El secretario de Comercio, Roberto Feletti, admitió a principios de mes que el Gobierno estaba “perdiendo la batalla” contra los precios de los productos frescos. Pues bien, en el conurbano bonaerense esa derrota es particularmente contundente. Así se desprende de un relevamiento de precios en los barrios populares del Gran Buenos Aires, que no sólo arroja un nivel de inflación para los alimentos de la canasta básica muy por encima del promedio general sino que también constata la amplia brecha entre los precios vigentes para los productos que integran los programas que impulsa Feletti en las grandes superficies de venta y aquellos que rigen en los pequeños y medianos comercios barriales.
En un contexto de nivel de inflación general en torno a 4% que hoy comunicará oficialmente el INDEC, ya está disponible el dato que es aún más preocupante y que refleja el fracaso de las políticas de intervención de precios que se implementa desde la Secretaría de Comercio para “cuidar la mesa de los argentinos. Al menos para los argentinos en condiciones más vulnerables, tales acuerdos resultan completamente ineficaces para morigerar el impacto de la suba de la canasta básica de alimentos en el bolsillo.
Eso es lo que señala el índice del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), que todos los meses releva los precios de 57 productos de la canasta básica alimentaria en 600 comercios ubicados en barrios populares del conurbano bonaerense. En enero, ese indicador arrojó una suba promedio de 5,76%, un registro mayor al que se espera informe esta tarde organismo de estadísticas nacional, incluso para la categoría alimentos y bebidas.
“Según el relevamiento de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), que realizamos mensualmente en 600 comercios de cercanía de 20 distritos del conurbano bonaerense, en enero los precios de los alimentos aumentaron en promedio 5,76%. Así una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as en el primer mes del año necesitó $33,685.25, para cubrir sus alimentos indispensables durante todo el mes”, sostuvo el informe de ISEPCI, coordinado por el economista Isaac Rudnik.
El relevamiento también identifica las diferencias de precios entre los precios que los consumidores pueden obtener en los supermercados bajo el paraguas de Precios Cuidados y aquellos disponibles en los comercios de los barrios populares que no quedan bajo el alcance del programa oficial. Así, se encuentran diferencias para un mismo producto de más del doble y de hasta 60% en el caso de alimentos de primera necesidad.
“Lo más significativo es que los precios máximos incluidos en el listado oficial no están en los negocios de los barrios. En un rápido chequeo de los precios de enero nos encontramos con que en la mayoría de los casos esos alimentos están, por lo menos, un 50% por encima de los valores oficiales”, asegura el informe. Entre los productos con mayores diferencias de precios, se encuentra la leche, 52% más cara en el comercios barriales del conurbano que bajo los precios acordados acordados del Gobierno, la manteca con una brecha de 60% y el dulce de batata, con un valor de más del doble, 132% más alto que en los supermercados.
De todas maneras, el índice de enero de inflación de alimentos en los barrios populares estuvo marcado, en gran medida, por la suba de los productos estacionales de verdulería, impactados por la ola de calor, que seguramente también incidirán en el dato oficial del Indec. En este sentido, las frutas y las verduras tuvieron un incremento de 25% mientras que se desaceleró la suba en el precio de las carnes. En cuanto a los productos de almacén incluidos en Precios Cuidados, los mismos tuvieron un alza de 3,4% el mes pasado. ”Nuevamente los acuerdos para contener los aumentos de precios están signados por dos características principales: no se muestran efectivos, sólo basta ver el resultado de los incrementos en el rubro de productos de almacén que en enero tuvieron subas promedio superiores al 3% y los negocios de los barrios populares no están contemplados, y esto se refleja en las abismales diferencias de precios que encontramos allí con los listados oficiales” concluyó Rudnik.
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