Alfonso Prat Gay, ministro de Economía durante el primer año de la gestión presidencial de Mauricio Macri, criticó muy duramente al gobierno de Alberto Fernández, al que acusó de querer comprar votos “regalando fondos que no tienen” para revertir la derrota de la coalición oficialista en las PASO. El economista señaló los conflictos internos del Gobierno, dijo que el actual esquema y la brecha cambiaria son insostenibles y respecto de la gestión del actual ministro de Economía, dijo que “es muy difícil saber el poder de Guzmán cuando el apoyo se lo da un presidente que no tiene poder”.
Consultado por radio Mitre, Prat Gay dijo que el reciente anuncio del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, de subsidiar los viajes de egresados secundarios de las escuelas provinciales es una muestra de “desesperación”.
“En la desesperación por 1 o 2 votos más salen a regalar fondos que no tienen. Son recursos que no hay. Y cuando no hay recursos se recurre a la maquinita, y para propósitos lejísimos de las prioridades”. Para entender lo que está pasando, Prat Gay se refirió a la reciente reunión entre el presidente Alberto Fernández y la vice, Cristina Fernández de Kichnner. “Hay un pase de facturas entre polos de poder del peronismo y desesperación por revertir con platita un resultado electoral. Pero después esa platita va a tener consecuencias para todos. La vida sigue después del 14 de noviembre. Y no hay señas de que el gobierno sepa qué hacer lo que viene después”, señaló.
Dólar
El economista asoció las medidas a lo que puede pasar con el dólar. “Es lo mismo que va a pasar con el lado fiscal. La platita se aplica también a la cuestión cambiaria. Era obvio que perdiendo entre 50 y 80 millones de dólares por día, el gobierno llegaba con lo justo. Por eso pusieron más cepo. Son las soluciones que tienen: prohibir las exportaciones de carne, la compra de dólares. Esa es la creatividad del kirchnerismo. No se preocupan por lo que pasa después. Esta vez es diferente del 2015, cuando Cristina Fernández de Kirchner le dejó la herencia a otro gobierno. Acá se heredan a sí mismos”.
Eso, “por supuesto”, señaló, se traduce en una mayor presión devaluatoria. “Este es el gobierno que acusaba a otro de fugar divisas. Tienen el cepo más duro, tienen superávit comercial y se llevan los dólares por todos lados. Porque los cepos no funcionan. Se vuelve a cometer ese error: cierro todo y después veo qué pasa. Y mientras, se agregan más pesos a la ensalada. En algún momento eso tiene que acomodarse. Cada vez la brecha es mayor. Es el termómetro a través de los cuales se diluyen esos cepos. La gente se defiende con los dólares”.
Un presidente borrado
Prat Gay dijo que “no hay manera de entusiasmarse” con las perspectivas del país para los próximos dos años. “Este es un gobierno que se juntó para ganar una elección, pero nunca tuvo un programa coherente y consensuado internamente. El propio kirchnerismo le tira misiles al ministro de Economía. Vemos un presidente borrado, que delegó casi toda su actividad en el gobernador de Tucumán”, afirmó. El jefe de Gabinete, Juan Manzur, profundizó, “es el que está activo, el que avanza; han corrido de la gestión al presidente”.
En ese contexto, explicó, “es muy difícil saber el poder de Guzmán cuando el apoyo se lo da un presidente que no tiene poder”. Pero más allá de las limitaciones y críticas internas al actual titular de Economía, Prat Gay también criticó la gestión de Guzmán al señalar que “ahora se ve con mucha claridad el costo de no haber hecho lo que había que hacer en un tiempo razonable: si Guzmán hubiera acordado con el Fondo unos meses atrás, la Argentina tendría al menos USD 4.000 millones más de reservas, porque no hubiera sido necesaria pagar estas dos cuotas de fin de año. Aun cuando había cierta paz en el gobierno, no se gestionó bien”.
Después de noviembre
El economista prácticamente descartó la posibilidad de un acuerdo post-electoral entre oficialismo y oposición. “El gobierno es de ellos. Para eso los votaron. Tienen la posibilidad de ofrecer una alternativa distinta y someterla a consideración de la oposición, pero hasta ahora no han hecho nada al respecto. Al principio del Gobierno, la oposición le aprobó todas las leyes. Y también al inicio de la pandemia. Después, cuando CFK vio mucha armonía entre Alberto y Larreta, rompió todo. Es muy difícil acordar en función de los deseos personales de Cristina, que no tienen que ver con los deseos de la república. Es algo que deben resolver ellos”.
En cuanto al rol de la oposición, dijo que es prepararse para 2023. “El resultado de las PASO nos pone en una perspectiva diferente; es Importante que mantengamos la campaña para que Cristina Fernández de Kirchner pierda el quórum en el Senado y si es posible ganemos mayoría en Diputados. Esto es importante por los DNU, que tienen fuerza de ley mientras no sean rechazados por las dos cámaras. Eso obligaría al gobierno a buscar una alternativa distinta. Pero no creo que Cristina pueda cambiar después de estos últimos dos años”.
De cara a 2023, agregó, “el Gobierno tiene que gobernar y la oposición prepararse para llegar con otro modelo de país. No hay que caer en lo que nos llevan ellos, de que todo es corto plazo. Tenemos que marcar una línea de futuro. La desesperación más grande de muchos hoy es la falta de rumbo”.
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