Si bien la inflación que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) se desaceleró al 2,5% en noviembre, en parte gracias al congelamiento de precios que estableció la Secretaría de Comercio Interior, el capítulo de alimentos que mide el organismo sigue ejerciendo presión sobre el IPC mes a mes. En ese marco, la cena de Año Nuevo llega con aumentos de hasta el 88%, según un relevamiento de Focus Market.
La consultora, que viene realizando este estudio desde 2015 dio cuenta de cuánto cuesta para estas fiesta una cena para cuatro personas compuesta por 11 productos. Los presupuestos relevados fueron tres: una cena económica, una intermedia y otra premium, las cuales contienen cada una, un diferente tipo de carne, como así también bebidas, ensalada, productos de la mesa dulce y postre, de diferentes marcas y calidades.
En el caso del presupuesto de la cena económica, la variación interanual es del 48%. En ese sentido, la consultora detalló que en 2015 su precio era de $766,64, en 2016 de $995, en 2017 de $1.194, en 2018 de $1.490, en 2019 de $2.930,96, en 2020 de $3.808 y en 2021 el costo total es de 5.631 pesos.
La cena incluye 4 kilos de lechón, el cual tiene un costo de $3.200, una gaseosa cola de 2,25 litros cuyo costo alcanza los $100; un vino tinto en su presentación de 750 centímetros cúbicos con un precio de $203 y una ensalada de papa y huevo con un valor de 128 pesos.
Asimismo, la mesa dulce cuenta con un pan dulce de frutas de 500 gramos a $320; un budín con frutas de 230 gramos a $250; garrapiñadas (100 gramos) a $96 y un turrón semi blando de maní (100 gramos) a 126 pesos.
En el caso del brindis, se suma un espumante (720 cm3) a $198 y una sidra (720 cm3) a $185. Por último, se adiciona un helado de 1,5 kilos con un costo de $825, lo que da un total 5.631 pesos para el presupuesto económico.
“La variación de precios de los productos para cena fin de año tiene fuerte estacionalidad a lo que se suma que muchos de sus ingredientes y materias primas, por ejemplo para la mesa dulce, tuvieron aumentos superiores a la media que, inclusive, en muchos casos no han sido derivados en su totalidad por los francos para recuperar terreno en las ventas de las fiestas del año pasado que no había sido buena”, afirmó el director de Focus Market, Damián Di Pace.
En el caso del presupuesto de la cena intermedia, la variación respecto a un año atrás es de 65%. En este caso, en 2015 su precio era de $1.026, en 2016 de $1.333, en 2017 de $1.533, en 2018 de $2.121, en 2019 de $3.607,73, en 2020 de $5.293 y en 2021 el costo es de 8.708 pesos.
Esta incluye asado de novillo de 4 kilos por un total de $3.920; gaseosa cola a $209; vino tinto de $288; y una ensalada de papa y huevo de 165 pesos.
En tanto, la mesa dulce tiene: un pal dulce con almendras y chocolate a $807; un budín con chips de chocolate a $250; garrapiñada de maní a $119 y turrón de almendras a 308 pesos. Mientas que para el brindis y el postre se incluye: un espumante de fresa a $750; un champagne marca líder a $892 y helado artesanal a $1.000 el kilo. Lo que arroja un total de 8.708 pesos.
El poder adquisitivo del salario registrado e informal perdió fuerte frente a la compra de alimentos y bebidas en nuestro país en los últimos cinco años (Di Pace)
Por último, el presupuesto de la cena premium se encareció un 88% respecto a 2020. Cabe señalar que en 2015 era de $2.502,49, en 2016 de $3.051, en 2017 de $3.569,67, en 2018 de $4.463,35, en 2019 de $6.909, en 2020 de $10.182 y en 2021 cuesta 19.096 pesos.
El mismo incluye: peceto de novillo por 4 kilos a $4.840; una gaseosa cola a $209; un vino tinto a $1.725 y una ensalada de papa y huevo a 277 pesos. También incorpora una mesa dulce con: pan dulce de almendras, avellanas, nueces y frutas a $2,990; un budín con almendras, pasas y naranjas a $1.700; torta de frutos secos a $1.490 y turrón español blando de maní a 810 pesos.
En cuento al brindis y al postre incorpora: una sidra premium a $790; una champagne premium a $2.665 y un kilo de helado artesanal a $1.600, lo que arroja un total para la cena de 19.096 pesos.
“La inflación en el mes de noviembre en la categoría alimentos y bebidas fue del 2,1% producto del efecto congelamiento de precios en grandes cadenas que pondera a la baja muchas categorías de productos. Sin embargo hay un doble standard de precios para el consumidor los que se consiguen en estos grandes supermercados y los que están por fuera con mayor nivel y variación de precios en autoservicios chinos, nacionales o pequeñas despensas” explicó Di Pace.
Y añadió: “El poder adquisitivo del salario registrado e informal perdió fuerte frente a la compra de alimentos y bebidas en nuestro país en los últimos 5 años. Por lo cual para muchas familias afrontar la cena de navidad y fin de año les requiere disponer una mayor participación de su ingreso para poder llevarla a cabo”.
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