 millones en exportaciones, entre fraccionados, a granel y mosto.
La Corporación Vitivinícola Argentina destacó que se logró eliminar los derechos de exportación para todas las bodegas pyme que al año exporten por hasta USD 500.000, beneficiando a 364 exportadores que representan el 80% del total. Y además consiguieron que un producto con gran potencial exportador como el vermut tenga derechos de exportación cero (Tasa 0 por ciento).
En un entramado productivo diverso, la vitivinicultura argentina extiende su frontera a 18 provincias productivas como producto del trabajo de más de 17.000 productores que dan vida a 23.699 viñedos con 214.798 hectáreas en producción, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) al 2020. A su vez, la vitivinicultura argentina emplea a más de 385.000 personas, entre puestos de trabajo directos e indirectos.
Para promover la inversión, capacitación, incorporación de tecnología, capital de trabajo y la eficiencia en la producción, Coviar trabajó con los Gobiernos Provinciales y el Consejo Federal de Inversiones (CFI) en la formulación de 32 proyectos para acceder a un financiamiento total por $46 millones para Mendoza, San Juan y La Rioja.
Por último, se hizo hincapié en que obtuvieron financiamiento por $8,83 millones del CFI que permitirá tener estudios de caracterización de todo el territorio vitivinícola de Argentina. Y además, subrayó, se logró el aval y la priorización ante el Banco Interamericano de Desarrollo para llevar adelante el Proviar II, con un financiamiento estimado en USD 40 millones.
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